
Con el sello de Los Kjarkas
El popular y veterano grupo actuará en el Luna Park
1 minuto de lectura'

"Antes de Los Kjarkas era una vergüenza tocar la música boliviana. Nadie quería. Pero se cambió el poema, se cambiaron las formas musicales, se enriqueció la melodía. De esa manera los jóvenes se fijaron un poquito en nosotros." El que habla es Gonzalo Hermosa Gonzales, y sus dichos están avalados por los más de treinta años de vida que tiene el grupo que fundó con algunos de sus hermanos.
Hay muchas maneras de escuchar la música de Los Kjarkas y de entender su trayectoria artística. Para escucharla se puede ir mañana, a las 21, al estadio Luna Park. Para entender la vigencia del conjunto habrá que unir varios elementos. El grupo fundado por los hermanos Hermosa es el creador de hits como "Llorando se fue" (plagiado a mediados de los años 80 en una versión en portugués que se hizo famosa como "Lambada"). Los Kjarkas son los del repertorio romántico y las sayas sensuales; del sonido andino y las canciones que fusionan ritmos de la región. Es el grupo que creó, gracias a un método propio, varias escuelas musicales de luthería e interpretación de aerófonos, charangos y guitarras. El que, identificado con sus ponchos claros, viajó por tantos países de América, Europa y Asia.
Como una de las curiosidades se puede recordar que hace algunos años fue homenajeado por más de una docena de bandas de rock de su país.
A la Argentina estos muchachos llegaron por primera vez en 1979. Ese año se presentaron en Jujuy y al año siguiente en Buenos Aires. Desde entonces su presencia en algunos festivales de folklore desata la emoción de muchos seguidores de la comunidad boliviana instalada en nuestro país y de los argentinos que se interesaron en su música. Para el próximo recital, el debut del grupo en el Luna Park, la mayoría de las entradas ya estaban vendidas una semana antes.
El conjunto fue creado en 1968. "Pero recién pudimos lanzarnos con un estilo propio en el 71 -cuenta el líder del grupo-. Hasta entonces cantábamos canciones de autores latinoamericanos. Muchos argentinos, chilenos, uruguayos y bolivianos." Al principio eran tres de los hermanos Hermosa (Wilson, Castel y Gonzalo) más Edgar Villarroel. "Pensamos que la música podía aportar mucho a los cambios sociales. Es una necesidad vital. Aun hablando del amor se lleva un mensaje implícito." Además de publicar su primer CD, desde entonces se produjeron varios cambios estéticos y de integrantes. "Mis hermanos mayores se convirtieron en profesionales y tuvieron que dejar la guitarra. Pero los menores de la familia, Elmer y Ulises, habían nacido cantores aunque no conocieron escuela musical."
Gonzalo, que es médico, también pudo haber seguido el camino de los mayores. Sin embargo, apostó al grupo. "Siempre quise volver a la medicina. Pensé que la música iba a durar, pero no tanto. Fue una vorágine, no me dejó salida. Ahora estamos con una gira por Canadá, Estados Unidos y América Central. Y acabamos de llegar del Perú. Las dos actividades nunca fueron compatibles. Al principio pensaba que la música era un hobby y terminó siendo una profesión."
A pesar de la formación autodidacta, Los Kjarkas fundaron en Bolivia una escuela de música, a principios de los ochenta, que, incluso, llegó a tener sucursales en Japón, Perú y Ecuador. "Ahí enseñamos a construir los instrumentos y a ejecutarlos. Ya pasaron por la escuela unos dos mil niños", dice Gonzalo.
-Se puede decir que llegaron al público masivo con las canciones, pero a la vez se dedicaron a la divulgación de algunos sonidos de su país.
-La de Los Kjarkas es una música dedicada al pueblo. Le devuelve la confianza en sí mismo. Es de autoestima.
-¿Cómo está la estima del pueblo boliviano debido el momento político de los últimos tiempos?
-Hay cosas positivas y algunas negativas. El pueblo ya no se aguanta y quiere decir su verdad. Lo negativo es que hay algunos hábiles sindicalistas que se aprovechan de esto. Muchas veces dirigen eso hacia sus conveniencias. Eso es lo que no me gusta de la situación actual.
-¿Y cuál es la situación de Los Kjarkas? ¿A qué se debe su vigencia?
-A que es una música para el pueblo. No tengo otra explicación. A mí me halaga cuando la gente puede comulgar con lo que hacemos. También será porque hemos seguido una línea.



