Perrone, un auténtico cineasta de barrio

Para quienes gusten del cine más comercial, de las estructuras narrativas clásicas, de la prolijidad formal y de un cuidado tratamiento de la imagen y el sonido, la obra de Raúl Perrone no es, precisamente, la más recomendable.

Mediante 16 cortos, medios y largometrajes filmados desde 1989 a la fecha, Perrone ha desarrollado un estilo personal que apunta a romper con los esquemas más convencionales en lo que a producción, escritura, rodaje, actuación, montaje y exhibición de una película argentina respecta.

"5 pal´ peso" es la primera película de su cosecha que alcanza un estreno comercial más o menos convencional (aunque en video), ya que hasta ahora el cine perronista -como gustan definirlo sus incondicionales seguidores- había quedado limitado a ciclos especiales, funciones de madrugada o a copias piratas que circulan de mano en mano.

Ultima entrega de lo que se ha denominado la trilogía de Ituzaingó, "5 pal´ peso" se centra, al igual que "Labios de churrasco" y "Graciadió", en las pequeñas grandes vivencias de jóvenes de clase media-baja de la zona oeste del Gran Buenos Aires.

Quien espere encontrar en la película de Perrone grandes conflictos dramáticos o sesudas discusiones sobre los grandes acontecimientos contemporáneos está completamente equivocado.

Su obra está hecha de diálogos muchas veces banales, situaciones aparentemente intrascendentes y tiempos muertos. Se trata de una compilación de viñetas costumbristas matizadas con miradas, largos silencios y gestos que no intentan ocultar errores ni tienen ambiciones desmedidas.

Aunque en "5 pal´ peso" puede descubrirse fácilmente la impronta del cine independiente norteamericano de Jim Jarmusch o de Kevin Smith, las películas de Perrone tienen una profunda (por momentos exagerada) mirada localista.

Los personajes sobreviven, se relacionan, se pelean y nunca salen de ese micromundo de Ituzaingó, dominado por decadentes pizzerías, salones de pool, modestas casas bajas y un paisaje poco atractivo.

En ese contexto y sin demasiados sobresaltos (aunque "5 pal´ peso" es la más trágica de sus películas), Perrone describe el mundillo de sus queribles criaturas, que van desde jóvenes desempleados hasta vecinas indignadas, pasando por policías de gatillo fácil y típicos inmigrantes orientales.

Intentar describir la ¿trama? de la película es una tarea que roza el absurdo. La película es una sucesión de largas conversaciones acerca del sexo, la infidelidad, el fútbol, Los Simpsons o sobre cuál es la mejor marca de chicles. Los personajes se aman, se pelean, se celan, toman cerveza, fuman, sacan fotos, roban pequeños artículos en el quiosco de un coreano, y poco más.

Sin demasiadas ambiciones estéticas (abundan los fuera de foco, la cámara en mano, los cortes abruptos de montaje, los ruidos), con algunos pasajes de un logrado humor ingenuo poco transitado por el cine argentino, más el aporte de actores que sintonizan a la perfección con las búsquedas del director, "5 pal´ peso" es una apuesta más de Perrone por demostrar que existen caminos alternativos a la hora de pensar y hacer cine en la Argentina.