Las primeras palabras de Ana Obregón, tras la muerte de su hijo Álex Lequio: “Se apagó mi vida”

Cuatro palabras. Cuatro fueron las que escribió Ana García Obregón tras la muerte de su hijo de 27 años, Álex Lequio, ayer a causa de un cáncer. Tras horas de dolor y silencio, la actriz y presentadora rompió el silencio a través de sus redes sociales con una sencilla y triste frase: "Se apagó mi vida".

La muerte de Álex Lequio, hijo de Obregón y de Alessandro Lecquio, se dio a conocer a primera hora de la tarde del miércoles. La familia y los más allegados guardaron silencio, incluidos sus padres, pero en las primeras horas de hoy la actriz publicó este sencillo, pero doloroso mensaje en su perfil de Instagram, que no actualizaba desde dos meses atrás y donde no había una foto con Álex desde el 5 de enero.

Para este mensaje a su único hijo, Ana Obregón ha rescatado una foto de hace unos años, con un Álex ya adulto pero sin rasgos visibles de la enfermedad, que en los últimos tiempos le provocó ciertos cambios físicos. Aquí, madre e hijo aparecen abrazados, agarrados de la mano y por los hombros, naturales y sonrientes ante la cámara.

El mensaje de Obregón fue recibió con cariño y cercanía por sus seguidores (acumula más de un cuarto de millón en esta red) y también por muchos otros. En su primera hora publicado obtuvo 35.000 "me gusta" y casi 10.000 comentarios de apoyo y ánimo por parte de multitud de amigos personales y de quienes para ella serán desconocidos, pero que quisieron dejar en ese muro una muestra de cariño virtual. El joven murió en Barcelona y buena parte de su familia reside en Madrid y ambos territorios están en la fase 0 de la desescalada de la pandemia de coronavirus, por lo que en ninguna de las dos ciudades familiares y amigos pueden acudir a velatorios; en fase 1 se permitiría la asistencia de un máximo de 15 personas.

Alejandro Alfonso Lequio García, que en junio habría cumplido 28 años, llevaba desde marzo de 2018 sufriendo un cáncer que primero se presentó como un simple tirón de espalda y que le llevó hasta Nueva York, donde comenzó su tratamiento contra la enfermedad en el prestigioso Memorial Sloan Kettering Cancer Center de Nueva York, donde permaneció siete meses. Después regresó a España, pasó una temporada en Madrid y desde febrero de 2020 se trasladó a la clínica de Barcelona Quironsalud, puesto que en esa ciudad se encuentra el doctor José Baselga, que ya lo había tratado en los Estados Unidos.