Disney+: Belleza Negra, una nueva adaptación de un clásico con una variación

Belleza Negra (Black Beauty, EE.UU. / 2020). Dirección: Ashley Avis. Guion: Ashley Avis. Fotografía: David Procter. Elenco: Kate Winslet, Mackenzie Foy, Iain Glen, Claire Forlani. Duración: 110 minutos. Disponible en Disney+. Nuestra opinión: buena.

La vida de un caballo, contada desde su propio punto de vista. Esa es la premisa de Belleza Negra, la película escrita y dirigida por Ashley Davis, basada en la novela homónima de Anna Sewell. El clásico juvenil de 1877, que cuenta las distintas experiencias de un hermoso caballo, tuvo varias versiones cinematográficas anteriores y hasta una serie de televisión, realizadas en diferentes épocas, desde 1917 hasta 1994. La nueva adaptación producida por Disney tiene un modificación clave para adaptarla a los tiempos que corren: el cambio de género de Belleza Negra.

La yegua de raza Mustang nace libre, como parte de una tropilla en el Oeste norteamericano, hasta que son capturados por un grupo de hombres que los maltratan y los ponen en venta. Belleza Negra relata toda su vida desde el principio del film, con la voz de Kate Winslet, comentando los sentimientos de enojo y tristeza por haber perdido la libertad y tener que alejarse de su familia para siempre. Pero su espíritu se recupera cuando, tras ser adquirida por un haras, establece una amistad con Jo, encarnada por Mackenzie Foy (El conjuro), una adolescente cuyos padres mueren en un accidente y debe mudarse con su tío John, interpretado por Iain Glen (Game of Thrones), un domador de caballos que emplea técnicas no violentas para amansarlos. La indiferencia inicial de Jo hacia todo lo que implica su nueva vida desaparece cuando empieza a interesarse por la yegua rebelde que nadie parece poder domar. Entre ellas se establece un vínculo indestructible, que se pone a prueba cuando una serie de situaciones obliga a Jo y a Belleza Negra a seguir por diferentes caminos y superar varios obstáculos con la esperanza de reencontrarse.

El film despliega una gran belleza visual, concentrada en la naturaleza. Los diversos paisajes, desde montañas hasta el mar, son retratados en grandes planos que permiten admirarlos. Lo mismo sucede con los caballos, tanto la protagonista como los amigos que va conociendo en el camino, que son el corazón del film. La fotografía de David Procter se concentra en los detalles del pelaje y los movimientos de los caballos, que comunican las sensaciones por las que están pasando.

Hay un énfasis, tanto estético como narrativo, en señalar las virtudes de la naturaleza y cómo la intervención del hombre puede ser abusiva y destructiva. Pero Belleza Negra también se encarga de mostrar las consecuencias positivas de una relación sana y respetuosa del hombre con los animales y el entorno natural. Incluso, cómo esta interacción puede resultar terapéutica.

A pesar de la belleza visual y las buenas actuaciones de las figuras centrales del elenco, Belleza Negra no tiene la energía arrolladora de su protagonista. La historia central de la relación entre la adolescente y la yegua tiene mucho encanto y logra conmover, pero cuando la película las separa y sigue las experiencias de Belleza Negra en otros lugares y con otras personas, se pierde el interés de lo que el film fue construyendo y, con una duración de casi dos horas, resulta un tanto moroso.