Tini Stoessel y todas sus facetas, en el Luna Park

La primera vez que este jueves se dividieron las pantallas y Tini apareció frente al Luna Park casi repleto de niñas y adolescentes lo hizo en las alturas de una plataforma, lo que dejó en claro que lo más relevante del Quiero volver tour es ella. Como salida de una nave espacial en bucaneras brillosas y con hombreras de detalles dorados, aterrizó en el escenario con "Tu Princesa", megahit compartido con Karol G y su primera incursión en el reggaetón. Mientras la audiencia tapaba el sonido con sus coros, las bailarinas corrían detrás de una Tini, que lideraba como capitana de un ejército. Al igual que en las más pop "Ya no hay nadie que nos pare" y "Confía en mí", ensayaban pasos, que eran casi una mímica de las letras, perfectos para repetir frente al espejo luego del regreso a casa.

El primer tramo del show se cerró con "Respirar", un electropop en el que Tini repite "sin tí yo no sé respirar", la frase que se multiplicó en los carteles que las fans sostuvieron entre el público. Stoessel buscó interpretar el dramatismo de la letra pero resultó forzado, como si hubiera detenido un momento el show para interpretar un papel.

La cantante se retiró para un cambio de vestuario y en la pantalla gigante se repitieron algunas de las visuales que ensayaron, a lo largo de la noche, todas las versiones posible de Tini: una más rockera, una más sexy, una más elegante, una más teen. Cuando reapareció lo hizo en un remerón de glitter y acompañada de Aitana para interpretar "Lo malo", el pop trappero de la cantante española. Aunque todo en Tini suena más prolijo, más liviano y más ATP, navegó con facilidad el ritmo urbano y se lució al cantar con otra artista en escena. Fue en las interacciones, con el público o con sus invitados, en las que desenvolvió su energía cálida y muy arriba, que guardó de su época como estrella de Disney y que la vuelve magnética para su audiencia.

En la canción siguiente, "Si tú te vas", la voz de Tini superó los gritos del público y la batería repetitiva y logró lucir su fuerza y virtuosismo, antes de completar la fase más pop del show con tres canciones en inglés: "Like That", "Waves" y "The Great Escape". Al arrancar la primera de la seguidilla, se sorprendió al darse cuenta de que su audiencia conocía uno de sus temas más nuevos, que no había nacido con vocación de single y que es en otro idioma, y cerró esta etapa del show con la frescura que convence a todos de que es sólo una chica joven divirtiéndose.

El escenario se oscureció, la platea se iluminó con los celulares y la pantalla se llenó de estrellas para recibir a Tini en un vestido blanco y con la primera balada de la noche, "Siempre bailarás", acompañada sólo de sus dos coristas y de un guitarrista. Al finalizar la canción, la protagonista agradeció a su público y deslizó: "Esta semana fue un poco delicada para todos nosotros", una introducción de la agenda de género que la audiencia teen recibió con entusiasmo y apoyo. "Estoy muy feliz y siento mucho orgullo de que las mujeres estemos tan unidas. De que estemos alzando la voz y de que ya no nos callemos más", dijo y sugirió "no perder el eje del respeto por el otro aunque piense distinto". A pesar de problemas con el retorno, Tini sostuvo el tramo más emocionante del espectáculo cantándole el feliz cumpleaños a su mamá y haciendo stories de Instagram con el público, antes de continuar con las baladas "Te amo a tí" y "Consejo de amor" en las que nuevamente demostró su capacidad como cantante.

Tini también invitó al escenario a Agustín Bernasconi, Ruggero Pasquarelli y Maxi Espíndola para cantar "Consejo de amor", y rápidamente pasó de nuevo del pop latino y "guitarreado" al más urbano con la llegada de Cali y El Dandee para "Por qué te vas".

Finalmente, y luego del último apagón, Stoessel volvió a aparecer en top y calzas fluorescentes delante de pantallas selváticas que sugerían cómo sonaría el cierre del show. Acompañada de sus bailarinas, cantó y bailó "Quiero volver", "Love is love", "Flores" y "Te quiero más". En medio de una mezcla heterogénea y que por momentos le queda ajena, el pop latino con el que se despidió Tini del Luna Park es en el que mejor funciona su impronta alegre, danzarina y sonriente que la vuelve una adolescente eterna y un espejo para las que todavía lo son.