Kurt Cobain y Courtney Love: el amor en los tiempos del grunge y un final trágico
Formaron una de las parejas más ruidosas del rock; qué los unía y cómo fue su explosivo final
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Kurt Cobain y Courtney Love fueron una de las parejas más ruidosas del mundo musical. Muchos los han comparado con la turbulenta relación de Sid Vicious y Nancy Spungen. A fines de los 80 y principios de los 90 el consumo de heroína era una constante en los circuitos artísticos. Si a eso le sumamos que tanto Kurt como Courtney tuvieron infancias llenas de altibajos no es de extrañar cómo terminaron profundizando sus vicios. Durante los años que duró su pareja vivieron en permanente consumo de sustancias, incluso cuando Love quedó embarazada de Frances Bean Cobain, la única hija que tuvo con el líder de Nirvana.
La historia de Kurt y Courtney tuvo su inicio luego de una serie de encuentros. El primero tuvo lugar el 12 de enero de 1990 en The Satyricon, una discoteca de Portland. Fue ahí donde cruzaron las miradas por primera vez y terminaron en el piso. La escena, según describieron los cronistas de la época, fue algo así: Cobain, quien estaba por tocar con Nirvana, pasó cerca de Love. Ella comenzó el diálogo.
-Te parecés a Dave Pirner (cantante de Soul Asylum)
Si bien tenía el pelo del mismo color e igualmente enredado y sucio -se lo lavaba una vez por semana con jabón-, lo sintió como una provocación. Su respuesta fue agarrarla con tanto ímpetu que cayeron al suelo, donde estuvieron forcejeando durante unos minutos. Todo esto sucedió cerca de la máquina de discos. Ella había logrado llamar la atención de Kurt pero no se esperaba terminar tirada en el piso. Y él tampoco tuvo en cuenta que ella no solo era más alta que él sino que sería un oponente con bastante fuerza, más allá de ser mujer. La cosa terminó cuando él como muestra de "paz" le mostró un sticker de Chim Chim, su mascota. Si bien el encuentro fue fuerte para ambos y él admitiría tiempo después que le hubiera gustado tener sexo con ella esa misma noche, Courtney se fue. Además él tenía novia.
La vida siguió para ambos. Aunque Courtney quedó afectada por esa lucha - incluso pegó el sticker en su guitarra- y desde ese día empezó a seguir la carrera de Nirvana de cerca. Pero no terminaba de entender la propuesta de la banda porque le parecía que tenía un sonido "demasiado metálico". Su opinión fue cambiando hasta que terminó por convertirse en fan de Nirvana. La bisagra fue cuando compró Sliver, y "Dive" se convirtió en su canción favorita. Love no podía parar de pensar en Kurt y fue así que se lo confesó a otro integrante del power trío del grunge, Dave Grohl, quien le dio la mejor noticia: Kurt estaba soltero. Decidida a conquistarlo, Courtney le mandó un regalo bastante particular. Se trató de una caja en forma de corazón con una muñeca de porcelana, tres rosas secas, una taza chica de té y conchas de mar. La misma fue rociada de su perfume antes de enviarla, para darle su toque personal. Cobain tenía una obsesión con las muñecas.
El segundo encuentro tuvo lugar en mayo de 1991 en un concierto en Los Ángeles. Cobain estaba tomando jarabe para la tos directamente del frasco detrás del escenario. Ahí estaba Love quien cuando vio la escena sacó de su bolso jarabe para la tos pero más potente. Terminaron en el suelo otra vez, la atracción entre ellos era innegable. Después de forcejear, él la soltó y empezaron a hablar. Ella, presumiendo, le contó que su banda, The Hole, había terminado de grabar Pretty on the Inside, con Kim Gordon de Sonic Youth como productora y él mencionó detalles de su próximo álbum. Si bien Kurt era bastante tranquilo, en la conversación sacó todas su credenciales para obnubilar a Courtney, pero ella estaba más al tanto de la industria musical que él.
En la charla se reveló un detalle que Courtney no dejó pasar: Cobain se hospedaba en departamentos Oakwood y ella vivía solo a cuadras de ahí. Rápida de reflejos, la joven escribió su número de teléfono en una servilleta y le dijo que la llamara algún día. El coqueteo se hacía explícito de ambos lados. Y él no perdió el tiempo: la llamó esa misma noche a las 3 de la mañana.
"Había mucho ruido de fondo", contó Love años después. La excusa fue que quería saber dónde podía conseguir el mismo jarabe para la tos, pero la conversación derivó en otra cosa. Pero ella hablaba susurrando, su novio Eric Erlandson dormía al lado. Y no era el único, también tenía una relación con Billy Corgan de Smashing Pumpkins. Más allá de eso, hablaron cerca de una hora. Y fue ahí que todo empezó. Tocaron tantos temas como les fue posible y fue recién en ese momento cuando el chico tímido agradeció la caja en forma de corazón.
"Conocí a la mujer más increíble de todo el mundo", le dijo Kurt a su amigo Ian Dickson. Y desde entonces no paró de hablar de ella. Es que en Courtney, el vocalista había encontrado alguien con quien conversar y quien lo entendiera. Los dos habían vivido en diferentes casas durante su niñez y adolescencia, periodos de tiempo que habían sido especialmente traumáticos para ambos.
Pasarían meses hasta que se volvieran a ver.
La tormenta
Kurt tenía una dolencia estomacal crónica que, según dijo él mismo, lo había hecho pensar varias veces en el suicidio como opción. En 1991, el año en que se lanzó Nevermind es cuando Cobain cayó en el agujero negro de las adicciones. Mientras que Courtney había entrado e intentado salir de esa camino en 1989, cuando la heroína se hizo popular en los circuitos rockeros en Los Angeles. Fue justamente en el pico de la adicción del músico cuando empezó el noviazgo con Courtney: noviembre de 1991, según la biografía de Charles R. Cross. Estaban de gira por Europa tanto Hope como Nirvana y ellos no paraban de dejarse mensajes crípticos en los camarines y faxes en los hoteles. Todo se complicó cuando quien era la novia oficial de Kurt Cobain, Mary Lou Lord, apareció en Londres. Cuando Love se enteró de que la mujer andaba por ahí lo llamó por teléfono y le puso los puntos. Lord pasó a ser parte del pasado. Y la dupla profundizó el vínculo. Juntos eran dinamita. Si bien a él le gustaba ser el chico malo, ella era mucho más mala que él. No pasaba desapercibida. Algunos se animaban a enunciar que ella expresaba el costado más hardcore de Kurt Cobain. La prensa, en ese momento, decía que Courtney se había "colgado" de una estrella ascendente. Y eso se instaló hasta incluso luego de la muerte de Cobain. Ambos encontraban en las drogas un escape a sus propios demonios. Ellos daban que hablar: les divertía colgar carteles en la puerta de su habitación de hotel con inscripciones tales como "No molestar, estamos teniendo sexo".
Eran la pareja de la que más se hablaba en el mundo del rock, aunque parte de lo que se hablaba giraba en torno a su afición a las drogas. Si bien todo el ruido hacía olvidar un poco a Kurt de su pasado, el éxito hundía más al músico en su propia insatisfacción con todo lo que lo rodeaba. Era una pareja autodestructiva, mientras uno trataba de salir de su adicción, el otro estaba en el fondo. En ese contexto, llegó el casamiento en Hawaii. Dieron el sí el 24 de febrero de 1992. Ella con un vestido de Frances Farmer, famosa por las numerosas crisis psiquiátricas que anularon su carrera profesional, y él de piyama verde. Duraron casados dos años, en los que según Love ella se cansó de intentar que él dejara las drogas. Pero ella tampoco lo hacía, incluso durante el embarazo de la hija que tuvieron en común, Frances Bean que nació en agosto de ese año, continuó consumiendo. En una nota que dio a Vanity Fair confesó haberse inyectado una vez. Esas palabras más tarde le jugaron en contra, y la pareja perdió la custodia de la niña por unos meses. Courtney ingresó en una clínica de rehabilitación y, tras varios controles, recuperaron a Frances Bean pero sus vidas seguían siendo caóticas.
El trágico final
El 8 de abril de 1994, Kurt Cobain fue encontrado sin vida por un electricista en su casa de Seattle. Se había escapado de la clínica Exodus donde estaba haciendo rehabilitación, en Los Ángeles, California, días antes. Love contrató a un investigador para que hallara a Cobain, y más tarde, rellenó el informe de persona desaparecida haciéndose pasar por la madre de Kurt, sin permiso previo de ésta. Hay varias versiones sobre las circunstancias previas a su muerte. Mientras que allegados a Love dicen que Kurt había intentado suicidarse en los meses previos y que le habían confiscado varias de las armas que tenía, otros insisten en que el cantante de Nirvana habría sido asesinado. Lo cierto es que Cobain, quien, según los forenses, murió el 5 de abril, tenía heroína en sangre y junto a su cuerpo yacía una escopeta. El motivo de su muerte fue el disparo. También se encontró una carta donde explicaba a sus fans su partida y le pedía a Love que cuidara de su hija. Pero no han faltado fans e incluso el investigador privado que contrató Courtney que aseguraran que ella había planeado todo para asesinarlo; existen películas que sostienen esta acusación.
La carta. Para Boddah [su amigo invisible de la niñez]: (...) Ya hace demasiado tiempo que no me emociono ni escuchando ni creando música, ni tampoco escribiéndola, ni siquiera haciendo Rock'n'Roll. Me siento increíblemente culpable. Por ejemplo, cuando se apagan las luces antes del concierto y se oyen los gritos del público, a mí no me afectan tal como afectaban a Freddie Mercury, a quien parecía encantarle que el público le amase y adorase. Lo cual admiro y envidio muchísimo. De hecho no los puedo engañar, a ninguno de ustedes. Simplemente no sería justo simular que me lo estoy pasando el 100%. Sería el peor crimen que me pudiese imaginar. A veces tengo la sensación de que tendría que fichar antes de subir al escenario. Lo he intentado todo para que eso no ocurriese. (Y sigo intentándolo, créme Señor, pero no es suficiente). Soy consciente de que yo, nosotros, hemos gustado a mucha gente. Debo ser uno de aquellos narcisistas que sólo aprecian las cosas cuando ya han ocurrido. Soy demasiado sencillo. Necesito estar un poco anestesiado para recuperar el entusiasmo que tenía cuando era un niño. En estas tres últimas giras he apreciado mucho más a toda la gente que he conocido personalmente que son fans nuestros, pero a pesar de ello no puedo superar la frustración, la culpa y la hipersensibilidad hacia la gente. Sólo hay bien en mí, y pienso que simplemente amo demasiado a la gente. Tanto, que eso me hace sentir jodidamente triste. El típico piscis triste, sensible, insatisfecho, ¡Dios mío! ¿Por qué no puedo disfrutar? ¡No lo sé! Tengo una mujer divina, llena de ambición y comprensión, y una hija que me recuerda mucho a cómo había sido yo. Llena de amor y alegría, confía en todo el mundo porque para ella todo el mundo es bueno y cree que no le harán daño. Eso me asusta tanto que casi me inmoviliza. No puedo soportar la idea de que Frances se convierta en una rockera siniestra, miserable y autodestructiva como en lo que me he convertido yo. Lo tengo todo, todo. Y lo aprecio, pero desde los siete años odio a la gente en general... Sólo porque a la gente le resulta fácil relacionarse y ser comprensiva. ¡Comprensiva! Sólo porque amo y me compadezco demasiado de la gente.
Gracias a todos desde lo más profundo de mi estómago nauseabundo por sus cartas e interés durante los últimos años. Soy una criatura voluble y lunática. Se me ha acabado la pasión. Y recuerden que es mejor quemarse que apagarse lentamente. Paz, amor y comprensión.
Kurt Cobain
Frances y Courtney, estaré en su altar.
Por favor Courtney, sigue adelante, por Frances, por su vida que será mucho más feliz sin mí. Los quiero. ¡Los quiero!
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