5 series para disfrutar lo mejor del animé

Neo Yokio. Una temporada de seis episodios disponible en Netflix. Esta serie animada parece haber nacido del choque de la serie Gossip Girl, una película de Whit Stillman y un capítulo de Buffy, la cazavampiros. El resultado de esa curiosa mezcla es esta rareza creada por Ezra Koenig, líder de la banda Vampire Weekend, que cuenta la historia de una Nueva York del futuro en la que la elite se divide entre los jóvenes de la vieja aristocracia y una nueva formada por magos y exorcistas ocupados de desterrar demonios de su ciudad. Jaden Smith (el hijo de Will) le pone la voz a Kaz Kaan, el soltero más cotizado de la ciudad que se preocupa tanto de lidiar con las fuerzas del mal como del desastre de tener que usar un smoking azul marino para una velada de estricta etiqueta.

Mononoke. Una temporada de doce episodios. Los miércoles a las medianoche por I.Sat. Puestos a definir Mononoke las palabras resultan escasas, poco precisas y, sobre todo, monocromáticas. Es que si algo diferencia a este animé del resto en su tipo, historias con elementos de terror inspiradas en leyendas japonesas, es su explosión de colores. Un juego que prueba las posibilidades plásticas y expresivas de la animación mientras cuenta las aventuras de un boticario que recorre el Japón feudal en busca de demonios –o Mononoke–, que se esconden en llamativos templos, enjoyadas naves o palacios cubiertos de nieve. Más que los detalles del relato que incluyen amuletos, folklore y magia, la experiencia de ver esta serie se destaca por ser una fantasía sensorial y alucinante.

Death Note. Una temporada de 37 episodios disponible en Netflix. Basada en una historieta (o manga) escrita por Tsugumi Oba e ilustrada por Takeshi Obata, este animé tiene una premisa tan atrapante que hasta consiguió una reciente adaptación hollywoodense hecha como telefilm por Netflix. La serie animada se pregunta qué sucedería si un inteligente e introvertido estudiante de secundario se adueñara del libro que un dios de la muerte deja caer a la tierra en el que se anota quién y cómo debe morir. Intriga, terror y unas cuantas preguntas morales y éticas atraviesan la serie que además de meterse con temas polémicos sobre el valor de la vida cuenta con un peculiar sentido del humor que aliviana un relato en el que la pluma es más fuerte y letal que la espada.

Castlevania. Una temporada de cuatro episodios disponible en Netflix. Adaptada de un popular videojuego esta serie es perfecta para los fanáticos del terror y, más especficamente, aquellos disfrutan de las diferentes versiones del Dracula de Bram Stoker. En este caso, el viejo cuento de Vlad, el empalador, asume nuevas formas al imaginar que en el siglo XV, transformado en un recluso, el vampiro conoce por primera vez el amor grac ias a una mujer empeñada en vencer la superstición con ciencia y convertirse en médica. Cuando su plan sale mal, todo terminara en una venganza sangrienta y el resurgimiento de un clan de cazavampiros, los Belmont, que debe luchar contra el ejercito de la noche de Dracula y las sangrientas decisiones de la Iglesia en pleno auge de la inquisición.

Mushi-Shi. Una temporada de veinte episodios disponible en Netflix. Rareza entre las rarezas esta serie existe en el extremo opuesto de muchos de los exponentes del anime. Aquí no hay violencia, batallas sangrientas o artefactos del futuro. Contemplativo y poéticol, cada capítulo del ciclo cuenta un relato mínimo, más postal que otra cosa, la bella animación aprovecha la naturaleza, sus contrastantes y diferencias para hacerlas parte fundamental de las viñetas cuyo hilo conductor son los viajes de Ginko, un cazador de espíritus –o entidades presentes en el universo como él los describe–, conocidos como Mushi. De los encuentros mágicos en la montaña empapados de sake alucinogeno a un pueblo pesquero atacado por la marea roja, la experiencia de ver Mushi-Shi es tan sensible como inolvidable