
Charly García: "Yo tengo poder real"
Tras cantar en la Plaza de Mayo, el músico habla de su relación con las instituciones y anuncia un ciclo de presentaciones en Obras
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En 1974, después de la muerte de Juan Domingo Perón y con Isabelita y López Rega ardiendo entre el humo de un país en llamas, el joven Charlie García escribió, en forma de álbum conceptual, el primer capítulo de su tormentosa relación amor/odio con el poder institucional. El disco se llamó "Pequeñas anécdotas sobre las instituciones", sufrió más de una censura previa y, a pesar de ello, fue considerado uno de los trabajos más lúcidos y críticos del grupo que compartió con Nito Mestre, Sui Generis.
Treinta años después, las pantallas del mundo nuevo disparan imágenes de un Charly con "y", sentado en el sillón de Rivadavia, haciendo chistes con el presidente de la Nación y, poco después, entonando el Himno Nacional en la Plaza de Mayo ante una multitud. No, no es un videoclip de su último disco. O sí, tratándose de él todo es posible. Pero lo cierto es que se trata del mismo hombre aquel, con el mismo bigote de malicia trabajado a sangre y sal más famoso de la historia argentina y con los mismos dedos de pianista de mil falanges. ¿Qué ocurrió en el camino? Mucho más que un pequeño cambio de letras en un apodo: de la crítica institucional a la toma, a su manera, del poder, García vivió intensamente su relación con los gobiernos de turno y la política, que tuvo su pináculo en 1999, cuando entrelazó una amistad, tan profunda como puede ser el significado de la palabra lealtad, con el entonces presidente Carlos Menem (show en la quinta de Olivos, intercambio de regalos y visitas varias y hasta un disco de edición limitada: "Charly & Charly").
Hace dos años le pregunté si realmente alguna vez se le había pasado por la cabeza la idea de postularse, en serio, para presidente, y contestó: "Me lo he imaginado, ya sea por hartazgo, por curiosidad o porque ya conocí un par de presidentes y más o menos sé cómo es el laburo, je, je, je".
La Casa Rosada de García
El balcón de la Casa Rosada de García no da a la Plaza de Mayo, pero su dirección es casi tan conocida como la de Balcarce 50. Allí, entre las paredes del departamento de Coronel Díaz y Santa Fe, el músico es Presidente, Emperador y Rey. "Yo tengo poder real. La Casa Rosada es un poder, pero en realidad es un hotel en el que los presidentes, en un momento, tienen que pagar la cuenta, los gastos del frigobar y les dicen «chau, gracias por los servicios prestados». En cambio, yo no alquilo. Mi poder es un apartamento comprado."
La última vez que García me recibió en su cama presidencial, el artista estaba "horrorizado por el pseudoprogresismo argentino" que acompañó los primeros meses de gobierno de Kirchner. Ahora, por primera vez, habla de su encuentro cercano con el hombre fuerte de la Patagonia. "Me mandó el auto presidencial, con un chofer muy simpático, que me contó anécdotas muy graciosas que no puedo repetir. Dentro del protocolo, estuvo todo bien, no encontré nada misterioso. Me pareció bien que Kirchner no estuviera ahí arengando. Si ganó propaganda para su gobierno lo hizo de una forma elíptica. La verdad es que fue todo bastante civilizado... Ojalá la Argentina fuera así."
-¿Qué te sedujo de la propuesta?
-Tocar el Himno en la Plaza, el 25 de Mayo, y darle un cachetazo a todo lo que fue la Patria de otras personas, de las dictaduras. Fue como levantarle el dedo, una venganza desde un nivel muy cool. Y lo veo conectado con otros hechos románticos en el buen sentido, como descolgar el cuadro de Videla en la ESMA y todo eso. Esos actos no tienen partido.
Como tantos otros argentinos nacidos en cunas de clase media, a través de los años Charly García nunca entendió al peronismo. "Realmente ya no sé lo que es un peronista. He visto tantos y tan diferentes entre sí que uno no puede concluir cuál es su verdadera ideología. Lo mismo que el comunismo, que no existe más y que en una época era lo que todos querían ser. Hasta Picasso era comunista."
-¿Le llevaste el brazalete de Say No More a Kirchner como lo hiciste con Menem?
-¡No, no! Soy prostituta, pero no tanto (y estalla en carcajadas).
El tipo que escribió una canción en la que aseguraba haber nacido sin poder demostró un cambio de estrategia en la última década: acercarse al poder institucional lo más posible para, una vez llegado el momento, pegar el zarpazo. "Los presidentes tienen que hacer una campaña, venderse, transar con otros. Y voy yo, toco el Himno y tengo más poder que ellos. Méndez también se dio cuenta de eso. El me dijo: «Los políticos pasamos y los artistas quedan». Nadie se acuerda del gobernador del pueblo de Mozart... Mi poder es mucho más verdadero, porque la gente se acerca si quiere. Y yo no siento que sea una carga, como la fama. El éxito y el poder no son malos. El poder es otra cosa de lo que la gente piensa."
-¿Y qué es?
-El poder es el poder que tiene uno, dentro del alma, que se nota cuando das un paso o un beso o lo que sea. Todos tenemos poder. El tema es que no hay que extender los límites de ese poder, o de lo que hace, lo que vende o lo que es, más allá de lo que uno puede controlar.
-¿Y vos alguna vez cruzaste ese límite?
-Nunca. Cuando me tiré del noveno piso a la pileta, sabía que había un 25 por ciento de posibilidades de que le errara. Pero fui igual. Por supuesto que sabía del riesgo, fui totalmente consciente de eso, pero tenía que hacerlo para... ¡demostrarles a todos mi poder! Punto (las risas obligan a una impasse).
Devolviendo la influencia
Charly siempre tiene planes musicales. Podría decirse que, recordando a una de sus bandas, es una máquina de hacer pájaros con ideas que luego le cuentan por la noche. Por supuesto que muchas de ellas las olvida, pero ahora tiene dos entre manos que le hacen brillar los ojos: un disco de covers y un ciclo de shows con repertorios de toda su carrera en el estadio Obras (ver recuadro). "Andrew Oldham (mítico productor de los Rolling Stones) me propuso que varios grupos ingleses grabasen temas míos. Y ahí se me ocurrió hacer un disco: «Devolviendo la influencia». Todos covers de bandas como The Animals y un tema mío, que compuse a los nueve años y que se llama «Corazón de hormigón». Es lo más parecido a Café Tacuba en plan Leo Dan."
-En los últimos años trabajaste tanto o más con canciones ajenas que con propias, ¿por qué?
-Yo odio a los músicos que conocen sólo sus canciones, me parecen unos burros. El futuro está en el pasado, dijo Bob Dylan. Creo que hay un mundo de verdad y otro virtual. En el virtual tocan todos. Yo no hago covers para tocar en la confitería; mis discos tienen la función de conectar otros puntos de vista. Alguien dijo que yo era un erudito de la música, y es así. El estado musical actual del rock es lastimoso. La música está muy resentida. Es mentira que todos podemos tocar. Todos no podemos jugar al fútbol. La Santa Cecilia, patrona de la música, que yo la tengo como una virgen, ha sido violada por ordas bárbaras.
García aprovecha la ocasión para enviar saludos y utiliza el grabador como si fuera un contestador automático universal: "Saludos a Celeste Cid... Fito, enhorabuena. Mercedes, generala. Claudia (Villafañe): Hola, es Charly, acordate que estoy ahí. Chau".
Charly comparte con Diego Maradona la adicción al poder de las masas. "Sí, y ahora vamos a compartir clínica", dice, y sonríe. "Yo pasé por lo que pasó él. No tenía el corazón tan roto, pero fue parecido. Y la clínica no es una solución. A mí me internaron un montón de veces y no me curaron de nada nunca, al contrario. Eso está todo mal. Ojalá pueda zafar, Diego es una persona que a mí me dio ganas de seguir siendo tan loco como siempre y de no bajar los brazos."
Suena el timbre de la Casa Rosada de Coronel Díaz. Es Alan Faena. "Decile que hacemos las fotos y salimos", pide, y la orden se cumple ipso facto. Charly se cuelga, se queda pensando unos segundos y arroja su frase final: "Está interesante esta película de estar en el asunto por siempre".
Ya en la puerta y sin granaderos, un hombre de treinta y pico, que trabaja por las noches cuidando autos en la cuadra, se acerca: "¿Ustedes son los que le hicieron una nota a Charly? Recién lo vi bajar, pero se me escapó. Me quiero matar. Tengo 27 fotos con el loco acá, es un genio". Y una vez más, pienso que me equivoqué: la Casa Rosada de Charly también tiene granaderos.
Shows del poder
- 1973: su primer concierto proselitista, en la cancha de Argentinos Juniors, festejando el regreso de la democracia y la asunción de Cámpora.
- 1982: tras la separación de Seru Giran, participó del oficialista Festival de Solidaridad Latinoamericana, a beneficio de los soldados de Malvinas.
- 1989: apoyó con su música la candidatura presidencial de Eduardo Angeloz. Desde allí suplicaba: "No voten a Nemen".
- 1999: Say No More viajó a Olivos, tocó para el entonces presidente Carlos Menem y realizó una edición limitada del álbum "Charly & Charly".
- 2004: cerró el acto por el 25 de Mayo en la Plaza de Mayo, con su versión del Himno Nacional, el mismo día en que Néstor Kirchner cumplió un año en el gobierno.



