Pedro Guerra, cantautor con sugestión
“Ofrenda”, recital de Pedro Guerra en La Trastienda. Músicos: Vicente Climent, batería; Marcelo Fuentes, bajo; Luis Fernández, teclados.
Nuestra opinión: bueno.
Mostrar las mezclas, acentuar la diferencias de culturas, reafirmar una identidad y ofrecer un lenguaje distinto a la necesidad económica de un mundo globalizado son las intenciones que deja traslucir la música de Pedro Guerra.
El español no peca de esa seriedad habitual de los cantautores políticamente correctos (aunque lo sea, en el fondo), sino que sabe mantener cierta distancia e ironía con respecto a la típica figura de trovador preocupado por el mundo. Sus canciones –como “Extranjeros”, de sonidos árabes– reflejan el problema de la inmigración magrebí en España, que se puede aplicar tanto a la situación de los albanos en Italia como a la de los peruanos y bolivianos en la Argentina, pero contándola en una clave poética antes que como crónica descarnada.
Contaminado por el tráfico de culturas, el músico impone a sus melodías guiños a las regiones tercermundistas. De su último disco, “Dirán”, es una muestra de ese mestizaje con una letra que habla de excluidos al compás de ritmos africanos; o la conocida “Otra forma de sentir”, que se acompaña con fondo de candombe uruguayo, que la gente sigue con palmas.
Es parte de esa búsqueda que se viene acentuando en sus dos últimos trabajos, más tropicalistas, “Raíz” y “Ofrenda”, donde el funk, la electrónica, las baladas, el candombe, la música brasileña y la mexicana hablan de inmigrantes, postergados, amores y fábulas, sin propagandas.
La inquietud autoral y rítmica del cantautor español salpica tanto sus nuevas canciones (las que se abocó a presentar en este recital) como las más conocidas y antiguas, que lo transformaron primero en un símbolo “progre”, cantautor respetado por los músicos locales y juglar de bonitas páginas amorosas que aumentan su audiencia.
En su único show en Buenos Aires hay gente de diferentes edades: parejas enamoradas, chicos con morral, chicas con celular, señores y señoras maduras, es decir un público heterogéneo, para escuchar canciones tan heterogéneas como “Herminia” y “Extranjeros” con su trío eléctrico, o las versiones dulcemente acústicas de “Raíz” o “El marido de la peluquera”.
Como segundas partes
Algunas canciones de “Raíz” se confunden con las más nuevas de “Ofrenda”, como si fueran segundas partes de otros temas tanto en la melodía como en el uso de las metáforas. Así “Contra el poder” tiene su correlato en “Babel”, y “El elefante y la paloma” en el “El reencuentro de Viola y el Barón”, que pueden sonar a historias ya contadas por su pluma.
A ese ambiente de melodías suaves y sugerentes como la del “El encantador de serpientes”, de su último trabajo, o “Daniela” –una de las canciones más populares de su última etapa, donde manda el sonido de su guitarra acústica– se suma la energía de un trío que refleja la mixtura de otros ritmos. Tienen como gancho la invencible fórmula pop, con estribillos pegadizos en “La lluvia nunca vuelve hacia arriba”.
Difícilmente Guerra pueda despegarse de ese aire a Fito Páez afinado a la hora de cantar, o a través de ciertos arreglos en sus canciones, pero eso no importa demasiado para su público. El español logra evadirse de la rutina que puede producir un concierto presentación de un nuevo disco. Lo hace con frescura y una identidad mestiza.
- 1
2¿Cuándo se estrena el capítulo 8 de ‘Stranger Things 5’? Fechas y horarios del último episodio de la serie en Netflix
- 3
Leo Sbaraglia: su debut en el Cervantes, el costo de interpretar a Menem y las exigencias de Almodóvar
4Interpretó al primer amor de Anne Hathaway, pero lo eliminaron de la historia y decidió cambiar de profesión

