Julieta Rada: su nuevo disco, el camino de la independencia y el consejo familiar que nunca recibió
La cantante presenta su flamante trabajo, Candombe, que fue grabado en Nueva York con artistas invitados como Fito Páez, Juan Campodónico e iLe
10 minutos de lectura'
“Es mi perspectiva del candombe y así lo digo yo”, dice Julieta Rada con más humildad que soberbia. Está a punto de tocar en Niceto, este jueves 15 de mayo, en lo que será la presentación de su disco, titulado, justamente, Candombe. “Son canciones clásicas uruguayas que fueron versionadas a mi estilo, me metí de lleno en el estilo, me hice una playlist en Spotify, de algunas porque otras no están ahí”, explica.
Nacida en 1990, y sí, hija de Rubén Rada, Julieta dice hacer tenido este disco en la cabeza “hace mil años”, pero por razones varias lo concretó ahora, en su cuarto larga duración, que cuenta con invitados especiales de la talla de Fito Páez, Juan Campodónico e iLe, entre otros. “Ahora yo estoy en Nueva York, lo grabé allá con músicos de acá, me divertía eso que circule”, dice en relación a su compromiso con la difusión del Candombe. “Porque tenemos el tango en Argentina, no sé, la rumba en Cuba. Al candombe nosotros lo conocemos porque somos del Río De La Plata, pero vos vas a Colombia y capaz que no saben lo que es. Y no estamos tan lejos”.
Pero lejos de pensar al candombe desde una perspectiva conservadora, Julieta apostó a lecturas modernizantes de ese cancionero, a mostrar su actualización constante. “Fui pensando cómo podía cantarlas, qué les podía aportar, en base a una selección de que fueran canciones conocidas, pero tampoco las más conocidas”, cuenta. “Porque también la gracia es eso, que sea un repertorio que se está reavivando. Entonces, voy a cantar ‘Amándote’, de Jaime, que la conoce todo el mundo. Me gustaba eso, revivir un cancionero que está vigente todavía, pero que se conozca en otras partes del mundo”.
-¿Lo pensaste en términos de reivindicación del género?
-Para empezar, el candombe es patrimonio nacional uruguayo y hay que moverlo, ¿viste? Esto ya lo vienen haciendo nuestros padres, sí, obvio. Pero también es una apuesta, me sumé a la lucha del candombe. Yo siempre dudé si hacer algo mega tradicional o algo más fusión como lo que terminé haciendo. Y Juan [Juan Chiavassa, baterista, productor y también pareja de Julieta] me dijo: “No, estamos acá en Nueva York, con gente no es uruguaya, no te va a salir tradicional aunque lo quieras... Me parece que tenés que tomar este camino”.
-¿Y en algún momento te planteaste también cómo iba a afectar, hacia adentro y hacia afuera, la relación con tu papá?
-Yo como hija siempre voy a hacer algo distinto a él por rebelarme, por ser hija. Si bien hice lo mismo que él, que es hacer música, yo quería encontrarme a mí misma. Uno en su primer disco no sabe bien qué es... Bueno, nunca sabe, pero se va viendo. Igual ya desde el primero marqué como una línea del candombe fusión, aunque era más popero. Me costó entrar al candombe porque uno cuando se mete en lo tradicional y en la tradición te da como un cagazo, ¿viste? Y Uruguay es muy conservador. Si bien es un país de avanzada y ha avanzado en muchas políticas y todo, también los uruguayos somos medio cerrados y como “esto es nuestro y esto es así”.
-Y con tu apellido te exponías más que cualquier otro, tal vez.
-Me daba miedo meterme con el candombe y que me critiquen, pero bueno, después también aprendí que a uno lo van a criticar siempre, hagas lo que hagas. Y este disco es de candombe super fusionado. Cada candombe tiene algo distinto. Arranca el primero, que es el menos candombero te diría, tiene los tambores como recurso, pero es el menos candombe de todo el disco. Pero eso me gusta. El ritmo está implícito, lo tenés que sentir. Esa es la gracia del candombe. Lo podés fusionar con cualquier ritmo que esté en cuatro, va como piña con cualquier cosa.
-El título, así de contundente, ya deja las cosas claras. ¿Hubo una búsqueda de sentar posición respecto del panorama actual?
-Uno no puede en un disco grabar un samba, una rumba, un trap... Qué sé yo. Este es el concepto de este disco. Después capaz que el año que viene será un disco de trap. No es mi interés pegarme en la tendencia. Si hubiera sido mi interés, hubiera hecho otra música desde el principio. O colaborando con X... Yo hago lo que a mí me gusta y lo que me hace feliz. Entonces, de ahí partimos y de ahí seguimos. ¿Que me trae problemas? Y sí, más fácil es pegarla y ganar guita que hacer algo artísticamente un poquito más copado.
-¿Y qué problemas te trae?
-Eso, ser una artista independiente, tener que remar, tener que invertir y que a veces no te vuelva, es lo que tiene cualquier artista independiente y no tan independiente también. O sea, a veces no ser independiente y tener un sello que te marque, también tiene cosas negativas de no poder tomar todas las decisiones, tener que adaptarte a lo que dicen un grupito de personas. Te dan guita y después tenés que devolverla y capaz que no te entró y te estás endeudado con un sello, ¿viste? En un punto, yo soy libre y tomo mis propias decisiones.
-¿Lo trabajás también personalmente para poder lidiar con todo eso?
-Sí, yo hago mi terapia y soy ansiosa como cualquier persona y también soy muy exigente y quiero que las cosas salgan bien y que salgan como a mí me gustan. Pero también hay que reconocer dónde estoy parada yo y dónde están parados los demás. Y ubicarme, porque mis temas no van a sonar como los de María Becerra. Sin desmerecerla, ni a ella ni a otros géneros. Yo hago otra música, más independiente. Entonces, dentro de mis posibilidades, yo estoy dando lo mejor y lo mejor que puedo brindar para que la música se escuche. Pero no voy a tener tres millones de escuchas. Hay que ubicarse y ser feliz con eso.
-¿Te tomó mucho tiempo aceptar eso?
-Es difícil, porque siempre tomar decisiones es difícil para cualquier persona. Pero bueno, hago lo que quiero. Es una ventaja, también. Ahora estoy más amigada con esto de hacer lo que uno quiere. Porque es un camino más lento, pero después es mucho más feliz. Yo estoy contenta con todo lo que hice, como que miro para atrás y tal, la hice bien. Hice lo que quería en cada momento, y cada vez la gente me respeta más, siento la evolución de la gente en Uruguay. Estoy contenta con eso.
-¿Cuánto de esto charlás con tu familia?
-Somos muy unidos y todos lo charlamos bastante. Charlo mucho con ellos, pero tampoco es que le estoy pidiendo consejos ni a mi padre. En este momento, mi madre me está ayudando mucho. Venimos bastante bien y se charla, pero no es que yo estoy buscando el consejo. Muchas veces me preguntan: “Che, ¿qué te aconsejó tu padre que te acordás?” No sé. Es más una charla normal, algo te queda en el día a día, pero no es que un día me dijo, “Che, Julieta, siempre recordá que…”. De esos consejos no tuve.
-¿Cómo surgió la idea de los invitados para el disco?
-En mi primer disco tocó Dante [Spinetta] de invitado, pero después, para mis otros discos, nunca me animé a llamar a otros artistas. Me da pánico que me digan que no. Y recién en este me animé a invitarlos. Porque también me parecía que estaba bueno que siendo un disco de candombe, que pase a otros terrenos. Y en el primero que pensé fue en Fito. Obviamente el primero que pensé es mi papá porque es hijo del candombe, y es mi padre tanto en la vida como en la música. Después no te podés sentar a la mesa: “Saque un disco que llama Candombe y no te avisé” (Risas). El segundo que pensé fue Fito porque de acá, con Charly y Spinetta son esos los faros y yo tengo una especie de vínculo con él. No me hablo todos los días, pero lo admiro mucho, él me mandó para adelante cuando no me conocía nadie, él me invitó a cantar. Y digo, “Bueno, lo voy a invitar ¿Qué problema hay?”. Y, re amoroso, me dijo: “Julieta, cuando quieras, obvio”. Me encantó lo que cantó, me gustaba que sea un tema de mi papá porque ellos también se tienen mucho amor y me parecía que cerraba el círculo perfecto si era un tema de mi papá cantado con Fito.
-¿Tuviste alguna premisa particular a la hora de convocarlos?
-Me interesa conectar con esa gente que te pregunta si escuchaste ese acorde, el solo de no sé quién, el sonido de bajo... Es como una raza que hay, que son los músicos y entre nosotros nos entendemos. Hay gente que capaz que vive la música desde otro lugar que está mortal y también la disfruto, pero como que siempre yo me emparenté con ese tipo de gente. En Uruguay… mi papá, los Fattoruso, los Ibarburu, Mariana Ingold, que la amo... Gente que está como en una búsqueda.

-También tenés otros referentes internacionales como Stevie Wonder y Prince. ¿Sentís que en este disco los dejaste de lado o también se nota esa influencia?
-Yo puedo escuchar a un artista y decir: “Este escucha a Los Redondos”. Te das cuenta. Capaz que es una canción que nada que ver, pero se escucha. Y, para mí, Stevie es un referente no solo del canto, sino de la composición, de lo que escribe, lo que canta, todo. Yo lo amo. Hay ciertos referentes que nunca se te van de la cabeza. Me pasa a veces decir: “¿Cómo haría esto Paul McCartney?”.
-¿Cuál es el primer recuerdo que te viene de escuchar o tocar candombe?
-Y... Siempre estuvo en casa. Papá siempre trajo la música a casa. Siempre fue muy creativo y no paró de hacer canciones toda la vida. Imagínate, tiene millones de discos. Él va al estudio todos los días, hace canciones y llega y se pone a escuchar lo que acaba de grabar. Tiene ese ejercicio de no parar de hacer música y eso yo lo viví. Traía las canciones, las ponía en el equipo de música y escuchábamos todo. Nos hacía bailar. Y cuando me mudé a Uruguay en el 95 ahí empecé a ir a las llamadas, a ver a los tambores, que era una pasión de mi papá. Y a veces lo acompañaba y a veces no porque era medio picante el barrio. Y eso te llega parte del ADN de uno. Yo siento que me volví más uruguaya en Estados Unidos. Empecé a tomar más mate que nunca en la vida. Empecé a tocar los tambores, nunca toqué los tambores, como que siempre fue una cosa de “Esto es de mi papá” y yo no me metía. Y allá en Nueva York me junto a veces a tocar los tambores con otra gente.
Otras noticias de Entrevistas
- 1
La drástica decisión que Sabrina Carpenter, la artista pop del momento, quiere tomar para sus conciertos
- 2
Los Piojos en River: la nueva despedida, el estreno que sorprendió a todos y el momento más emotivo
- 3
A 90 años de la muerte de Carlos Gardel: el día en que cantó para el príncipe de Gales en 25 de Mayo
- 4
Murió Patrick Walden, guitarrista de la banda británica Babyshambles, a los 46 años