Los Fattoruso, una familia muy musical
Presentación del Trío Fattoruso. Con Hugo Fattoruso, en teclados y voz; Osvaldo Fattoruso, en batería y coros, y Francisco Fattoruso, en bajo. En Tobago, Alvarez Thomas 1368. Hoy y mañana, a las 17, clínicas de candombe jazz en el Centro Recoleta, Junín 1930. Informes al 4807-6340. Nuestra opinión: muy bueno.
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Sin aviso, Hugo Fattoruso se sienta a su teclado y arranca con una canción sencilla; canturrea la letra y el tema parece el aperitivo de un show en el que se conjugaron las sutilezas melódicas con el ritmo que impone el corazón de este brioso trío, que eligió para su debut a la Reina del Plata.
El tema consigue su propósito: relajar el ambiente y prepararlo para una de las cabalgatas rítmicas más veloces, precisas e imaginativas de los últimos tiempos. La conjunción de los Fattoruso, los hermanos Hugo y Osvaldo junto a Francisco, hijo del primero, fue algo superior; suenan con un ensamble que sólo puede imaginarse dentro de una familia.
El primer tema en trío es una composición de Hugo, de 16 compases, desarrollado a una velocidad vertiginosa. Mientras Francisco mantiene la solidez del ritmo, Osvaldo desafía con sus tambores el tempo de los compases. Se zambulle con una seguridad poco común, pero levanta la vista y encuentra a Hugo listo para atacar una improvisación dominada por escalas que parecen provenir de la factoría del excelente Cecil Taylor.
Hugo combina diferentes timbres con un perfecto dominio de los silencios y de la síncopa, lo cual les da a sus composiciones una dimensión casi poética. Sería simplista clasificarlo como un músico de jazz: sus creaciones desbordan sus fronteras.
Un bajo con doble función
Francisco Fattoruso, con un bajo de cinco cuerdas, demuestra intrepidez y creatividad. A la manera del genial Jaco Pastorius cumple el doble papel de solista y el del músico que dialoga con el colectivo musical.
La batería de Osvaldo crea una permanente tensión rítmica que no decae; impetuoso, su manera de tocar revitaliza y empuja al grupo, sus explosivas acentuaciones brindan a los solistas motivación y una contagiosa y saludable audacia.
A la belleza de "Romance del sordo" le seguirá "Trío Celeste", un tema donde el trío consigue quizá la magia de sonar como uno. Es así: a este punto llega la relación de estos hermanos, ampliada ahora con la llegada de Francisco. Un encuentro familiar histórico que trascendió lo musical.





