
Damián Dreizik, atrapado entre un personaje de ficción y su alter ego
En Automenaje, el actor retoma a Raúl Ricoletti, un emblema de su larga trayectoria
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Actor de raza, expresionista por definición, desde que egresó de la Escuela Municipal de Arte Dramático, en 1987, Damián Dreizik (Buenos Aires, 1966) ha recorrido en el escenario ya 30 años, desde sus inicios en el dúo Los Melli, aquella exitosa sociedad artística con el actor Carlos Belloso que el tiempo convirtió en una verdadera leyenda del under. En 2006 estrenó La maña, unipersonal de su autoría con dirección de Vanesa Weinberg que narraba la historia de un náufrago que no se daba maña para nada, al que le sucedieron otros unipersonales, como Groenlandia y Sistema Garage.
En Automenaje, su tercer trabajo en equipo junto al director Alfredo Allende, Dreizik retoma la historia de su personaje insignia, Raúl Ricoletti, un profesor de actuación ególatra y pagado de sí mismo que repasa su extensa trayectoria, desde el histriónico paso por el musical infantil, la publicidad televisiva de los 70, el teatro de vanguardia y el cine político, incluido un homenaje a películas argentinas de los 80 como En retirada, géneros que han acompañado los avatares políticos y sociales de nuestro país.
"Es un homenaje que Ricoletti se arma a sí mismo, y a lo largo del espectáculo va desgranando su carrera, y de alguna manera también su vida. Pero resulta que su carrera es una porquería, es un fraude", señala Dreizik sentado a una mesa del bar La Academia, a propósito de este personaje que debutó en Cómico Stand Up allá por 2002, durante seis años participó como columnista en el programa radial Day Tripper, y más tarde reapareció en Sistema Garage.
"Sin dudas me veo muy reflejado en Ricoletti, desde el momento en que los dos somos actores y enseguida aparecen cuestiones que todos los actores tenemos, distintas ambiciones, la sed de reconocimiento. En realidad este tipo quiere ser reconocido, quiere que lo reconozcan", sigue el ex Melli, que recientemente participó también en una miniserie sobre Sandro que podrá verse en Netflix el próximo año. Dirigido por Adrián Caetano, allí se pone en la piel de Pepe Fechoría, el gran anfitrión del restaurante donde noche tras noche se congregaba la farándula. Además, en noviembre filmará Rivales, una comedia histórica con la dirección de Néstor Montalbano, junto a Mike Amigorena y Mirta Busnelli, a rodarse entre Uruguay y la Argentina.

Actor, autor, director y docente de teatro, muchos lo recordarán por sus numerosos trabajos en cine y en TV (Todo por dos pesos, Disputas, Loco por vos, Animadores). También ha escrito guiones para cine (Pájaros volando y Por un puñado de pelos), la obra de teatro Nenucha, la envenenadora de Monserrat, y dirigióMozos y La máquina de negar toros. El último año público su primera novela, Choclo (Imaginante), "una distopía delirante muy difícil de encasillar", en palabras de su autor.
Hincha de Racing, en sus inicios trabajó como fabricante de sahumerios, constructor de marionetas y hasta se desempeñó como promotor disfrazado de caramelo Sugus en la costa atlántica. Precisamente, asegura que su vocación de actor estuvo presente desde su primera juventud, cuando ya comenzaban a florecer todo el histrionismo y el expresionismo que lo caracterizan. "Me defino como un actor para el cual la expresión es importante. También me interesa que siempre haya una mirada sobre las cosas, que haya una reflexión detrás. Si bien el humor también me define porque me gusta laburar con eso y me sale, no siempre tiene que ver con el humor. Me gusta esa idea del actor expresionista. Siempre concebí el oficio más como una creación que como una lisa interpretación, donde uno de los desafíos más grandes es crear teatralidad. Ese rayo invisible que tiene la actuación, generador de poética, de lenguaje. Me parece que el actor tiene que salir del rol pasivo y proponer", concluye Dreizik.
El humor tiene cara de Stand Up
"La Argentina se jacta de tener una tradición humorística, grandes capocómicos, teatro de revistas, el café concert, el varieté? y ahora el stand up, que cual mancha voraz lo tomó todo. No lo veo mal, es un fenómeno que a su vez surgió porque hubo algo que se agotó. Sin embargo observo un agotamiento de las formas, de cómo se muestra el humor, cierta superficialidad, una zona de consumo donde entramos todos. No lo juzgo, pero creo que nos estamos perdiendo de algunas otras expresiones".
Automenaje
de Damián Dreizik.
Dirección: Alfredo Allende
Funciones: sábados, a las 22.
Teatro: Cultural 25 de Mayo, Av. Triunvirato 4444.
Entradas: de 150 a 200 pesos.





