Pasado y futuro Babasónico

En una semana, Babasónicos presentó en Buenos Aires dos subproductos de su factoría: un documental y un EP en plan "spoken words" que sirvió para lanzar su sello digital. Un proyecto mira hacia el pasado y se enfoca en su costado más mainstream ; el otro pone la mirada en el futuro y se repliega en el perfil alternativo que siempre acompañó a la banda. Ambos ligados a la periferia creativa del grupo, que por estos días se encuentra encerrado en su estudio grabando lo que será su undécimo álbum.

"Nuestro juego es estético no sólo en lo musical, sino también en algo más fino, que tiene que ver con cómo la música se comercializa, se acepta, se distribuye", le había adelantado Adrián Dárgelos a LA NACION meses atrás, refiriéndose a éstos y otros trabajos paralelos con los que la banda intenta ampliar su horizonte.

Así las cosas, anteayer, en una galería/taller del Abasto, Babasónicos presentó BBS vs. El público, un trabajo de cuatro ambientaciones sonoras compuestas por la banda, que se funden con la voz del escritor y periodista español Bruno Galindo recitando fragmentos de su última y premiada novela, El público . Exclusivamente editado en formato digital, el EP es la punta del iceberg del último movimiento del sello Discos Crack, que a partir de ahora tendrá todo su catálogo (incluyendo los discos de lados b de Babasónicos: Vórtice marxista , Groncho , Vedette ) disponible online a través de iTunes, Amazon y otras 200 plataformas. "Hace años que se dice que el formato físico murió, pero aquí todavía nadie hizo demasiado en esa dirección. Nuestra propuesta es apostar a un sistema de creación y difusión de música renovado", aseguró Eduardo Rocca, manager de Babasónicos y fundador de Discos Crack. El lanzamiento estuvo acompañado por el debut de UN, la nueva banda de Miguel Castro, ex Victoria Mil y amigo babasónico de siempre.

Una semana atrás, en el Konex, se había presentado oficialmente Jessico-Una historia de rock en tiempos convulsos, documental dirigido por Alejandro Arias que llegó como último desprendimiento de los festejos por los diez años del álbum que partió en dos la carrera de la banda. El revisionismo puesto sobre Jessico irrumpió primero en formato de "show del álbum completo" (cierre sorpresa del Ciudad Emergente, en 2011), luego como disco de lados b ( Carolo , en 2012), fue reedición "signo de los tiempos" (en vinilo) y, finalmente, "película de rock".

"El rock es traición", dice Dárgelos en el documental, entrevistado exclusivamente para el film por Daddy Brieva. Y si bien es cierto que la figura del ex Midachi podría sonar a traición, éste probablemente sea el proyecto surgido de sus entrañas que menos traiciona a la banda. Por el contrario, ofrece una mirada un tanto naíf de la situación sociopolítica de la Argentina de fines de 2001 ("en la misma semana en que salió Jessico cerró Towers Records" se insiste como hecho sobresaliente de la época) y respetando la tradicional cláusula del docu-rock: poner en pantalla a comunicadores y músicos ponderando las bellezas de un gran álbum escrito tiempo atrás. Así, el archivo fílmico de la banda "punguea" los mejores momentos de la película y da por cerrado el capítulo Jessico . Es tiempo de volver al futuro y en eso anda el grupo, con la empecinada obsesión de disparar hacia adelante y volver a sorprender con un nuevo álbum. Sea como sea y en el formato que venga.

Por Sebastián Ramos

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