Juanito, el cantor que se sube a una nube mágica
Responsable del sonido de La Caravana Mágica, Juan Serrano es uno de los músicos más inquietos de su generación
1 minuto de lectura'

A Juanito el Cantor no le gustan los compartimentos estancos, las etiquetas, las ataduras y todo aquello que tenga por objetivo adosarle un título a su obra. Por eso continuamente se desmarca. Cuando esperamos que nos vuelva a sorprender como solista, se transforma en una de las caras de la multibanda La Nube Mágica; cuando esperamos que se anuncie con bombos y platillos su ingreso al Olimpo de los productores, aparece colaborando con la cumbia-rap de Miss Bolivia o con el cantautor Emilio Cardone. Hombre de la escena oeste del conurbano, hacedor de canciones y de universos sonoros, transita el camino opuesto de pesos pesados como Gustavo Santaolalla. Sin embargo, es probable que termine por llegar al mismo sitio.
En 2007 Juan Serrano sorprendió a propios y extraños con 12 canciones de amor y una botella de vino . Un título apropiado para un compendio de canciones artesanales, piezas de fogón que pueden orquestarse o mostrarse desnudas, sólo con guitarra y voz. La veta autóctona que aquí mostró con timidez emergió con fuerza tiempo después con Doña María, sexteto que sorprendió en 2009 con un gran disco debut: una lectura siglo XXI del folklore de América latina. Y cuando decidió volver al solista para dar forma a su segundo opus, El sueño de las ballenas , el pulso grupal volvió a emerger. En el medio produjo discos, como los dos volúmenes de La Caravana Mágica de Gustavo Cordera, en compañía de Chávez, otro producto autóctono del conurbano bonaerense.
" El sueño de las ballenas es un disco-película que va a salir el año que viene. Para él, empecé a trabajar con otros músicos con la idea de ampliar la sonoridad. Hicimos el álbum y después seguí tocando con algunos de esos músicos. Al principio, éramos una guitarra y cuatro voces y después esa formación se fue expandiendo de modo espontáneo. Se acercaron otros músicos que querían tocar y se sumaron. Así llegamos a nueve voces y a entre doce y quince músicos en total. Ahí decidí darle una patada a Juanito el Cantor y darle lugar a La Nube Mágica."
Juntos es mejor
En este Serrano, al fin de cuentas tan prolífico como el de Los Auténticos Decadentes, lo que prima es el pulso grupal. Suerte de Devendra Banhart criollo, su espíritu inquieto y hippie lo lleva a escuchar otras voces y a congeniar con las que sean necesarias para enriquecer su música. En sus palabras están las señas particulares de su ADN artístico. "Es muy difícil dejar de ser una persona -sostiene-. Tus ideas responden a tu historia, a tu formación, a tus gustos, a tu persona. Por más brillante que sea un solista yo siempre veo más riqueza en la música compuesta por varias personas. Yo disfruto mucho más de escuchar esa confrontación de gustos musicales y energías que se da en los grupos."
La Nube Mágica ya tiene un disco debut que sorprende primero por su packaging (una cartuchera de material reciclado) y luego por sus canciones intrincadas, complejas y disfrazadas de dibujitos infantiles. "Hay una impronta folk en la sonoridad por trabajar mucho con los instrumentos acústicos, y si bien está presente la canción es muy difícil de ser interpretada en formato solista", explica Juanito. En lo musical, sorprenden las capas de sonidos que se superponen, caminan en paralelo y se desvanecen, al tiempo que hacen lo mismo las múltiples voces del grupo. Las letras pueden ser psicodélicas, metafóricas o directas, eso sí, siempre llevan un mensaje tan optimista como brillante. "A mí pedime lo que quieras cuando quieras, estoy dispuesto a cortar todos los nudos...", canta Juanito en "UHUHUH" -así, en mayúsculas-, en lo que parece ser el manifiesto de La Nube Mágica.
-¿El trabajo con Cordera y La Caravana Mágica fue una influencia para La Nube Mágica?
-Seguro que tuvo que ver, fue una experiencia muy rica. Haber pasado por ahí fue una fuente de experiencia y de inspiración muy grande. Siento que Gustavo [Cordera] es un tipo sumamente comprometido, es una persona que se levanta a las 7 de la mañana, agarra una guitarra y se pone a hacer canciones hasta las 12 de la noche y sigue haciendo eso durante todos los días del año, por lo menos desde que yo lo conozco, hace cinco años. Siempre está conectado con el entusiasmo. Es una inspiración fuerte para mí y también fue importante haber aprendido cómo funciona una estructura grande y profesional.
-La música, las letras y el resultado de la banda buscan estar en sintonía con la naturaleza. ¿Son conscientes de esto?
-Sí, sabíamos que estábamos comunicando eso con el CD y queríamos hacerlo: mostrar que hay opciones para contemplar una conciencia del reciclado. La idea nació un día que estábamos en la librería del Centro Cultural de la Cooperación. Por un lado, me desesperaba la cantidad de papel que había ahí y, a la vez, sentía la necesidad de llevármelo todo a mi casa. Más allá de no poderme llevar ninguno por lo caro que son los libros, dijimos: «Por qué vamos a hacer un disco encelofanado, en una caja y con mucho papel, cuando nuestra realidad es que los discos los escuchamos en el auto o en formato digital». El CD me parece un objeto de valor, hace un recorrido diferente, pasa de mano en mano, pero queríamos adoptar una posición. Conocimos unas chicas de una ONG de reciclado, Feriado, y nos propusieron trabajar sobre el concepto de no packaging , es decir, un envoltorio que sirva para contener el material, pero que después no necesariamente sea de descarte como un celofán o una caja que se rompe fácilmente, sino que pueda ser reutilizable.

