Sandro revisitado por el flamenco
Geromo Amador y Héctor Romero presentan todos los jueves el álbum de homenaje al Gitano
Al gitano por flamenco. lgon Geromo Amador en cante; Héctor Romero en guitarra; Rafael Gonzáles, en cante y percusión; Diego mano en piano, Diego Ballo en guitarra y Claudio Arias en baile. En clásica y moderna, Callao 892. todos los jueves a las 21.30. entrada$ 60.
Nuestra opinión: muy bueno.
La conexión estaba allí, tan a la vista de todos, que nadie parecía verla. Hasta ahora, o hasta hace un tiempo cuando el guitarrista Héctor Romero y el cantaor Geromo Amador decidieron plasmar, primero en disco, Al Gitano por flamenco , y ahora en presentaciones, el encuentro entre la particular gitanería criolla y las canciones de Sandro, aquel a quien llamaban, El Gitano.
En este ciclo que los convoca cada jueves desde el mes pasado y hasta fines del actual, a los dos músicos se le suma el ensamble de Romero para recorrer temas bien conocidos de Sandro, pero ahora iluminados por inesperadas vueltas y hacer brillar aún más la precisión musical de Romero y el arrojo en el canto de Amador.
El hallazgo de este encuentro es que canciones largamente transitadas se escuchen aquí como si fueran nuevas, que puedan ser apreciadas desde nuevos ángulos, de tal forma que del espectáculo disfrutan tanto aquellos que fueron y siguen siendo amantes de la música de Sandro (y que pueden acompañar cada sílaba de cada una de las canciones) como los que se acercan atraídos por el flamenco (y que harán de las precisas palmas su aporte).
En un camino que tiene conexión con el que también recorre El Cigala cuando toma boleros o tangos y los lleva a lo que él sabe, Geromo Amador pone su particular dicción, como traída de la misma Sevilla aunque haya nacido aquí, en canciones como "Trigal", "Quiero llenarme de ti", "Porque yo te amo", "Penumbras" o "Rosa, Rosa".
A fuerza de autenticidad, el espectáculo esquiva el peligro de caer en los clichés de los espectáculos de flamenco for export. Lejos de eso. Así, el aporte del bailaor Claudio Arias nunca es ni aparatoso ni exagerado. Al contrario, la pasión parece incendiarlo por dentro y llegar luego a sus gestos medidos; convertido el pequeño escenario de Clásica y Moderna en tablao real, se mueve poco en el poco espacio, entre los músicos, con una intensidad que apabulla y acompaña perfectamente algunos de los temas.
Como sucede cuando se trata de músicas apasionadas como el flamenco, las noches pueden deparar sorpresas. En la función aquí reseñada, al combo habitual se sumaron un par de invitados que estaban allí, viendo el espectáculo: David Amaya, el español que integró La Barbería del Sur y que desde hace años vive en Buenos Aires (y suele armar jaleo los sábados, en La Capilla, de la calle Perón) que se sumó por unos fantásticos minutos que pusieron tensión en el aire y emoción en los corazones.