Ceremonia secreta
Dirección : Oscar Barney Finn. Autor original : Marco Denevi. Elenco : Estela Medina, Soledad Fandiño, Susana Lanteri y Ana Maria Caso. Escenografia : Emilio Basaldua. Luces : Felix Monti. Vestuario : Mini Zuccheri. Música : Luis Maria Serra. Sala : Margarita Xirgu, Chacabuco 875. Funciones : viernes y sabados a las 20, domingos a las 19. Duración :90 minutos
Nuestra opinión: muy buena
Marco Denevi (1922-1998), entre muchos otros libros, escribió dos excelentes novelas: Rosaura a las diez (1955, premio Kraft, filmada por Mario Soffiici) y Ceremonia secreta (1960, premio de la revista Life , filmada en discutible versión por Joseph Losey). Esta última fue también llevada varias veces a la televisión, la primera y la más recordable en los años 60, con Milagros de la Vega y Estela Molly. Ahora, Oscar Barney Finn aborda la difícil tarea de transportarla al escenario.
Tarea difícil porque se trata, básicamente, de un relato de atmósfera "gótica", respondiendo a las pautas de un género consagrado en Inglaterra a fines del siglo XVIII, a partir de las narraciones medievales de sir Walter Scott, y que, desde la literatura, invadió prácticamente todas las artes y las artesanías: el Gothic Revival, cuya culminación literaria sería el Frankenstein de Mary Shelley. Género pródigo en espectros, perversiones varias, abadías en ruinas y terribles venganzas, se ha prestado mucho más a ambas pantallas, la del cine y la de TV, con sus juegos de sombras y sus alardes expresionistas, que al escenario, más adherido a lo concreto.
De ahí el mérito de la versión de Finn, director sutil, inteligente y refinado que hace verosímil en escena la singular andanza de la señorita Leonides Arrufat, solterona en difíciles circunstancias económicas, a quien el encuentro fortuito, en el cementerio, con una muchacha border que cree (gracias a un asombroso parecido) ver en ella a su madre muerta, transporta a un mundo de lujo, halagos e inquietantes amenazas. Con apenas mínimos retoques a la trama original y una sagaz oscilación entre lo sombrío y lo cómico, Ceremonia secreta mantiene al espectador al borde del asiento, hasta la revelación final y su atroz consecuencia. Cuenta para ello con un elenco calificado, cuyas virtudes se exaltan en la escena -admirable- de la visita de Leonides a las aviesas amigas íntimas de la difunta: un torneo interpretativo en el que compiten la gran actriz uruguaya Estela Medina y dos argentinas que se las traen, Susana Lanteri y Ana María Casó. La joven Soledad Fandiño se luce con autoridad propia en el arduo papel de la huérfana perturbada.





