
La compactera
Clásica. Jazz. Popular. Rock.
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Clásica
Coprario: Consort Musicke
Jordi Savall
Savall, Coin y Casademunt (Astrée).
Se dice que el compositor inglés John Cooper (ca. 1575-1626) italianizó su apellido luego de un viaje por Italia. Fue un músico de corte que llegó a ocupar un importante puesto durante el reinado de Carlos I, y que gracias a su original personalidad ganó respeto e hizo sentir su influencia artística. En su obra ocupan un lugar relevante sus composiciones para consorts (conjuntos) de violas, algunas de las cuales aparecen en este CD. Se trata del relanzamiento de un registro efectuado en 1979, que cuenta con la presencia de tres de los más destacados intérpretes del instrumento: Jordi Savall, Christophe Coin y Sergi Casademunt. Fantasías, alemanas y courantes se suceden para revelar las delicadas bellezas de una selecta música, que tuvo gran predicamento en los círculos aristocráticos de la Inglaterra de los siglos XVI y XVII. Producto de un minucioso revisionismo, las interpretaciones logran una atmósfera que sirve de campo para un coloquio musical que, con magníficos resultados técnicos, trae al presente el espíritu de una época.
Jazz
Washington Concerts
Charlie Parker with Quartet and Orchestra
Fine and dandy, These foolish things, Light green, Thou swell, Willis, Don’t blame me, Something to remember you by/ Blue room, Roundhouse, Ornithology, Out of nowhere, Cool blues, Anthropology, Scrapple from the apple, Medley: Out of nowhere/Now’s the time, Red Rodney interview (Blue Note).
Es una pieza de colección. El genial saxofonista alto Charlie Parker lidera dos formaciones distintas; por un lado, con la orquesta de Joe Timer y por el otro, con dos cuartetos diferentes. Grabado en vivo en Washington, entre octubre de 1952 y marzo de 1953, permite acceder a las dos maneras que este músico de portentoso talento imprimía a la interpretación. En orquesta, su modo de atacar los solos está ligado a las frases; así, Parker es un solista melódico dentro de la tradición bopper. Los ocho temas con orquesta muestran un repertorio alejado de esos temas trillados que acometían las bandas. Luego vienen algunos platos fuertes, como “Ornithology”, con un cuarteto en el que sobresale el genial Max Roach; su “Out of nowher “Now’s the time”, lo muestra con su colega, el tenor Zoot Zims, en un encuentro de interesantes diálogos.
Popular
Amor
Rafael Amor
Corazón libre, No hay un instante en el que no te nombre, Asomado a tus ojos, Violeta, Ausencia, El encuentro, Hastío, Amor mío, La torre, Sobre mi sombra, Tendré que acostumbrarme a que no estás, Este Madrid (B & M).
Los 28 años que este cantautor lleva radicado en España convierten al tema “Este Madrid” en algo casi inevitable; una pieza sentada sobre base de swing y con la épica que evoca casi tres décadas de propias vivencias. Pero tampoco puede evitar la vuelta a la Argentina para grabar discos como éste y llamar a algunos amigos como Mercedes Sosa y Jairo para que lo acompañen. La placa es un fiel reflejo de Rafael Amor, quizás un poco menos juglar, pero con las mismas premisas. “No hay un instante en el que no te nombre”, dice tanguero y melódico; “Asomado a tu ojos”, canta con guitarra y cajón peruanos; deja una balada para las Madres de Plaza de Mayo; y canciones de amor y desencuentro. A veces cae en algunas obviedades, quizá por el deseo (saludable) de ser consecuente con su historia artística. Por esto se endulza en revivir la utopía en “Corazón libre” y habla de ausencias, desamparos, melancolía, hastío y desheredados.
Runa
Pablo Aznarez
Carnaval, A chaquipura, Esquina el campo, Amor de hermanos, Padre solano, Runa, Amargura, Río, Guayamba, Mujer divina (Independiente)
Runa es el nombre que se le da al hombre según la cosmovisión quechua y Aznarez es un joven musiquero quechuista. El máximo representante es otro violinisto, don Sixto Palavecino. La diferencia es que a pesar de mantener ese toque natural en el violín y una voz rústica de monte santiagueño, Aznarez está influido por su tiempo y eso se transluce en sus composiciones en las que aparece información de música clásica o bossa nova. Los temas propios agregan un interés extra a la buena interpretación de este violinista que suele acompañar a grupos como el Dúo Coplanacu. Su propuesta con raíz popular –un sonido compacto y criollo– no deja afuera la posibilidad de enriquecer el lenguaje folklórico con otras armonías, apoyado en un sólido cuarteto de piano, guitarra y percusión. No abusa de la chacarera, como otros santiagueños. En cambio rescata un ritmo fundamental como la vidala y se sumerge en huaynos, polcas y zambas. Con esa actitud, sin los clisés del género, consigue un disco llamativamente distinto.
Born
Bond
Quixote; Winter; Victory; Oceanic; Kismet; Korobushka; Alexander The Great; Duel; Bella Donna; The 1812; Dalalai; Hymn; Victory (Decca).
Nada más adecuado a estos tiempos de mercado globalizado y dictadura de la imagen. Cuatro chicas –una rubia galesa y otra australiana, una morena de rasgos orientales pero nacida en Yorkshire y una australiana más, castaña y ex modelo–; todas lindas, sexy y egresadas de conservatorios ingleses. Las reunió un hábil fabricante de éxitos, el veterano empresario Mel Bush, que alguna vez promovió giras de Roxy Music y más recientemente hizo un hit de la violinista Vanessa Mae. Entusiasmado con ese filón, armó este curioso cuarteto de cuerdas a sabiendas de que la pasión de las chicas por la música clásica no les impedía ser también fanáticas del pop. Puede imaginarse el resto, es decir, la “fusión” que expone “Born”: piezas cuya apariencia clásica es reforzada por el protagonismo de las cuerdas, algún soporte rítmico para que no falte el dance, y todo a paso ligero. Con el fin de hacer accesible una música que se presume “difícil”. Un viejo equívoco cuyos híbridos frutos siguen resultando rendidores.
Rock
The live greatest hits
Elvis Presley
Blue suede shoes, Heartbreak hotel, Jailhouse rock/Don’t be cruel, Are you lonesome tonight, One night, I’ve lost you, I just can’t help believin’, In the ghetto, Don’t cry daddy, y otros (RCA/BMG).
De Elvis Presley hay disponibles discos, compilados y cajas varias. La particularidad de esta edición es que se trata de registros en vivo, que permiten apreciar la energía y el carisma que desplegaba en sus actuaciones. Algunos temas están registrados en el hotel Internacional de Las Vegas, escenario que se convertiría más tarde en símbolo de su decadencia. Aquí lo escuchamos haciendo, en 1969, clásicos de su repertorio como “Blue suede shoes” y “Heartbreak hotel”. También se registra su debut en el Madison Square Garden, de Nueva York, en 1972, del cual se tomaron dos viejos éxitos (“All shook up” y “Hound dog”) además de algunos nuevos incluidos en su set-list. De un año después son cuatro de los últimos temas del disco, grabados en un concierto en Hawaii y transmitido vía satélite a varias partes del mundo. Para el final, como corresponde, “Can’t help falling in love”, la canción con la que acostumbraba cerrar sus presentaciones.
Relationship ofcommand
At The Drivem In
Arcarsenal, Pattern Against User, One Armed Scissor, Sleepwalk Capsules, Invalid Litter Dept, Mannequin Republic, Enfilade, Rolodex Propaganda, Quarantined, Cosmonaut, Non-Zero Possibility, Catacombs (Grand Royal/Virgin).
Son jóvenes y se llaman Cedric, Omar, Tony, Jim y Paul; son de El Paso, Texas, pero con orígenes tan dispares como Puerto Rico, Líbano, México y California. Desde 1994 forman un grupo bautizado como At The Drive In, la última sensación del rock norteamericano que huele a espíritu adolescente. “Relationship of command” es su último y más festejado trabajo, en el que cuentan con la participación de una de las leyendas vivas del rock mundial, Iggy Pop (en “Rolodex Propaganda”), y en el que fueron apadrinados por los Beastie Boys. Por si esto no fuera suficiente para prestarle atención, la prestigiosa revista New Musical Express los calificó como “la gran cosa nueva del rock”, y poderosos músicos como los integrantes de Rage Against The Machine y Papa Roach hablan de ellos como “la aplanadora”. ¿Algo más? Sí, el disco es adrenalina pura sin por ello dejar la melodía de lado.





