Celeste Carballo se vuelve cada día más cuerda: "No hay que quedarse quieto"
Recuperar sus discos clásicos es la nueva cruzada de Celeste Carballo . La cantante y compositora, que a lo largo de 40 años de carrera pasó por el folk, el punk, el pop, el tango y nunca abandonó el blues, ahora se lanzó a grabar en vivo LP emblemáticos de su carrera como una manera de volver a hacerse de los derechos de canciones que en muchos casos terminaron perdidos en una maraña de fusiones empresarias, venta de catálogos y laberintos burocráticos.Lo mismo está haciendo Divididos, que el sábado pasado se presentó en el Hipódromo de Palermo.
El primer paso lo dio hace dos años con el lanzamiento de Se vuelve cada día más loca por amor al blues, que no era otra cosa que una regrabación en vivo (se presenta este jueves en el ND/Teatro) de los clásicos de su disco debut Me vuelvo cada día más loca, más unos temas nuevos, incluyendo el hit "Amanecer de un día García".
Ahora, Celeste va por más y eligió Chocolate inglés, otro LP clave de su carrera –grabado a fines de 1992 y editado un año después, con la participación de Andrés Calamaro y Charly García–, que reúne algunos de sus temas más famosos como "Todo empieza", "El Chino", "La otra orilla", "Cuatro brazos cuatro piernas" o "Marcando el compás".
Celeste fue más que una rockera extravagante: en los tempranos 80 revolucionó al mainstream al derribar públicamente tabúes sexuales que pocos se animaban a sincerar.
"Cuando uno entra al estudio con un productor está entregando los derechos fonomecánicos de la grabación, no el derecho de autor de las canciones y tampoco los derechos de intérprete. Por eso, hace tres años se me ocurrió volver a grabar mis discos clásicos con los arreglos originales. Lo primero lo hicimos con Me vuelvo cada día más loca y ahora vamos con Chocolate inglés", cuenta una Celeste entusiasmada con el hecho de que su ejemplo está siendo replicado por otros músicos locales, como Divididos, que acaban de regrabar su disco debut 40 dibujos ahí en el piso, rebautizado como Haciendo cosas raras. "Ahora la idea es recuperar las canciones de Chocolate inglés, no solo para el disco, sino también para el show y para la gente. Y la idea es también incorporar algunos temas nuevos, como "Hace mil", que acabamos de grabar", asegura.
La grabación del Chocolate inglés Rock Live! se producirá este jueves en el ND Teatro con su nueva banda, Los Cosmonautas: Gonzalo Lattes (guitarra), Pedro Colpachi (batería), Jaco Rizzi (bajo) y Leonardo Da Rosa (saxo), más algunos músicos invitados como Osvaldo Bosch –el saxofonista que formó parte durante más de una década de la banda de Sandro de América– y Marcelo García, percusionista y baterista con el que se grabó Chocolate inglés en los 90.
La elección de grabar en vivo no es casual. Celeste no duda en definirse como una mujer que se hace fuerte arriba del escenario. "Hacer música en vivo es como hacer teatro. Todo depende de quién esté detrás del guión y de que te guste lo que está pasando arriba del escenario. El otro día escuchaba en la radio a un jugador de River que parece que promete. El periodista que lo entrevistaba le preguntaba qué sentía cuando lo hacían jugar de 5 y él en realidad era delantero. Me gustó la respuesta: uno aprende en las diferentes posiciones de juego. Eso es algo que trato de inculcárselo a los músicos que tocan conmigo. Muchas veces hablo de fútbol con ellos en los ensayos, porque para la música en vivo es clave el funcionamiento de equipo. Hay músicos que se encierran en un cuarto a tocar escalas y que ahí son buenísimos, pero que después los parás en un escenario y no saben moverse con la luz. Yo tengo una visión muy cosmogónica de lo que sucede en el escenario. Por eso siempre digo que nosotros no hacemos recitales, hacemos shows", dice.
El recital será un día antes de que Celeste cumpla nada menos que 62 años, de los cuales dos tercios se los pasó arriba de un escenario. La menor de ocho hermanos de una familia de clase media del barrio de Devoto debutó en vivo en abril de 1976 en el Auditorio Kraft, con su primera banda, llamada Alter Ego, y a partir de ese momento nunca se bajó ni del escenario ni de la música.
"Mi papá era distribuidor de tabaco y mi mamá, ama de casa, pero eran personas muy especiales, que amaban mucho el arte, escuchaban música clásica y tango. Mi papá renunció a ser cura y se vino desde Asturias a vivir en el campo con un tío que ya estaba instalado en la Argentina en Estación Stegmann, un pequeño pueblo a pocos kilómetros de Coronel Pringles. Después se vino a Buenos Aires, hizo toda su vida en la Capital, pero cuando se jubiló, vendió todo, su casa de Devoto, la quinta en Pilar y el auto, y se compró una chacra de 25 hectáreas en Pringles. Yo tenía cuatro años y nos fuimos a vivir con mis padres y dos hermanos, mientras los más grandes se quedaron en Buenos Aires. Para mí fue maravilloso. Estuvimos cinco años en Pringles, pero volvíamos todos los veranos a Buenos Aires", explica la cantante porteña que con su tema "Mi querido Coronel Pringles" salió a disputarle al escritor César Aira el título de pringlense más famoso. "Me encantaba vivir en Pringles y a César Aira y al poeta Arturo Carrera los conozco de mentas de allá –relata Celeste–. Mi tía siempre me hablaba de César y Arturito que eran los grandes intelectuales de la ciudad, aunque en ese momento no estaban mucho en Pringles y ya vivían en Buenos Aires. Después los leí y me encantaron, especialmente Arturo Carrera".
Como si el tiempo no hubiera pasado, Celeste se muestra más activa que nunca; tan libre como cuando en 1983 grabó su primer disco con un sello independiente y tan inquieta como cuando en 1985, después de una gira por España, volvió fascinada por la escena punk y puso en marcha su banda Celeste y la Generación. Para esta nota, Celeste no aceptó tomarse fotos que no fueran junto a su banda. "Desde hace veinte años produzco mis discos de manera independiente. Y ahora tengo muchos planes para mi sello, Cece Digital. Estoy convencida de que hay que tener volumen de producción. Hay que sacar singles, discos, hacer listas, nunca quedarse quieta", dice con un entusiasmo contagioso
La conexión con los Redondos
Si algo de lo que se puede jactar Celeste Carballo a lo largo de los más de cuarenta años de carrera es de haber tocado con todo el mundo en la escena del rock argentino: desde Charly García hasta Pappo, pasando por Andrés Calamaro, Fito Páez, Fabiana Cantilo o los Ratones Paronoicos. En la lista también hay que incluir a los Redondos en su etapa platense, cuando el grupo comandado por el Indio Solari y Skay todavía no había concretado su desembarco porteño y estaba a años luz de convertirse en el fenómeno de masas que sería unos años después.
"Yo soy de Capital, más precisamente del barrio de Devoto, y cuando empecé a tocar vivía en San Telmo, pero tenía un manager que era de La Plata y por eso siempre me conseguía fechas para tocar allá. Además tenía una amiga platense y era común que me quedara a vivir en la ciudad. Así conocí a la Negra Poli y a Skay, que eran de venir a tomar mate a casa y nosotras íbamos a la casa de ellos. En esa época, estoy hablando de 1981, en La Plata había muchísima música, todos los días había recitales en bares o se organizaban pequeños festivales. Los Redondos tocaban allá y yo me presentaba antes o directamente subía con ellos. Incluso, cuando hicieron uno de sus primeros shows en Buenos Aires, en el Teatro Margarita Xirgu, me invitaron a cantar con ellos tres temas: 'El blues de verano', 'Una canción diferente' y uno más que creo que fue 'Me vuelvo cada día más loca'. En algún lugar debe estar esa grabación. Incluso no por nada cuando hice mi primer recital en Obras, en 1983 para la presentación de Mi voz renacerá, el único músico invitado en el escenario fue Skay. Después medio que los dejé de ver, pero siempre seguí ligada a La Plata y por eso cuando comencé con el proyecto de Celeste y la Generación me dije que los músicos tenían que ser de allá, así que puse un aviso en un diario platense pidiendo 'Se buscan músicos para banda punk'. Y el primero que me contestó fue Marcelo Montolivo, que era de ahí y venía de tocar con Los Baraja (Montolivo está prófugo luego de ser condenado por abuso, y es buscado por Interpol)".
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