Alejo Pérez renunció al Argentino

El director Alejo Pérez renunció a la dirección musical del Teatro Argentino y, por ende, al cargo de director de su Orquesta Estable. Los motivos quedaron al descubierto anteayer por la tarde, con la protesta pública que realizaron tanto la Orquesta como el Ballet, cuerpos que reclaman los pagos atrasados de algunos de los contratados –que no perciben haberes desde el principio de la temporada– y la regularización de los nombramientos de quienes ganaron concursos.

Según se supo a través de las fuentes consultadas, Pérez –que no contestó las llamadas que se le hicieron desde esta Redacción– consideraba insostenible su situación frente al organismo, al que no podía dar las respuestas deseadas.

Esto no hace más que dejar al descubierto –desde otro ángulo– la severa crisis financiera que afecta a la provincia de Buenos Aires. El Teatro Argentino no quedó al margen. Al incumplimiento de pagos a un sector de los contratados se sumó el levantamiento de dos programas líricos como I Capuleti e i Montecchi y La Valquiria (con el que esperaban tener un cierre de año histórico) y se reprogramaron un título del ballet y un concierto sinfónico.

La actual temporada tenía un presupuesto aprobado de 20 millones de pesos; en febrero se supo que esa cifra se reducía a poco más de 15 millones, pero en lo que va del año sólo entraron al teatro 1.800.000 pesos, por lo que la deuda documentada que se tiene no es sólo con los contratados sino con los artistas invitados que trabajaron en los títulos que sí se llevaron adelante.

"Lo de Alejo es muy lamentable, ya que ha sido, sin dudas, el mejor director musical que ha tenido la Estable en toda su historia –dijo el director artístico Marcelo Lombardero–. Por ahora no vamos a reemplazarlo y quizá cubramos el año que viene con directores invitados, no es lo ideal, pero sé que puede funcionar, de hecho lo hace en innumerables orquestas."

Al cierre de la esta edición se supo que el Ministerio de Economía de la provincia se disponía a liberar hoy los primeros pagos de la deuda pendiente. Esto podría empezar a limpiar los nubarrones que durante todo el año cubrieron al Argentino, con la esperanza de tener un 2013 menos dramático.