Cómo interpretar a Beethoven y apelar a la sensualidad
Para muchos, la audacia de Yuja Wang consiste en su manera de aparecer en escena; mejor, de convertirse ella misma en una puesta en escena con sus vestidos cortísimos y ajustados. Si se tratara solamente de eso, la audacia de la pianista china sería más bien modesta. Pero la audacia de Yuja Wang es también de otro tipo.
Ella, que nunca tuvo a Beethoven en el corazón de su repertorio, decidió hace un par de años tocar la sonata Hammerklavier, ese tremendo y erizado monumento pianístico. ¿Por qué lo hizo? Ella misma lo contó en una nota que publicó The New Yorker. "Para probar que podía tocar la más difícil de todas las sonatas de Beethoven". Lo hizo, claro. Esta noche, en el Teatro Colón, en la primera de sus actuaciones en Buenos Aires invitada por el Mozarteum Argentino, hará un repertorio más afín a sus inicios: Preludio en sol menor, opus 23, Nº 5; Vocalise, opus 34, Nº 14, y Etude-Tableaux en mi bemol menor opus 39, de Sergei Rachmaninov; la Sonata Nº 3, de Chopin, y la Sonata Nº 6, de Sergei Prokofiev.
"Diría que tengo afinidad con todos los compositores que toco, pero es verdad que la música rusa fue la primera cosa que escuché cuando empecé a estudiar piano -explica Yuja-. También Chopin y música eslava en general. Chaikovski y Rachmaninov, aunque especialmente Chaikovski tenía una afinidad con la generación de mis padres, y la influencia que Chaikovski tuvo en China".
Prokofiev, su impronta maquínica, parece demandar en cambio otras cosas. "Esa dimensión maquínica es una sola de las suyas. Para mí, Prokofiev tiene cuatro elementos característicos que están en toda su música: lo maquínico, como en la Toccata; lo clásico; lo lírico, y lo narrativo. Para no hablar de su carácter sarcástico, que es maravilloso, y su mundo como de cuento de hadas, además. Prokofiev y Rachmaninov fueron grandes pianistas, pero no creo que el virtuosismo deba ser la preocupación principal. Rachmaninov es el compositor de las armonías más exuberantes y las melodías más maravillosas. Es imposible no conmoverse. Y sí, son mis compositores favoritos, junto con Chopin. La tercera sonata que voy a tocar es el ejemplo más perfecto de cómo estructurar arquitectónicamente una pieza. En sus obras cortas y en las de largo aliento, Chopin tiene todo".
Para volver al principio, Yuja Wang dijo una vez que la música era sensual y que no había razón por la cual la ropa no la acompañara. Uno no puede dejar de recordar la frase de Glenn Gould según la cual los Intermezzi de Brahms eran "sexis". "La música es sensual -confirma Yuja-. Hacer sonar bien el piano parece algo muy abstracto, pero la producción del sonido es táctil, el teclado se toca. Hay ahí algo muy sensual. Y además el propio sonido da placer cuando uno toca. Pienso que gran parte del poderío de la música se relaciona con nuestro ritmo más primario".
Como sea, la imagen de Yuja en escena coquetea con el pop, y esto es algo que ella no niega. "Personalmente, me encanta escuchar pop para relajarme y distraerme. Escucho a Rihanna, Lady Gaga y hip hop también. A veces uno necesita la concentración de la música clásica, y otras, Instagram y el pop. Creo que podemos encontrar un equilibro entre los dos mundos y yo vivo de esa manera".
Yuja Wang
- Concierto de piano
- Hoy y el miércoles, a las 20.
- Teatro Colón, Libertad 621.
- Mozarteum Argentino