María Rosa Fugazot : "No me preocupa que me critiquen porque me hice una lipo"

No hay edad para la coquetería. La actriz y ex vedette argentina, María Rosa Fugazot lo sabe bien. Por eso, a punto de cumplir 71 años se animó al bisturí y se realizó en un conocido centro de estética una lipoescultura con dermolipectomía (eliminación del exceso de piel y grasa de la zona abdominal).

Sin miedo a la polémica por la obsesión de las famosas con las cirugías estéticas ni prejuicios de ningún tipo planeó para fines de julio la intervención, una vez que hubo descansado de las grabaciones diarias de la tira Sos mi hombre, en donde encarnó a la madre del personaje de Luciano Castro, novela que se emitió hasta finales de junio. Así, hace ya más de 15 días se sometió a la anestesia confiando en el recomendado cirujano Aníbal Lotoki, con quién ya se operaron varias famosas.

-¿Por qué decidiste hacerte esta intervención?

-El deseo de estar mejor físicamente, sin dudas. Todo empezó porque quería quitarme una viaje cicatriz. Pero de paso, me tenté de eliminar todo lo que molestaba y sobraba. Cuando ya tenía todo arreglado lo volví a pensar y me dije a mi misma: "qué se te da ahora a la vejez viruela por hacerte la princesa", pero trabajé toda mi vida, tengo derecho, pensé después. Mis hijos me animaron "porqué no, si es para sentirte y verte mejor".

-Un incentivo innegable habrá sido el contrato que ya firmó para hacer durante la temporada de verano en Mar del Plata la comedia musical Sor Presas, junto a Moria Casán, Carmen Barbieri, Cecilia Milone e Ivana Rossi, entre otras...

-Y en algún sentido, subirme a ese proyecto con la imagen renovada está bueno. Me permite encarar lo que viene con más alegría, pero yo estaba cero kilómetro desde antes, ahora me sacaron brillo, pero no es que no estaba para subirme al escenario. Yo me sentía regia, sólo que ahora, estoy más contenta que antes y super ansiosa por arrancar con los ensayos la semana que viene. Creo que va a ser muy divertido, que lo vamos a pasar bárbaro arriba y la gente por ende, lo va a disfrutar cuando lo vaya a ver.

-¿Carmen y Moria te dieron algún consejito o recomendación?

-Para nada, con las chicas hablamos del show y lo divertido que será. Tenemos una relación super profesional y laboral. Los que recomendaron al médico y se ocuparon de todo fueron mis hijos, aunque sé que su equipo es reconocido y ya operó a mucha gente, figuras famosas entre ellos, por supuesto.

-Sin embargo...¿no te dio miedo hacerlo a esta edad?

-Yo nunca tengo miedo, tengo una gran fe en que lo que tiene que ser será. No tengo miedos de ese tipo. Estuve muy tranquila y confiada porque tengo el convencimiento que nunca me va a pasar nada que no me tenga que pasar. Al contrario, son cosas que uno va postergando por una cosa o por la otra y haberla hecho finalmente me pone contenta y me da tranquilidad. Si terminó siendo una coquetería de mi parte, me parece bien. Como operación fue fantástica, no me duele nada, aunque aún no se ven los resultados porque hay que esperar que se desinflame.

-¿Recibiste advertencias o comentarios en contra de hacerlo?

-La más crítica fui yo misma, que lo llegué a dudar, pensaba, no me lo hice de joven, me lo voy a hacer ahora... pero todo mi entorno, mis hijos, mis amigos, mi nuera, todos me apoyaron y me alentaron a que me animara. Me decían, si querés verte bien, por qué va a estar mal y hoy me alegro de haberlo hecho.

-Sin embargo, siempre levanta un poco de polémica una lipoescultura y más a esta edad ¿no?

-Yo no me meto con esas cosas, porque no me meto con nadie. Cada uno es dueño de su vida, los comentarios en contra no me llegaron. La única que se cuestionó fui yo, pero cuando lo medité un poco, llegué a la conclusión de que si hay algo que molesta, hay que sacarlo, no arrastrarlo de por vida. A veces uno posterga esas cosas para después, pero nunca es tarde para resolverlo, no hay edad para sentirse linda.

-¿No te preocupa en lo más mínimo?

-Si me preocupo por lo que se dice, tendría que ir agarrándome a trompadas con todo el mundo o discutiendo todo el día, y yo no soy de discutir ni de hacerme problemas por lo que opinen los demás. Les agradezco a los que opinan bien y a los que no, si me agarran en un buen momento, los escucho, porque a lo mejor hay algo entre lo malo que te puede servir. Aún en las críticas podés sacar alguna ventaja, pero no, en este caso no me preocupa seriamente. Esta vez dije me lo merezco, me doy el gusto de verme bien. Encima, voy a sentirme divina para el espectáculo que viene, no puedo pedir más, estoy doblemente chocha.