Los mejores momentos del recital de Roberto Carlos
El cantante brasileño se reencontró con el público porteño e hizo vibrar el Luna Park
El cantante brasileño Roberto Carlos dio anoche un concierto en el Luna Park con el que se reencontró con el público porteño. Estos fueron algunos de los más importantes momentos de un show de algo más de dos horas, plagado de grandes éxitos que el músico popularizó a partir de mediados de la década del sesenta.
Roberto Carlos: ¡Qué jugador!
Cualquier semejanza con un deportista es pura coincidencia. Este Roberto Carlos que bromea con tener 57 años cumplió 75 el martes pasado. Por eso, apenas unos minutos de comenzado el concierto, los más fans del público le cantaron el feliz cumpleaños. Y habrá que decir que a modo de agradecimiento, el cantante les regaló un concierto de más de viente canciones que dejó a todo el mundo contento. La particularidad de este cantante es que quizás por una cuestión generacional ( y a pesar del perfil romántico que ha cultivado a lo largo de su carrera), el Luna Park no sólo se llenó de señoras. Los hombre y mujeres de entre 55 y algo más de 70 eran mayoría y en porcentajes más o menos equilibrados. A ellos se sumaron algunos de menos de 30, que en muchos casos podría ser los hijos o los nietos de aquellos que escuchaban al brasileño cuando eran jóvenes. Bastó que la banda abriera el show, para recibir al protagonista con un popurrí de canciones famosas, para que muchos de los que estaban en platea y pullman comenzaran a hacer palmas y se sintieran cómplices desde ese momento, hasta el final.
El sonido retro
Aunque por momentos pareció que los músicos estaban más concentrados en las partituras que en el clima de revival que se imponía, la dirección musical tendió, excepto por algunos momentos, a recrear el sonido histórico de Roberto Carlos, con arreglos de brasses muy al estilo de los sesenta y setenta, con colchones de cuerdas representados en los teclados y una banda numerosa (13 integrantes, incluidos los dos cantantes del coro) que entre baladas y temas de medio tempo transitaron más de dos horas de concierto.
Las otras versiones
Las excepciones al sonido retro de este show tuvieron que ver con el último disco de Roberto Carlos. El músico grabó un álbum para la colección Primera Fila del sello Sony, en los estudios Abbey Road de Londres. Y en algunos casos, los arreglos fueron muy distintos de los realizados para las grabaciones originales. Uno de los cambios más notorios fue el de "Te amo, te amo, te amo", que sonó como si fuera reggae.
UN LUJO!! ?? Es Roberto Carlos #AHORA en el LUNA PARK ?? ?? pic.twitter.com/gjtQuqZyPz&— Sony Music Argentina (@SonyMusicArg) 23 de abril de 2016
El eterno romántico
La mayor parte de cancionero de Roberto Carlos fue dedicada a la canción romántica; incluso, en algunas en las que se refirió al amor se animó a que el sexo estuviera sugerido. Y con todas tuvo éxito. Pero seguramente las que mejor llegada tuvieron fueron las mismas que celebró el público anoche. "Ese tipo soy yo" (Esse cara sou Eu) fue uno de esos grandes momentos. "El tipo que piensa en ti a toda hora,/ que cuenta segundos si tú te demoras/ y que todo el tiempo él te quiere ver / Porque ya no sabe sin ti lo que hacer; / y en el medio de la noche te llama / para decir que te ama: / Ese tipo soy yo".
El toque tanguero
La relación que Roberto Carlos mantiene con la Argentina es estrecha y fluida desde hace, por lo menos, cuatro décadas. Por eso, a pesar de que la inclusión de un tango dentro de su repertorio podría ser considerado como un acto de demagogia, el conocimiento de nuestro país y los lazos que tendió con su público le dan derecho a cantar con total naturalidad un tema como "El día que me quieras". Lo hizo en el show de anoche de manera impecable.
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