La voz de Raly Barrionuevo
Canta el folklorista que saltó a la fama luego de ganar el Festival de Viña del Mar
Algunos lo conocieron cuando ganó la última edición del Festival de Viña del Mar, con una canción compuesta por Víctor Heredia. Otros, los amantes del folklore, lo vieron en su pueblo natal, Frías (Santiago del Estero), o en Córdoba, donde vive actualmente; o en algún festival del interior del país; o con un circo que lo inspiró para ponerle título a su más reciente CD; o en un teatro de la calle Corrientes, convocado por el Chango Farías Gómez y Peteco Carabajal; o participando del movimiento de campesinos que lucha por sus tierras en el Norte argentino.
Ese muchacho, al que se vio en tantos lados y a quien se verá hoy, a las 23, en La Trastienda, se llama Raly Barrionuevo. Es un músico que compone, toca la guitarra, canta, tiene dos discos como solista y dice que su paso por Viña le abrió puertas, pero que lo suyo es "servir a la gente".
"Después de varios meses llegué a la conclusión de que lo de Viña fue una especie de aventura. Me metí en un lugar que no era el mío y logré romper ciertos prejuicios que tenía con alguna gente, con el público de ese festival. Creo que lo subestimé."
Gracias al premio, su álbum "Circo criollo" se editó en Chile y Bolivia. Además, pronto volverá a cruzar la cordillera para presentarse con su banda. "Si bien es cierto que me abrió puertas, ahora sigue todo igual. Porque yo no venía trabajando para ganar allá. Lo mío es a largo plazo", asegura.
Una de las características de este folklorista es que toma modelos por seguir, no para copiar. Hace algunos años confesaba su admiración por los santiagueños Peteco Carabajal y Jacinto Piedra. Ahora -y aunque esto no se manifieste directamente en la charla con LA NACION- por sus actitudes parece un digno discípulo de León Gieco.
Tema recurrente
En "Circo Criollo", la palabra "revolución" aparece como eje de muchas de sus canciones. Y desde entonces comenzó a interesarse por el movimiento campesino de Santiago del Estero (Mocase). "Tanto allá como en muchas otras partes del país hay un movimiento que trabaja contra la expropiación de tierras. También hay gente que se aprovecha de personas que no sabe ni leer ni escribir. Les hacen firmar cualquier cosa. Con León hicimos un recital de apoyo hace un tiempo. Hoy es un movimiento muy organizado, y creo que el pensamiento de esta gente representa cierta vanguardia. ¿Por qué? Porque, en Santiago del Estero, por ejemplo, lo político parte del caudillismo de Juárez, y lo supuestamente progresista también tiene que ver con eso."
Comprometido con este movimiento, además de colaborar con su difusión, Raly basará parte de su próximo trabajo discográfico en las historias que recogió en los últimos años. Quizá repita la misma fórmula que aplicó para "Circo criollo". Entonces se metió en el mundo circense y hasta hizo una gira de recitales que se nutrieron de esa estética.
"Estoy yendo a varias comunidades campesinas -dice para retomar el tema que lo obsesiona-. Me voy con ellos, convivo, aprendo, conozco las historias. A veces mantengo mucha comunicación por correo electrónico. Hay un personaje, El ángel, que me manda poesías e historias que suceden. Son duras, pero están contadas de modo muy poético. Y yo quiero contarlas, con nombres y apellidos, y música de chacareras."
Más tarde dice que está participando en la producción de un recital solidario que se realizará el 12 de octubre. "Se cumplen tres años desde que comenzaron a juntarse. Fue un día que en La Simona apareció un tipo con topadoras y comenzó a voltear ranchos. Los campesinos se plantaron", explica.
Y a la media hora de conversación se da cuenta de que fue poco lo que habló de su música. Entonces dice que en el próximo show tocará los temas del segundo disco y algunos estrenos, que su banda está más afianzada y que conjuga la "vieja orquestita de campo, de bombo, guitarra y bandoneón, con instrumentos más eléctricos". Así deja hecha la invitación para esta noche.