
Mi hermano Luca Prodan
El 22 de diciembre se cumplirán 27 años de la muerte de Luca Prodan. En este período se lo ha recordado, homenajeado y difundido de decenas de maneras. La película Luca, de Rodrigo Espana es, probablemente, la mejor de las realizaciones. Pero el legado de este cantante italiano educado en Gran Bretaña e idolatrado en Argentina se mueve como el viento, se respira en las calles y se mantiene presente cada vez que Germán Daffunchio o Ricardo Mollo lo recuerdan a través de las canciones, historias o enseñanzas que el "pelado" les/nos dejó. Ahora es su hermano Andrea, aquel que conocimos a la distancia como un prestigioso actor que trabajaba en Roma, aquel que se radicó en Buenos Aires tras la muerte de su hermano y el mismo que sacó un gran disco registrándolo todo con su voz (Viva voce; 1996), quien toma una vez más el guante para recordarlo. Y lo hace con una muestra en el Museo del libro y la lengua que curó y a la que denominó Luca, el sonido y la furia.
"Un cantante es, ante todo, una voz. ..En la voz está la nación, la región, la clase, la lengua, el sexo...", se señala en el texto que acompaña la muestra y eso es lo que hacía Luca cada vez que cantaba, incluso cuando hablaba en una entrevista o en la calle, con alguien que lo reconocía. De esto se trata la muestra y de objetos, discos, fotografías...
Luca
El sonido y la furia
Museo del libro y la lengua, Las Heras 2555
Desde el miércoles, a las 19





