Subiela, tras los pasos de Oliverio

Oliverio había encontrado en Montevideo "a la mujer capaz de volar", según contó Eliseo Subiela en su cuarta película. Pero una década y cuatro largometrajes después, el director decidió volver sobre aquel personaje, un amante de la poesía aún empeñado en la búsqueda de la compañera ideal. "Un día me pregunté: ¿qué será de Oliverio después de diez años de no verlo? Fui a visitarlo con mi computadora y resultó que tenía un montón de cosas nuevas para contarme", dice el realizador, instalado desde hace poco más de una semana en Barcelona para completar la filmación de "El lado oscuro del corazón II".

Nuevamente con Darío Grandinetti como protagonista, Subiela inició el rodaje a mediados de febrero. Después de tres semanas de labor en Buenos Aires -"que pasaron volando"-, ahora espera "ansiosamente" que el actor llegue el lunes a Barcelona. En esa capital y pueblos aledaños quedan por concretar escenas con la coprotagonista, Ariadna Gil, y con dos actrices que también actuaron en la primera parte: Sandra Ballesteros y Nacha Guevara.

Durante el diálogo con La Nación , Subiela se muestra satisfecho por los resultados de un rodaje "fluido y sin problemas" ("como he tenido pocos", agrega). Y está seguro de que este nuevo encuentro con Oliverio dará por tierra con "el prejuicio" de que segundas partes nunca fueron buenas.

-Luego de "visitarlo" a Oliverio, ¿qué pasó?

-Puse en práctica un método que me había enseñado Leonardo Favio: anunciar que uno está trabajando en un proyecto para despertar el interés de posibles productores, aun cuando todo esté en el terreno del deseo. Yo había hablado del proyecto en una conferencia de prensa, cuando fue el preestreno de "Las aventuras de Dios", mi última película (todavía inédita en la Argentina). Aún no tenía escrito el guión de esta segunda parte. Aquellas declaraciones en España rebotaron en Buenos Aires. Y se interesó Luis Alberto Scalella, que me propuso producir la película. La verdad es que su oferta me sorprendió bastante.

-¿Por qué? ¿Acaso no buscaba un productor?

-Porque mis prejuicios me hacían pensar que mi cine no era del tipo que podía interesarle a un productor "industrial" como Scalella. Desde el comienzo, la conexión entre ambos fue muy buena. Es un productor respetuoso, inteligente y en el fondo, un "atorrante" como Oliverio y como yo.

-¿Por dónde transita la historia esta vez?

-Oliverio decide reencontrarse con Ana (Sandra Ballesteros), el amor de la primera película, y viaja a Barcelona para buscarla. Pero como él es un hombre de búsquedas más que de encuentros, se meterá en nuevos problemas.

-Después de diez años, ¿Oliverio bajó las exigencias respecto del amor?

-No. Busca lo de siempre: una mujer que sea capaz de volar.

-¿Y qué busca usted con la continuación de "El lado oscuro del corazón"?

-Lo de siempre: volar. Siempre me pareció que "El lado oscuro del corazón" era además un espacio de reflexión sobre la masculinidad. Oliverio y sus aventuras escenifican muchos de los mitos y fantasías masculinas. Con un héroe ahora cuarentón, aparecen otros aspectos de esos temas, en muchos sentidos de manera más dramática que en la primera parte de esta historia.

-¿Qué pasa en esta segunda parte con los personajes de Sandra Ballesteros y Nacha Guevara?

-Ana, el personaje de Sandra Ballesteros, lleva ya 10 años viviendo en Barcelona. Trabaja en El Corte Inglés y ha dejado atrás su pasado. Ahora solo quiere ser una buena ama de casa. ¿Se conformará Oliverio con eso?... La Muerte, que encarna Nacha Guevara, será la de siempre.

-Esta vez la protagonista es la española Ariadna Gil.

-Sí. Ariadna encarna a una equilibrista que trabaja en un circo y que deslumbrará a Oliverio. Se llama Alejandra. Después de ella ,Oliverio no será el mismo. Además, hay un nuevo personaje que juega un papel importante en la historia. Es alguien que La Muerte le presenta a Oliverio como "su nuevo perseguidor": El Tiempo. Es un personaje que anda en moto y no tiene rostro. Y Oliverio intentará negociar con él.

-Diversos poemas se entrelazaban con la historia y eran parte de ella en el film anterior. ¿Ocurre lo mismo en éste?

-Sí. Aunque en este caso la mayoría de los textos poéticos están insertados en los diálogos de manera más coloquial que en la primera parte. Además de Mario Benedetti y Oliverio Girondo hay textos, entre otros, de Antonio Porchia, Antonio Machado, Vicente Huidobro y Alejandra Pizarnik.

-¿Esta película podrá ser vista sin conocer la anterior?

-Si bien continúa con la historia, funciona independientemente. De manera que puede ser vista sin conocer mi anterior largometraje.

-¿Qué riesgo implica encarar, una década después, la segunda parte de una historia?

-El mayor riesgo es hacer una segunda parte, enfrentando de entrada el prejuicio de "nunca segundas partes..." Afortunadamente hay muchos casos en la historia del cine que prueban que muchas veces segundas partes fueron mejores que la primera. Y a mí me parece que éste será uno de esos casos.

Grandinetti, a Barcelona

Apenas se despida del Pablo Neruda que interpreta en "El cartero" (la obra de Antonio Skármeta que este sábado cierra su temporada en el Complejo La Plaza), Grandinetti se reencontrará con Oliverio, otro personaje entrañable de su carrera. En realidad, ya se vieron un par de veces en Buenos Aires, durante la primera etapa del rodaje de "El lado oscuro del corazón II". El lunes será la nueva cita en Barcelona, donde aguarda Eliseo Subiela para continuar el rodaje de esta coproducción argentino-española.

Según Grandinetti, hoy Oliverio no es demasiado distinto de lo que era hace una década. "Con el tiempo, uno deja de rasgarse las vestiduras con respecto a un montón de cosas -reflexiona el actor-. En el caso de Oliverio sucede lo mismo. Y aunque pasaron diez años, no entrega las armas, sigue defendiendo la poesía y el amor. Ahora tiene más sentido del humor; se ríe más de sí mismo. Pero en lo esencial sigue siendo el mismo, como todos nosotros."

Desde el lunes y durante cuatro semanas, Grandinetti y Oliverio andarán por Barcelona de la mano de Subiela, escribiendo un nuevo capítulo de la historia que empezó a comienzos de los 90. El resultado se conocerá a mediados de junio, cuando el film se estrene en Buenos Aires.