Con el ritmo de Buddy McCluskey
Como si fuese un destino para los McCluskey, Buddy, hijo del inolvidable Don Dean, regresa al Alvear Palace para reanudar el ciclo "Bailando en el Alvear", en el roof garden del hotel, un legendario espacio para el baile y las relaciones sociales.
De naturaleza optimisma, con sus joviales 67 años, Buddy McCluskey retoma hoy, a las 19, en el histórico espacio que inauguró su padre, el ciclo que décadas atrás hizo bailar a Buenos Aires, "Bailando en el Alvear".
"En esta oportunidad, el ciclo tiene como propósito realizar un trabajo solidario como es recaudar fondos para distintias entidades de ayuda social, en este caso es para la Casa Cuna, un lugar que también forma parte de la historia porteña", señala McCluskey, integrante de los famosos Mac Ke Macs, como introducción.
Con una sólida experiencia en el campo discográfico, representante de Roberto Carlos para el mercado de habla hispana y del grupo escandinavo ABBA y en la organización de encuentros empresariales, McCluskey dice que la música debe ser suave, sin estridencias, para este tipo de veladas
El cantante señala que estará acompañado por un septeto que sabe de swing y de matices. "Dos factores completamente necesarios para el baile", añade.
"Nos conocemos mucho, al punto de poder jugar con la música, con los cambios inesperados en un clima de serenidad y alegría", revela este músico, que comenzó su carrera profesional a los quince años.
Conocedor de su oficio, McCluskey preparó un repertorio dedicado al baile con compositores con Glen Miller, George Gershwin, Cole Porter, Carmichael y Jerome Kern, entre otros.
"La música es para dejarse llevar; elegimos un selecto grupo de compositores que encarnan el espíritu de los años treinta y cuarenta, donde el baile era una de las expresiones más comunes en el público", comenta el cantante, que promete abrir y cerrar la jornada con "Bailando en Alvear", tema compuesto por Don Dean dedicado a su esposa.
Mientras surgen las anécdotas, como el haber sido grupo soporte de Louis Armstrong con los Mac KeMacs, el cantante revela que la profesionalidad va de la mano de la calidad, tanto en los asuntos empresariales como en la música.
Incansable, McCluskey prepara, para editarla en el exterior, una "Suite patagónica", que tendrá como basamento rítmico motivos folklóricos, como el malambo, dentro de un clima de cuerdas y vientos que realzan las figuras melódicas. "Es una música que, espero, haga conocer los encantos de este país, también es ésa la función del músico", concluye.
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