
Cuando convicción y actitud son virtudes
1 minuto de lectura'
Presentación de la Christianssand String Swing Ensamble, de Noruega, con Miguel Dobrodenka en canto, Brynjar Rasmussen en clarinete, Marius Tobias en trombón, Gisle Sandvand y Einar Watle en guitarras y Eirik Are Oanes Andersen en contrabajo. En Clásica y Moderna.
Si el valor de las propuestas radicara únicamente en la actitud y en la convicción de ideas, la Christianssand Ensemble tendría un lugar destacado en materia musical pues este joven grupo noruego dejó en evidencia durante su debut en esta ciudad una fuerza emocional digna de mención.
Trajeron desde aquellas tierras su amor por el swing, que concretamente dio origen a este ensamble, y su mirada sobre asuntos tan diferentes como la tradición operística, las marchas, la canción francesa y el mundo latino con piezas como "Granada" y "Bésame mucho".
Un repertorio que deja en claro que este sexteto noruego se atreve a casi todo. Saltan kilómetros y épocas sin otra razón más que su gusto por el eclecticismo. Del "Caravan", de Tizol, a "La vie en rose", sin decir agua va.
La Christianssand es un grupo de intérpretes compacto, sin pretensiones instrumentales, cuyo fuerte se asienta más bien en un funcionamiento colectivo, claramente aferrado al ritmo, elemento principal del grupo, aunque quien se lució fue el clarinetista Brynjar Rasmussen, de preciosa técnica y swing rampante.
Sin embargo, la clave de la agrupación recae en Dobrodenka, un cantante de estilo polimórfico, que logra una conexión inusual con el público, que parece quedar subyugado por su forma excesivamente expresiva pero con una paradójica frialdad que lo aleja del histrionismo vacío.
Desde el comienzo, el auditorio que llenó el club se mostró fascinado por este sexteto que sin vacilaciones avanzó con un repertorio pleno de melodías en su inicio para ir en busca de formas más swinging, en donde el combo no sólo sonó convincente y comprometido con el estilo creado por el HotClub de Francia.
Mientras el grupo hacía una versión retocada de "Caravan", frente a la vidriera de Clásica y Moderna, tranquilos paseantes detenían su marcha para saborear desde la calle una música sin fronteras .
Entre vivas y aplausos, la Christianssand revivió un "Granada" pleno de una euforia contagiosa y que terminó siendo cantado por un auditorio que fue, como el sexteto, un espectáculo en sí mismo.





