Llegan los telefilms argentinos
Como en Europa y los Estados Unidos, directores y actores de primer nivel trabajan en películas hechas sólo para la TV
El talento y los negocios no surgen por generación espontánea. Menos aún en la industria audiovisual, que requiere no sólo dividendos que justifiquen su desarrollo, sino también profesionales entrenados que lo materialicen. Sin embargo, tal vez hasta estos días no existía en la Argentina un mecanismo que promoviera a este sector. Más habitual es ver el esfuerzo de jóvenes cineastas que se agotan en una opera prima.
El telefilm, un género muy explotado en el mundo (basta hacer zapping para comprobarlo), estuvo durante largo tiempo ausente de la lista de formatos de realización audiovisual nacional. Aun a pesar de que el mundo lo considera un recurso rentable para contar historias.
Hoy, el guante de los telefilms, aunque de forma incipiente, ha sido recogido por el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa), en pleno ejercicio de la segunda parte de su nombre. Al fin, ha puesto el acento en la ficción cuyo destino es la TV.
Sembrar para cosechar
Así, por un convenio del Instituto con Canal 7, realizado en 1999, esta semana Adrián Caetano grabó la primera de una serie de diez ficciones basadas en obras de la literatura nacional, que se verán en la emisora estatal a partir de la segunda semana de octubre. Gracias a este proyecto, ese joven cineasta, codirector de "Pizza, birra, faso", no tendrá que contar en años el tiempo desde que dirigió por última vez. (De hecho, hace dos años que filmó su segundo largometraje, "Bolivia", que aún aguarda su estreno comercial.)
Y, por otra parte, en coproducción con Patagonik Film Group, Naya Films y Tornasol Films de España, el Incaa estará presente en el proyecto de telefilms "Amores ciegos", donde participarán directores y actores argentinos y españoles y que se emitirá por América TV.
El telefilm es un género de bajo costo y alta calidad, ideal para entrenar a directores y hacer que lleguen al gran público. Cualquier telefilm emitido en TV tendrá, aunque sólo logre un punto de rating, cien mil espectadores. En los Estados Unidos de los años 50 Alfred Hitchcock, que ya era un director consagrado, lanzó su "Alfred Hitchcock presents" en la CBS. En esos días el director afirmaba: "Antes de la televisión yo recibía alrededor de una docena de cartas a la semana. Ahora recibo cientos... Llevo treinta años dirigiendo películas, pero precisamente el otro día oí por casualidad a una dama decir: "Es Alfred Hitchcock, el de la televisión"". Hitchcock nunca dejó de filmar, pero no se perdió el negocio de las series y telefilms. Y, tal como recuerda José Luis Castro de Paz, autor de "El surgimiento del telefilm" (Paidós), en la factoría televisiva hitchcockiana se formaron creadores como Sydney Pollack. Es decir, la estructura industrial es el mejor caldo de cultivo de artistas, si es que un país los tiene.
"Lo que no se puede manejar desde el Estado es el talento, pero sí desde el Estado existe la obligación de crear los instrumentos y los sistemas para que puedan realizarse -explica José Miguel Onaindia, titular del Instituto de Cine y Artes Audiovisuales-. El cine argentino es una historia de gran cantidad de operaprimistas que muy pocas veces llegaron a la segunda obra y lo que podemos hacer es que la gente que debuta cinematográficamente y aquellos que quieran dirigir en televisión tengan la oportunidad de hacer su labor".
El compromiso del Instituto en los dos proyectos para TV se funda en la conciencia de saber que producir historias para la pantalla chica significa trabajo para directores, actores y técnicos. Desde ese punto de vista, no tienen mayor relevancia las especificaciones técnicas. Sin embargo, puede decirse que el ciclo de Canal 7 constará de diez episodios de una hora grabados en sistema Betacam, mientras que "Amores ciegos" se hará en 16 milímetros y, por tanto, a mayor costo.
Historias buenas y baratas
Primera clave: el aporte del Incaa para una película es de unos 500.000 pesos. Segunda clave: el gasto de un estreno (copias para las salas y campaña publicitaria) equivale al presupuesto del más caro de los telefilms. Tercera clave: "Amores ciegos" rondará los 250.000 pesos por capítulo (40 por ciento por parte del Incaa y 60 de la parte privada), es decir, apenas lo que cuesta estrenar un film. Cuarta clave: cada episodio del ciclo de Canal 7 cuesta 30.000 pesos (15.000 aporta el Incaa y 15.000 la emisora en personal y técnica). Quinta clave: 30.000 pesos no alcanzan para hacer 30 copias de un film si éste se estrenara en sendas salas.
Pablo Bossi, titular de Patagonik, que acaba de gastar 50.000 dólares en copias para estrenar "Nueve reinas" en 40 salas de España, ha percibido las ventajas del telefilm. Esto no significa abandonar el cine sino explorar un género alternativo doblemente ventajoso, porque es de exportación segura y funciona como semillero de talentos.
"Con un telefilm generás tanto en técnicos como en directores y actores, un movimiento de entrenamiento -detalla Bossi-. Para un director, un actor o un técnico, tanto desde el punto de vista de la remuneración como de la capacitación profesional, es exactamente lo mismo hacer un telefilm que un largometraje. No vas a tener grandes escenas que requieran muchos extras. En vez de cinco actores protagónicos vas a tener dos o tres, en lugar de 25 técnicos vas a formar un equipo de 15, pero el resultado es el de una minipelícula que sirve para probar actores, directores y guionistas. Una película es una gran inversión y por ahí no querés jugarte a un director nuevo, pero si lo probás en un telefilm, más acotado en costo, y funciona, puede que mañana le propongas hacer una película."
"Amores ciegos" es una idea de Pablo Bossi y Beda Docampo Feijóo. Serán doce telefilms basados en cuentos de autores hispanoamericanos como Carlos Fuentes, Juan Carlos Onetti, Adolfo Bioy Casares y Rosa Montero. Entre los directores figuran, en principio, Daniel Burman ("Esperando al Mesías") y Bruno Stagnaro ("Pizza, birra, faso", "Okupas").
El semillero
El ciclo de Canal 7 se basa también en piezas literarias, pero sólo argentinas. Así, por azar, ambos emprendimientos pondrán una mirada cinematográfica en la literatura. La experiencia Incaa-Canal 7 es la que ya está en marcha.
Adrián Caetano ("Pizza, birra, faso" y "Bolivia") despuntó en la aventura de hacer una minipelícula para la TV. Para eso, esta semana, se trasladó a la ciudad de Pergamino -con apoyo de la municipalidad de esa ciudad- y allí grabó "La cautiva", una adaptación del texto de Esteban Echeverría, que contó con Gastón Pauls, Paola Krum y Alejandra Rubio y con la colaboración del equipo de 15 técnicos y productores de Canal 7.
Ahora, ¿por qué alguien como Caetano, con dos largometrajes en su haber, se presentó a ese concurso? "Básicamente porque la última experiencia de dirigir fue con "Bolivia" y hacía dos años que no trabajaba -le explica a LA NACION-. No puedo depender de la industria del cine argentino para tener continuidad. Tenía ganas de contar una historia y si no hubiera aparecido este concurso, habría agarrado una cámara para hacer un corto".
Para Caetano, el cine nacional está polarizado. "Se hacen películas a los ponchazos o con una fortuna", dice. Para él, grabar "La cautiva" fue primero una alternativa y, ahora que ha finalizado la grabación, un curso acelerado. "Venía manejando tiempos bastante rápidos dentro del cine, pero me di cuenta de que la televisión es mucho más cruel y lo mejor que tuve fueron los actores y la confianza en los técnicos. Lo bueno fue la experiencia de trabajar en equipo".
A principios de octubre comenzará la segunda aventura. Alexis Puig grabará "30/30", basada en el cuento homónimo de Dalmiro Sáenz, que debe su título al Winchester de su protagonista. "Vamos trabajar en un viejo pueblo fantasma de La Pampa, que se llama Naicó -adelanta el director-. Es un pueblo fantasma de verdad que conserva seis o siete casas y una iglesia abandonada de fines de siglo XIX".
Un Winchester, un pueblo fantasma el medio de la nada... Hasta allí Puig se desplazará en busca de un telúrico Far West. "Tiene un formato del relato del clásico western ambientado en la Patagonia, en 1890. Era una época donde los extranjeros mataban indios para quedarse con las tierras y en los pueblos se portaban armas. Había bandoleros y hasta carteles de "Buscado". De hecho, Butch Cassidy estuvo en Chubut, en 1880. Después se fue a Bolivia, donde lo mataron."
A "30/30" le seguirá "El juicio de Dios", de Maximiliano Gerscovich, inspirado en el cuento del mendocino Antonio Di Benedetto. Maximiliano había pasado del reconocimiento internacional por su corto "El encuentro", basado en un cuento de Borges, a la nada. Pero cree que "se pueden contar historias con los elementos que tenés y de buena manera. Este concurso me pareció una iniciativa excelente. Ojalá hubiera más. Ojalá los canales privados también hicieran este tipo de convocatorias. Es mejor que el famoso amiguismo. Todo es cuestión de oportunidad y hay que recordar que "Nueve reinas", la película de Fabián Bielinsky que fue un éxito para Patagonik, surgió por un concurso abierto".
El impacto del género
- 150
actores
Trabajarán en el ciclo de Canal 7.
- 41
técnicos, productores y actores
Realizarán cada episodio.
- 30.000
pesos
Cuesta cada capítulo de Canal 7.
- 250.000
pesos
Costará cada telefilm de “Amores ciegos” (Patagonik-Incaa).
- 191
Festivales internacionales
Aceptan telefilms en 16 mm. y 47 competencias admiten Betacam.
Federalismo como regalo
"Pensábamos que los proyectos se iban a hacer en los estudios del canal, pero los directores fueron un hallazgo de imaginación". Onaindia tiene razón. El concurso de Canal 7-Incaa tenía como requisito que las propuestas estuvieran basadas en obras de la literatura argentina. El federalismo lo aportaron los ganadores.
"La cautiva", de Adrián Caetano, fue realizada íntegramente en la ciudad de Pergamino. Esa municipalidad aportó pasajes, hospedaje y comida para la troupe de artistas, una novedad en el paisaje provincial.
"30/30", de Alexis Puig, se hará en Naicó, un pueblo fantasma de La Pampa. Y con el apoyo de la productora CM -que ha conseguido por cuenta propia- tendrá más personal técnico y una cámara Super 8, de la que espera obtener un recurso estético extra. Pero no llegarán a La Pampa como forasteros, sino que trabajarán 20 actores y 7 técnicos locales.
El federalismo al extremo es representado por Maximiliano Gerscovich, responsable de "El juicio de Dios". En honor al autor mendocino, Antonio Di Benedetto, grabará íntegramente en Mendoza. Allí hará el casting para el elenco y se proveerá de técnicos.
"Me parece que la historia lo demanda -explica Gerscovich-. Y también creo correcto darle oportunidad a la gente de Mendoza para que trabaje en este proyecto."