Panam: "Todos los días trato de transformar el dolor en amor"

"La rubia colorinche", como le dice la "bruja Marga" en su propio show, volvió a sonreír por dentro. No fue de un día para el otro: "Costó mucho", confiesa Panam , en una charla sincera con Personajes.tv. "Pero rodeada de mis afectos, contenida por mi familia y con mucho amor pude llegar a estar actualmente contenta en lo cotidiano, disfrutar del teatro y sentir que voy sanando". Habla con entereza y dulzura. "Cuando nació mi hijo Luca vino a bendecir la familia y a colmarme de esperanzas. Chiarita vino a renovar mi fe, a llenarme de energía y de más amor. Lo tomo así. Trato de transformar el dolor en amor a cada instante. Cuando canto la canción que le compuse estando embarazada de ella ("Ya pasó") voy curando las heridas", confiesa detrás de una leve sonrisa."Al principio fue deseo de estar bien, pero no eran más que esas ganas en el horizonte, sin que eso ocurriera realmente. De a poco fue pasando. Recién ahora estoy tranquila y puedo decir que también alegre. Después de todo, por fin me siento plena para disfrutar de mi vocación, de la conexión con el público y de mi entorno".

-¿Tenés ganas de volver a ser madre?

-Obvio que quiero volver a intentarlo, aunque lo dejo en manos de Dios. Cuando murió mi papá yo decidí dedicarme al infantil. El fue el motor que me hizo tener fuerzas para que tome esa decisión, porque para mí era una vocación pendiente, pero necesitaba el amor que él me había sembrado en el corazón para decidirme a mostrarme como realmente soy, y ahora creo que en Chiara encuentro fuerzas para seguir adelante y proyectando. En este momento me siento más tranquila, así que lo tendré que empezar a pensar, porque lo deseo y si Dios quiere enviarme ese nuevo milagro, estoy en sus manos.

-¿Sos muy religiosa?

-Tengo mucha fe. Creo en el amor y Dios es exactamente eso. Saber que él está en mí me hace atravesar cualquier tormenta de otra manera.

-¿Las declaraciones de Luis Ventura sobre el aborto cuando estalló la polémica por su paternidad fueron el motivo de su salida como el Ogro en tu puesta teatral?

-No quiero hablar más de eso porque ya pasó. Ya dije que sus palabras me dolieron como mamá, y como mujer, necesité que él le pidiera perdón a las madres. Lo que dijo me tocó muy de cerca aunque cuando estuvo conmigo se puso la camiseta de Panam y Circo y fue genial con todo el equipo. Pero después lo superaron los asuntos personales y decidimos que él esté más tranquilo, pueda pensar mejor y nosotros, tomarnos vacaciones del Ogro. No quiero volver atrás con el tema porque lo que me ocupa es lo nuevo, salí para adelante, tuvimos que resolver y se nos ocurrió pensar en Carlitos Balá, que si bien estuvo con unos temas de salud, cuando puede venir, viene y es una fiesta. Cumple 89 años así que tenerlo es un regalo.

-¿Qué significa para vos compartir con él este escenario?

-Siento profunda admiración, profundo amor por él, ese amor que se les tiene a los maestros de esta maravillosa profesión. Carlitos es horizonte para todo ser que ame hacer lo que hacemos, que es dibujarle una sonrisa a chicos y a grandes jugando, cantando y bailando juntos. Tengo un gran agradecimiento hacia él por haberme cumplido el sueño de cantar una de mis canciones y honrarme con su presencia sobre el escenario. Un grande de verdad.

"Las palabras de Ventura me dolieron como mamá, y como mujer, necesité que él le pidiera perdón a las madres".

-¿Tu hijo tiene alguna participación en el show?

-Cuando viene a verme sube al escenario porque le dan ganas de bailar el tema final con su mamá, que justo es "Mami hace Omm" que escribí con todas las cosas que me sacan la paciencia de él. Y la verdad que lo dejo, porque son los últimos momentos para disfrutar de eso: ya está creciendo, transformándose de bebé a un nene hermoso y quisiera darle su privacidad. Que el día de mañana decida si quiere o no subirse a un escenario o tener una profesión vinculada al espectáculo, pero de a poco ya en lo sucesivo quisiera menos visibilidad para el.

-¿Qué cosas te dan placer y te nutren?

-Lo que me da mucha felicidad es poder trabajar de mi vocación, poder mirar para atrás y decir ¡guau! escribí ya 70 canciones... Está mi vida puesta en ellas: los momentos alegres, los momentos de humor, los temas que me conectaban con los chicos o a mí me divertían, pero también, un montón de vivencias que tenían que ver son tristezas y con hacerle frente para sacar algo positivo de ellos, como "Angel de la guarda" cuando se fue mi papá o el "Ya pasó", que lo escribí para mi hija mientras estaba embarazada. Son temas que nunca puedo sacar del show. Y me sigue haciendo bien poder compartirlo con las familias que me siguen.

-Este año cumplis 40, ¿no te agarró crisis?

-Siempre para alguien somos chicos. Para mi mamá sigo siendo su nena, para mi hijo tengo la edad de él, así que trato de relajar y disfrutar de como me siento más allá de la edad numérica.

-¿Cómo te cuidas?

-Soy muy relajada en eso porque ya tuve mi momento cuando era joven. Me cuido siendo activa, siempre arriba de algún escenario o set de grabación moviéndome, practicando y activando endorfinas. Ahora el 17 de agosto ya me voy de gira hasta el 7 de diciembre por todo el país y voy a trabajar de jueves a domingo. Nunca me quedo quieta. El resto, no mucho más. Soy de buen comer, como de todo y si me veo mal dejo por un tiempo lo frito, las harinas y aumento la cantidad de agua y enseguida me veo mejor.

-¿Cómo te definís?

-Soy una persona perseverante, muy luchadora, con mucha fe y con muchas cosas para compartir con los niños, que me dijeron sí desde el primer día y que me hacen muy feliz. Como mamá, esposa y amiga soy cariñosa e intento transmitirle a los demás que peleen por sus sueños. Los míos se cumplieron ampliamente, mucho más allá de lo que alguna vez soñé.

-¿Cuál es tu mejor terapia?

-Mi casa, sin duda. Me encanta estar en mi casa, con mi hijo y mi marido, que es súper compañero y re padrazo con Luca.

-¿Imaginabas cuando tenías la edad de los chicos que te van a ver hoy, quién ibas a ser?

-Ni remotamente. Pero no por nada elegí seguir el magisterio. Después no terminé. La fama me llegó de golpe a los 20 años, muy jovencita. Recuerdo que fue el destino un poco, porque nunca había llevado una foto a ningún lado. Me vio Gastón Portal en un restaurante y a los dos días estaba trabajando con Raúl en la televisión, que me hizo una entrevista y me dijo hoy empezás. Después, trabajé 7 años con Gerardo Sofovich que, la verdad, fue como un padre para mí y cuando perdí a mi viejo me di cuenta que yo quería otra cosa. Fue una oportunidad que me dio la vida y la tomé. A partir de ahí tuve mucha claridad y amor por el trabajo. Al principio cuando me criticaban tenía sordera terapéutica y seguía para adelante, pero desde el primer momento los chicos me aceptaron y hoy tengo el orgullo de que vengan mamás que me veían de chiquitas con sus hijos. Todo lo hago desde el corazón y más allá de que guste o no mi estilo, es una propuesta transparente, divertida y para toda la familia. Lo que siempre quise.

-¿Cuál es el mejor momento de tu día?

-Muchos, pero sin duda los más lindos son los que incluyen a mi hijo. Por ejemplo, Luca me pidió el otro día que le cante para dormir "Mimito sana sana", a mí se me caían las lágrimas, más felicidad que eso para mí es imposible. No me pide un cuento o una melodía de otro, se duerme con algo que escribí yo. Me siento plena. Es tocar el cielo con las manos que se duerma con mi canción.