Ganaron un Oscar, pero se quedaron sin trabajo
Quebró el estudio encargado de los efectos de Una aventura extraordinaria, film que anoche logró imponerse en la categoría mejor efectos visuales; más de 400 personas protestaron durante la ceremonia
De la computadora a la calle. Alrededor de 400 trabajadores y artistas de efectos visuales invadieron ayer las inmediaciones del Dolby Theatre en Los Ángeles, durante la ceremonia de los Oscar. El objetivo de la protesta fue concientizar sobre el mal estado de las empresas encargadas de efectos visuales, en un contexto en donde las películas más taquilleras se sirven cada vez más de estos recursos.
De hecho, se declaró en quiebra Rhythm and Hues, responsable de los efectos de Una aventura extraordinaria , ganadora del Oscar a mejores efectos especiales . Durante el discurso de aceptación, Bill Westenhofer intentó hablar sobre el tema, pero fue interrumpido con una cortina musical. La velada celebró la música en el cine, por lo que el director fue primero víctima del tema de Tiburón y después del de Bonanza , por haberse excedido en su tiempo.
Los manifestantes en la calle exigieron "One piece of the Pi" ("una porción de la torta"), en referencia al taquillero film de Ang Lee. Denunciaron también malos tratos por parte de las grandes productoras y bajos salarios.
La crisis en el sector no sólo ataca a trabajadores freelance, que denuncian las condiciones laborales impuestas por la externalización de servicios, sino también a importantes estudios. Rhythm and Hues es también conocida por haberse encargado de los efectos en películas como El Seños de los Anillos , Los Juegos del Hambre y Babe . Además, Pixomoto, el estudio de efectos visuales que trabajó en Hugo , la película ganadora de la categoría el año pasado, tuvo que achicar su operación y cerrar sus filiales en Londres y Detroit.
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