Cómo surgió la invitación de Gorillaz a Trueno: el fanatismo de la hija de Damon Albarn y la rima que improvisó el rapero

El 30 de abril de 2021, justo un año antes de que Gorillaz y Trueno compartieran escenario en el Quilmes Rock, Missy, la hija de Damon Albarn, compartió en su cuenta de Instagram una foto del rapero argentino. Sin proponérselo, la joven que hoy en día tiene 22 años, daba el puntapié inicial para el que tal vez haya sido hasta ahora el pico máximo en la carrera del músico nacido en La Boca. Y el propio Trueno confía en que ese haya sido el disparador.

“La hija de Damon escucha mi música y seguramente le habrá mostrado algo”, le dice en exclusiva a LA NACION. “Y gracias a la gente de Pop Art [la productora del festival] pudimos combinar, conocer a Damon y su banda. Después nos hicieron la invitación de subirnos a improvisar con ellos y nosotros agradecidos por la invitación”.

“Un saludo para Damon, esta es toda tu gente de Buenos Aires”, improvisó Trueno en su primera entrada sobre “Clint Eastwood”, el gran clásico con el que Gorillaz cerró su show, para luego soltar su barra más interesante: “Desde Argentina llegamos hasta Inglaterra / Por culpa de un micrófono ya no existen las guerras”. Fiel a las leyes del freestyle, Trueno asegura no haber pensado demasiado las rimas antes de subir al escenario. “Siempre se trata de improvisar”, sostiene.

”La idea era hacerlos sentir en casa, que sientan que estaban con su gente y hacer la conexión con Inglaterra para devolverles el gesto por la invitación”, agrega Trueno.

Todo se dio en cuestión de horas para Trueno, que probó sonido con el grupo apenas un ratito durante el día y allí acordaron dónde entraría su parte. “Eran los versos que la canción lleva rapeados originalmente, esa parte quedó para mi freestyle”, explica. “Así que chocamos los cinco, probamos sonido una vez y salimos”. El resultado final, dice Trueno, que cumplió 20 años en marzo, fue inmejorable también arriba del escenario: Fue como jamear en las grandes ligas. La banda tiene muchísimo estilo, son unos grosos. Y se notó que todos lo disfrutamos, lo que hacían ellos, lo que hice yo, cómo tocaron, cómo metieron coros. Lo disfruté muchísimo y por supuesto estoy agradecido por la oportunidad”.

“Mi única etiqueta es el hip hop”, suele decir Trueno cuando se le pregunta por su música. Nacido como Mateo Palacios Corazzina, a los 20 años es una de las figuras más relevantes de la música urbana que dio la Argentina en los últimos tres años, pero también es dueño de un sello característico que parece tener su caminito al costado de las tendencias. En sus canciones podrá coquetear con el trap, con el reggaetón y con otros ritmos que hoy son tendencia, pero siempre con base en el hip hop clásico, el que mamó de muy chico.

Hijo de Pedro Peligro, un rapero de culto de la escena argentina y uruguaya, Trueno empezó a rapear a los tres años. De ahí que la conexión hip hop-familia sea para él orgánica y de base. “Arriba del escenario está mi padre, mi mejor amigo, mi ñeri, la Comuna 4... Somos nosotros y abajo las familias que nos van a ver, ese es el único código que mantengo”, señala el rapero.

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