Después de recorrer Dubái y las islas Maldivas, se despidieron en Ibiza, su isla favorita
Los destinos exóticos y exclusivos son los lugares que Mauro Icardi (24) elige para sus vacaciones de verano. El lujo, para el delantero del Inter de Milán y capocannoniere de la Seria A de la Liga Italiana, es parte del disfrute. Esta vez, junto a su mujer Wanda Nara (30), decidieron evitar su clásica visita por Buenos Aires (donde acostumbran encontrarse con familiares y amigos argentinos) y apenas concluyó el campeonato de fútbol, volaron a Dubái. Claro, no sin Valentino (8), Constantino (6) y Benedicto (5) –los hijos que Wanda tuvo con Maxi López– y las hijas de ambos, Francesca (2) e Isabella (8 meses). Estuvieron once días allí hasta que recalaron en las islas Maldivas. Y para cerrar las vacaciones de ensueño, se instalaron en Ibiza, la isla española que adoran. Antes de esa última parada, pasaron unas horas en Milán, donde sumaron a su troupe a su weimaraner Coco y a su caniche Junior. Para cada traslado, dispusieron de un avión privado. En la isla del Mediterráneo alquilaron una imponente mansión sobre la montaña y contrataron las mejores expediciones náuticas junto a la familia de la abogada Ana Rosenfeld, íntima amiga de Wanda. Una de ellas fue a Formentera, a sólo 11 kilómetros de Ibiza. Allí se los pudo ver enamorados y muy pendientes de sus hijos, con quienes, además de jugar, se fotografiaron y recorrieron la bellísima isla. Al cierre de esta edición, ya estarán de vuelta en Milán, donde viven a cuerpo de reyes.
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