Rock. Sónico y experimental
Lee Ranaldo, de Sonic Youth, actuará esta noche en Buenos Aires
Si quedaba alguna duda acerca de la honestidad hacia la música con la que Sonic Youth, una de las bandas que revolucionó el rock con sus ruidosas guitarras en los años 80 y el grupo de culto por excelencia, trabajó a lo largo de su carrera, aquí está Lee Ranaldo.
En su primera visita a América del Sur, el histórico guitarrista de la banda más alternativa que haya existido alguna vez llegó para presentar uno de sus proyectos paralelos en el ciclo Experimenta ´98. Y hoy, a las 21, en Cemento, Estados Unidos 1234, mostrará un show atípico junto al baterista William Hooker y la cineasta Leah Singer, basado en la improvisación artística.
Para llegar hasta Ranaldo sólo hay que preguntar en la recepción del hotel donde se aloja, ubicado a una cuadra de la Plaza de Mayo, y él mismo atenderá cordialmente. No hay managers ni agentes de prensa ni ningún tipo de infraestructura rockera a su alrededor. Y, sin embargo, su guitarra ha influido a la gran mayoría de las estrellas de rock que emergió en los últimos años.
Es que tanto Ranaldo como sus fieles y ruidosos compañeros (Thurston Moore, Kim Gordon y Steve Shelley) están más allá de todo. Y mientras tanto, el mito Sonic Youth continúa creciendo.
Un trío experimental
"La improvisación es un estilo con gran tradición en Nueva York _cuenta Ranaldo para explicar de qué se tratará el show de esta noche_. Y dentro de ese ambiente, William (Hooker) es uno de los mayores exponentes del free jazz. Con él puedo desarrollar ideas que quizá con Sonic Youth no. Le puedo encontrar una forma opcional a las canciones, ya que si bien Sonic Youth trabaja con muchas formas de experimentación, mantiene ciertas estructuras," Junto a Hooker, Ranaldo grabó tres discos con sesiones en vivo y remarca que "William es mucho más abierto a los diferentes sonidos, las texturas, los estilos y al feedback que cualquier otro músico".
La performance de este peculiar dúo musical se completará con Leah Singer, que proyectará films durante el set. "Me gusta la idea de hacer cosas visuales en los shows _dice Ranaldo_. Y como este tipo de música es especial para escuchar y no para ver a los músicos cómo tocan, el trabajo de Leah resulta ideal para el ambiente." De todas formas, los distintos proyectos que lo involucran no le impiden aseverar que Sonic Youth sigue siendo su gran amor. Y a pesar de sus 42 años y las canas que reemplazaron su rubia cabellera, arriesga: "Puedo imaginarme dentro de diez años todavía tocando en Sonic Youth. Sigue siendo lo más importante para mí. Cuando tocamos los cuatro juntos se produce una energía muy especial. Nunca imaginamos que seguiríamos tocando por casi veinte años. Pero la principal razón por la cual aún continuamos es que todavía hacemos cosas que nunca habíamos hecho antes".
Ypara reafirmar sus dichos, Ranaldo remarca: "Definitivamente nuestra música es rock & roll, pero se mueve por distintos caminos, e incorporamos diferentes ideas, experimentos, músicas y composiciones. Creo que lo que estamos haciendo ahora es lo mejor de toda nuestra carrera", sentencia.
El culto sónico
Al mismo tiempo que personajes como Billy Corgan, de los Smashing Pumpkins, anuncian la muerte del rock, Sonic Youth sigue rockeando . "Quizá para él haya muerto. No sé qué piensa él que es el rock, pero lo cierto es que tanto yo como el resto de la banda estamos envueltos en una comunidad donde el rock está más vivo que nunca y donde existe una constante experimentación", responde el guitarrista.
Sentado cómodamente en uno de los sillones del lobby del hotel, Ranaldo deja constancia de la influencia de sus amigos William Burroughs y Allen Ginsberg (ambos fallecidos escritores de la generación beat) a la hora de componer o escribir, de sus gustos musicales (que van desde el free jazz hasta la música electrónica), de sus experiencias en Marruecos junto a la comunidad musical de Jajouka (aquella que en los 60 deslumbró al guitarrista de los Rolling Stones Brian Jones) e intenta una teoría acerca del culto a Sonic Youth.
"Probablemente seamos una banda de culto porque la música que hacemos es muy especial. Es diferente a la mayoría de las otras músicas. Además, creo que la razón principal está relacionada con que lo único que tuvimos en nuestra mente fue siempre la idea de la música. Y nunca pensamos en los negocios, en tratar de hacer simples vendibles... Lo más importante en Sonic Youth es que la música va en dirección opuesta a la música del sistema."
El sueño del sello propio
Por ello, fundaron su sello discográfico y construyeron su propio estudio en Nueva York. "Ahora podemos experimentar mucho más. Desde que empezamos con la banda, la mayor parte de la música interesante que compusimos la hicimos en los ensayos. Y ese material solía perderse. Ahora podemos grabar eso en nuestro estudio y editarlo con nuestro sello cuando se nos da la gana."
Ranaldo está orgulloso de que la banda tenga una especie de doble vida, en la que conviven la faceta más experimental (el año último editaron tres Extended Play con un material delirante) y su costado más cancionero: "En los shows es donde juntamos nuestras dos caras".
Para terminar, este héroe de la guitarra noise cuenta por qué los Sonic Youth no son estrellas de rock, o al menos no viven como tales: "Creo que la imagen de la mayoría de las estrellas de rock es sólo eso, una imagen. Para nosotros es más interesante ser personas normales. Cuando subimos al escenario nos volvemos totalmente locos e insanos, pero abajo es otra cosa. Tenemos familias, hijos... En cierta forma, las estrellas de rock son como los dibujos animados. Tienen una sola dimensión y siempre muestran el mismo perfil. Si te gusta ser parte de la música del sistema y ver tu foto en las portadas de las revistas, está bien. Pero esa no es nuestra intención".
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