Murió el actor Max Berliner a los 99 años

Max Berliner, el actor de 99 años que dedicó su vida al teatro y al cine, murió hoy, según informó por la mañana su hijo Daniel desde las redes sociales. "¡Hoy solo Música para recordarlo! Ejemplo de vida, así lo recordamos. ¡Max viejo querido mío! ¡Y un día nos dejaste!", escribió desde su cuenta de Facebook.

En cuanto a cómo era la salud de su padre en los últimos meses, Daniel le dijo a LA NACION: "Papá se cayó en el mes de noviembre del año pasado. Anduvo muy bien y después entró en un deterioro que duró un montón, pero estuvo hasta ayer domingo cantando con nosotros, disfrutando de la vida". Además explicó: "Murió como vivió, con toda la dignidad. Así que fue un proceso lento, él estaba muy consiente de todo, obviamente porque estaba sin sufrir, de eso se trató".

Sus restos serán velados hoy, a partir de las 18, en Palermo y mañana se le dará el último adiós en el cementerio de La Tablada.

"Mi papá quería que yo fuera artista"

Max Berliner nació en Polonia en 1919 y a sus dos años, él y su familia se mudaron a la Argentina, directo al barrio de Once. Su madre era costurera y su papá trabajaba en una fábrica de camas. "Mi padre no quería que yo fuera médico, quería que yo fuera artista", había dicho el actor a LA NACION en enero último, en la última entrevista que brindó. Así, a los cinco años debutó en una obra teatral en idish, llamada Inmigrantes.

"Por mi viejo estudié piano y también di clases en casa: ¡Puse un cartelito y se llenó de alumnos! Iba a ver las orquestas de señoritas a los bares. Llegué a dirigir orquestas en los cines Catalunya y Standard, en Corrientes al 2000, en los años del cine mudo. Mi papá me acompañaba a todos lados. A él le gustaba mucho el cine: cerraba el negocio e iba a ver películas en continuado. Siempre estábamos juntos: no le gustaba que anduviera en la calle con otros chicos. En la cuadra de casa había una barra que jugaba en la vereda. Pero mi papá decía que no quería un hijo vago: él quería un hijo artista. Músico o actor, pero artista", contaba.

Así es como Max fue parte de la historia del teatro nacional, así como del cine. Participó en más de cuarenta películas, desde El profesor tirabombas (1971), La Patagonia Rebelde (1974) hasta la que se estrenó este año, El último traje. También tuvo una importante trayectoria en televisión en tiras como Pelito, Amigos son los amigos, Chiquititas y Tumberos, entre otras.

Durante casi 60 años (desde 1947) fue profesor de teatro y música en idish en la escuela Sholem Aleijem. Además fundó un teatro y así lo contaba en LA NACION: "Fundé Artea, en Bartolomé Mitre y Pasteur. Mi intención era exhibir temáticas judías en castellano y obras argentinas en yidish. Allí, cada butaca llevaba el nombre de un actor fallecido. En una de las obras más importantes que presentamos, El zoo de cristal, vino a vernos Norma Aleandro. Pero después empezaron los problemas porque el grupo quería hacer otro tipo de repertorio. Y dejé la sala porque me echaron".

Por su fecunda carrera artística, Max Berliner fue reconocido como personalidad destacada de la cultura de la ciudad, recibió el premio Podestá a la Trayectoria de la Asociación Argentina de Actores y en 2012 obtuvo un Martín Fierro también por su trayectoria.

Hace unos 10 años, Max se hizo muy popular entre los jóvenes cuando protagonizó una publicidad de un medicamento contra el reuma en el que se lo veía soltar un bastón con el que caminaba para saltar y bailar. Debido a eso hizo una seguidilla de gags en ShowMatch junto al humorista Campi.