Ed Sheeran - ‘No.6 Collaborations Project’
Warner - Tres estrellas
En 2011, meses antes de convertirse en una superestrella del pop, Ed Sheeran editó un EP llamado No.5 Collaborations Project, una serie de duetos junto a raperos de la escena de grime del Reino Unido. Ocho años, tres discos multiplatino y varios estadios más tarde, vuelve sobre esa idea en un álbum que sigue la lógica de DJ Khaled: se trata de un evento de all-stars diseñado para el máximo impacto comercial posible.
No.6 Collaborations Project reúne a Travis Scott, Justin Bieber, Cardi B, Eminem, 50 Cent, Chance the Rapper, Camila Cabello, Young Thug, Skrillex, Bruno Mars, Paulo Londra y más, todos al servicio de que Sheeran se muestre no solo como un trovador acústico trotamundos, sino como un artista dinámico capaz de moverse entre el hip-hop, el R&B y el dancehall. Dentro de esa apuesta ambiciosa y potencialmente desordenada, Sheeran se las arregla para crear una narrativa que explota la tensión entre la ansiedad social que produce la fama y su único antídoto: el amor incondicional de su esposa Cherry.
Sheeran siempre se mostró como un tipo común. Esa identidad está más subrayada que nunca en No. 6. En buena parte del disco, se la pasa expresando su desprecio por las fiestas: canta contra la cultura de los autos caros en "Beautiful People", le pide a la gente que no lo toque en "Antisocial" y se alegra de terminar una función para poder volver a su casa con su chica en "I Don’t Care".
La voz dulce de Sheeran se mueve sin problemas entre los géneros, pero por momentos el disco falla a la hora de conectar a varios de sus invitados, acentuando la sensación de aislamiento. Meek Mill y A Boogie wit da Hoodie, por ejemplo, suenan como si necesitaran una siesta en sus respectivos versos de "1000 Nights". Cuando Sheeran toma riesgos, es capaz de seguir a personajes tan disímiles como Camila Cabello y Stormzy a sus propios terrenos. Sin embargo, por más que No.6 sea un intento por incorporar elementos estilísticos del hip-hop, en general suena forzado.
En el contexto de su reciente ascenso a la fama internacional, los pedidos de auxilio y las declaraciones de amor constantes de Sheeran a su mujer son sorprendentemente adorables, y le dan al disco cierta profundidad que no aparece cuando canta sobre sexo o drogas. En "I Don’t Want Your Money", describe cómo su trabajo interfiere en su relación de pareja, y te recuerda que siempre vas a extrañar a tu novia, sin importar la cantidad de plata que tengas en el banco.
Danny Schwartz
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