
Dos actores que ganan el escenario
Con "Romeo y Julieta" y "Kamikaze", Gastón Ricaud y Maximiliano Ghione se afianzan en el teatro
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Desde siempre, el teatro tuvo un prejuicio inocultable con la televisión. Las pruebas están en que las figuras del arte escénico claramente pueden tener un lugar en la pantalla chica, pero difícilmente los personajes surgidos de ésta puedan acceder a un texto teatral. A principios de los años 90, todos se sorprendían por el trabajo de Ricardo Darín en la obra "Algo en común". Hoy, es uno de los actores argentinos con más prestigio nacional e internacional, y desde hace dos años es uno de los protagonistas de la obra "Art", de Yasmina Reza, en España. Algo parecido pasó con Pablo Rago, que tras mucha telenovela y "Amigos son los amigos" tuvo su oportunidad con "Perla", en 1998, y consiguió las mejores críticas. Hoy es uno de los protagonistas de "La prueba", uno de los mayores éxitos del verano porteño. Entretanto, Gloria Carrá, algo alejada de la televisión, venció el estigma de "La banda del Golden Rocket" cuando Javier Daulte la incluyó en el elenco de "Bésame mucho". Hoy protagoniza "¿Estás ahí?", también de Daulte.
Aparentemente, el teatro se está despojando de prejuicios frente a una televisión que lo sobrepasa en el éxito. Aunque, sin dudas, el prestigio de los actores queda sellado más en las tablas que en la pantalla chica. En 2000, Maximiliano Ghione ganó un premio ACE en la categoría Revelación por su trabajo en "Las alegres mujeres de Shakespeare", donde componía un rol desopilante junto a Luis Longhi. Hace algunas semanas estrenó "Kamikaze", como protagonista, en el teatro Payró, con dirección de Luis Luque. Algo similar ocurrió con Gastón Ricaud, un galán de TV de la misma línea que Ghione: hizo "He visto a Dios", en el Cervantes, y repuso "Romeo y Julieta", en el teatro Regio, junto a Laura Novoa, espectáculo que termina el domingo.
LA NACION se propuso juntarlos por sus características en común y para hablar del fenómeno, pero se encontró con una historia personal que los une: son amigos inseparables desde la infancia.
Ghione y Ricaud son compinches, amigos y compañeros de colegio desde el cuarto grado de la escuela primaria. Una mudanza repentina del primero hizo que la amistad tuviera un intervalo de diez años, hasta que la profesión en común los volvió a unir. "Un día nos reencontramos en el casting de «Cenizas del paraísoª y volvimos a ser inseparables", recuerda Ricaud. Aunque ambos tienen muchos programas de TV en su haber; la fama les llegó con "Buenos vecinos", programa en el que trabajaron juntos. Cuando Ghione trabajaba en "Las alegres mujeres..." recibió la visita de Ricaud, feliz porque iba a trabajar en un programa que producía Marcelo Tinelli. Fueron a brindar y a festejar juntos. A los tres días, Ghione recibió una llamada para hacer "un programa de Telefé". El festejo se repitió. Pero la algarabía se duplicó cuando se dieron cuenta de que se trataba del mismo ciclo, en el que trabajaron un año entero. "Ese programa fue nuestro antes y después", recuerdan.
El paso al frente
Ghione se había fogueado bastante en el teatro de su ciudad de adopción, La Plata, y recibió buenas críticas por su labor en "Pedro y el capitán", de Benedetti. Entretanto, Ricaud -paralelamente a sus trabajos en "Montaña rusa 2" y varias telenovelas más- adquiría una experiencia importante en el teatro musical para chicos con obras como "Pulgarcito" (de Alicia Zanca) y "Hay que salvar una flor", entre otras.
Un buen día, la esposa del director Claudio Hochmann estaba guardando reposo y vio la actuación de Ghione en "Mamitas". "Querido, a ese pibe tenés que llamarlo para uno de tus personajes", le dijo a su esposo. Así fue como llegó el trabajo más importante de su carrera en "Las alegres mujeres de Shakespeare". "Fue un personaje que me marcó a fuego. Sobre todo porque el grupo era una cofradía, el inicio de una amistad que aún perdura. Pero, aunque me gané el ACE, no me volvieron a llamar para hacer teatro hasta el año pasado, en que el mismo Gastón me hizo la gamba y me recomendó para que haga Mercuccio en «Romeo y Julietaª", confiesa, con aire tragicómico.
En Ricaud tuvo que ver la confianza que tenía en él la directora Alicia Zanca, que lo conocía desde muy joven, cuando hizo "Pulgarcito", en el San Martín. "Si bien hay cierto prejuicio de la gente de teatro hacia la de la televisión y viceversa, en el fondo saben que si rendís muy bien en tu trabajo les conviene que estés haciendo televisión, porque el espectáculo tiene mayor difusión. Entre los actores también había mucho prejuicio. Pero eso se está diluyendo. Todos sabemos que el teatro tiene la magia que el actor necesita; con él respirás por todos los poros. Pero con la televisión te comprás la casa y seguís generando trabajo. Tenés que hacer todo. Además, si te va bien en la televisión, también es por algo", explica Ricaud.
Aunque ambos se consolidan como buenos actores, no consideran que todo sea seguro. "Va pasando el tiempo, más experiencia tengo y más miedo me agarra -dice Ghione-. En cuanto al prestigio, trato de no pensarlo. Cuando te hacés un mundo muy lindo, cuando se te derrumba, te caés desde muy alto. Kipling dice que hay que tomar el fracaso y el éxito como dos impostores. Ahora estoy trabajando con un director como Pipo (Luis) Luque, a quien admiro profundamente. Lo respeto muchísimo y si me dice que hay que ir a poner una fábrica de sifones a Jujuy, yo voy. Todos dicen que somos parecidos y para mí es un honor."
Ambos coinciden en que han avanzado mucho y son conscientes de los vaivenes de la profesión. Por fortuna, vienen trabajando continuamente desde que empezaron. Además del teatro, Ricaud trabaja en "Los Roldán" y Ghione termina de hacer un papel importante en "Soy gitano". "Esto es muy largo y nunca terminás de aprender. Aprendés también de los tropezones y no podés parar de estudiar", dice el actual intérprete del Romeo creado por Shakespeare. "A veces me pregunto: ¿cuándo aplico lo que aprendí? Y es natural, lo aplicás sin darte cuenta, porque ya lo tenés aprehendido. Y seguís", agrega su amigo.
En la piel de personajes exigentes
Maximiliano Ghione protagoniza "Kamikaze" junto a Débora Warren y Norberto Trujillo. Allí compone un rol psicológicamente complicado, trabajo del que sale airoso. "Cada desafío es importante y «Kamikazeª es un hijo con un parto muy complicado. Yo dejé un sueldo fijo por esta obra. Es puro amor incondicional por el arte y confianza ciega en el director. Este Morel, de «Kamikazeª, es un pobre pibe que tiene mucho ruido en la cabeza, busca un lugar y el sistema no lo deja hasta lograr que se corrompa."
Por su parte, Gastón Ricaud ya estaba en el elenco de "Romeo y Julieta", como Teobaldo, pero asumió el rol protagónico en esta segunda temporada (programada hasta el domingo) porque Pablo Rago está haciendo "La prueba". "Me alegré mucho cuando recibí la noticia, pero asumí que era una gran responsabilidad. Pero me relajo y, con tranquilidad, me armo un panorama claro de estudio y laburo. Es una gran oportunidad y, más allá de los resultados, estoy muy contento. Lo disfruto mucho porque es un grupo que me apoyó muchísimo y un personaje que requiere mucho esfuerzo físico y analítico. Estoy muy comprometido con lo que le pasa a Romeo emocionalmente. Respeto mucho a Pablo, pero traté de no acordarme de nada de lo que él hacía, para evitar comparaciones."






