¿Qué veo? Tres ficciones con mujeres de armas tomar

Yellowjackets

Yellowjackets fue uno de los grandes hallazgos en el calendario tardío de 2021. Creada por Ashley Lyle y Bart Nickerson (ambos productores de Narcos y de la extraña Dispatches from Elsewhere), la serie mezcla el retrato estudiantil de los 90 con la narrativa de supervivencia (al estilo El señor de las moscas), al mismo tiempo que combina en dos tiempos las relaciones de un grupo de chicas que esconden un macabro secreto. En 1996, un avión que traslada al equipo de fútbol femenino de un colegio de Nueva Jersey se cae en un paisaje agreste de Ontario, Canadá. En el presente, algunas de las sobrevivientes de ese hecho intentan esconder los recuerdos más oscuros de aquella convivencia salvaje y develar los misterios que las persiguieron durante años.

Además de la intriga y algunos destellos de horror, la serie cuenta con un elenco a medida: Juliette Lewis, Christina Ricci, Melanie Lynskey y Tawny Cypress, quienes despliegan en ese tiempo de madurez los rencores y rencillas silenciadas de la etapa adolescente, al mismo tiempo que investigan qué hay detrás de la reaparición de los fantasmas del pasado. El personaje de Lynskey es uno de los más interesantes: mezcla de ama de casa desesperada e intrigante estratega en las sombras, recorre el relato con una inquietud feroz, un humor envidiable y la ambigüedad justa para mantenernos siempre en vilo. Una temporada. Disponible en Paramount+.

Hightown

Finalmente regresó Hightown con su segunda temporada, luego de los acontecimientos que marcaron la antesala del receso por la pandemia: la liberación de Frankie Cuevas (Amaury Nolasco), el destierro de la policía de Ray (James Badge Dale), la detención de Osito (Atkins Estimond). La serie tiene algo inusual para esta época en la que las narrativas criminales siempre resultan demasiado pulidas, estudiadas, encajadas en las formas del policial más estricto. La showrunner Rebecca Perry Cutter logra un relato pulp con la fuerza de la escritura de su tiempo germinal allá por los 30, adaptada al escenario de Cape Cod, el tráfico de drogas, la movida queer y las disputas entre policías y criminales. Todo en un estilo sucio, lleno de giros inesperados y personajes fascinantes como la Charmaine de Imani Lewis, ascendente líder del negocio de la droga entre Nueva York y la costa.

Si la primera temporada transcurría en verano, cuando Cape Cod se mostraba repleta de turistas y las playas se consumían con el mismo vigor del sol y las adicciones, la segunda se afirma en el invierno, gris y opresivo para los lugareños, con la cárcel, el club nocturno y las redadas policiales como protagonistas. No solo se luce Monica Raymund como la impredecible Jackie Quiñones, oficial de la guardia pesquera que termina en las filas policiales, sino sobre todo Riley Voelkel como Renée, stripper e informante, inesperada vengadora en un mundo sin segundas oportunidades. Dos temporadas. Disponible en StarzPlay.

Narciso negro

La nueva adaptación de la célebre novela de Rumer Godden vuelve a un Himalaya de ensueño y pesadilla como el que habían recreado Powell y Pressburger en su versión deslumbrante de 1947, con Deborah Kerr y Kathleen Byron. La historia es la misma: una orden de monjas anglicanas es destinada al corazón de Oriente para enseñar el credo cristiano. Deben instalar un colegio parroquial, tocar a horario la campana y convertir ese entorno pagano en el reino de la palabra de Dios. Sin embargo, las cosas no salen como lo esperaban. La voz rectora es la de la madre superiora Clodagh (Gemma Arterton), quien asume la misión como un mandato propio, alimentado por su orgullo y disciplina. Lo que resta es el choque entre dos mundos, expuesto en esa feroz convivencia entre el orden y el caos, la organización de la religión y la imprevisibilidad de la naturaleza.

La miniserie se apropia de esa exquisita artificialidad de la versión original, en una relectura del material literario atenta a los nuevos tiempos, a la compleja humanidad de sus personajes, a la belleza de un mundo que resulta devorador. La hermana Ruth, interpretada con una furia cautivadora por Aisling Franciosi, consigue instalar el combate en el marco esquivo de la fe y en las altas cumbres del campanario. Miniserie. Disponible en Star+.

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