Coronavirus: historias de circo en cuarentena
Se sabe, la actividad teatral es uno de los sectores más golpeados por las medidas de confinamiento con las salas cerradas en todo el país. Sin embargo, poco se escucha de los artistas circenses, sin dudas el colectivo más invisibilizado y desprotegido dentro de ese grupo.
En Argentina existen más de cincuenta circos que reúnen una troupe de tres mil artistas, entre payasos, acróbatas, trapecistas, bailarines, magos, contorsionistas, domadores, lanzadores de fuego, malabaristas, y prestidigitadores que viajan de ciudad en ciudad con sus camiones y sus casas rodantes. Y así los encontró la cuarentena, siempre nómades, en distintos puntos del país, mientras deben afrontar los gastos para sostener sus compañías numerosas y elaboran ideas para reinventarse, desde funciones y talleres on line hasta el primer Auto-Circo del país que acaba de debutar en Merlo, San Luis. Agrupaciones como Circo Abierto, una asociación civil sin fines de lucro, insisten en su pelea por incluir al circo en alguna línea de subsidio, que aseguran, siempre resultan excluidos. Y esta cuarentena, al menos hasta ahora, no fue la excepción. Los circos fueron los primeros en cerrar y serán de los últimos en abrir.
Auto Cirque XXI
"En Argentina los circos no pertenecen a ningún lado, siempre vivimos así de un lado para el otro, somos nómades", asegura Fabián López, director del Cirque XXI, que integran 30 personas en total, entre artistas y técnicos.
La compañía que dirige López -quinta generación de artistas circenses-, quedó varada en Merlo después de hacer temporada en Mina Clavero con todas las casas rodantes y la carpa. Frente a la imposibilidad de seguir adelante con las funciones, allí surgió la oportunidad de crear el primer Auto-Circo del país.
"Lo estamos haciendo en el anfiteatro del Balneario Municipal, un gran playón de estacionamiento donde los autos pueden respetar la distancia correspondiente y nosotros hacemos el show en un escenario alto. De día, obviamente por ahí las luces no se van a lucir tanto, pero bueno. Esto es lo primero en el país, y depende como siga todo, será algo que pueda continuar a futuro. Fue una idea conjunta con la municipalidad de Merlo, con el apoyo del Comité de Crisis de la provincia y del gobernador. La idea es seguir todo mayo y junio, y si funciona está la posibilidad de trasladarlo a San Luis", sigue el director de Cirque XXI. El show se presenta los sábados y domingos, a las 16, respetando los números pares e impares del DNI.
Circo Servian
Al 13 de marzo, la troupe del circo Servian se encontraba en Río Cuarto (Córdoba), cuando la cuarentena se cruzó en su camino. La compañía, que ya cuenta seis generaciones de cirqueros, se compone por más de 100 artistas, incluida la familia Servian que suma 21. Algunos regresaron a sus casas, y unos 60 se quedaron en la carpa.
"Lo difícil es que veníamos invirtiendo mucho en el circo, haciendo compras en el exterior de nuevos números y atracciones que traíamos de Italia, además de un sistema nuevo de iluminación, y nos quedó una deuda en dólares. Si fuéramos sólo los 20 de la familia Servian, podríamos pasar este momento, pero al quedar 60 personas en la carpa nos tenemos que hacer cargo. Sobre todo por una obligación moral. Así que la gente está acá, les brindamos las casas rodantes, luz, agua, wifi", relata Cristian Servian, director general del circo.
A su vez, agrega que frente a la adversidad, mucha gente se acercó, recibieron ayuda de diferentes fundaciones, de distintas iglesias, pero cuando la ayuda no llega, entre todos los integrantes de la familia juntan lo necesario para poder sobrellevar este momento esperando que todo se reactive lo antes posible. De tal forma, la carpa y toda la estructura quedó montada para que los artistas pudieran seguir ensayando y mantenerse en forma, y lo pasan ahí dentro todo el día, desde las 9 de la mañana hasta las siete de la tarde.
Más allá de la dificultad del momento, los circos siempre atesoran buenas historias. Cuenta Servian que su hermana Ivana, ex domadora, bailarina y acróbata, cumplió años el 19 de abril y todos sus sobrinos decidieron obsequiarle una función privada para agasajarla. "Primero hicieron mini trapecio. Mi cuñado, que es trapecista, se puso como receptor, y el chiquito, que tiene 5 años, volaba y pasaba a las manos de él, estaba convencido de que estaba a 20 metros de altura. Después mi hijo hizo un número de cama elástica con un trampolín, y mi otra hija con mi sobrina presentaron un número de contorsiones muy lindo. Fue una función como de una hora muy emocionante. Sobre todo al ver que en un momento tan triste los chiquitos le ponen tantas ganas, tanto amor al circo", recuerda.", recuerda.
Una situación alarmante
En todos los casos, dentro del colectivo heterogéneo que conforman los artistas en general, los del circo aseguran que se llevan la peor parte como consecuencia de la cuarentena por el Coronavirus. "La situación del circo hoy es alarmante y preocupante. No sé por qué motivo siempre ha sido castigado, no tiene una buena aceptación dentro de las comunas. Es terrible lo que le cobran a los circos para bajar la luz, el alquiler de los terrenos. Y se suelen olvidar que el circo es cultura, es la madre del teatro y una de las principales actividades culturales que nos quedan a los argentinos", apunta Ezequiel Martínez, máximo referente de la Agrupación 5 de Octubre y candidato a Secretario General de la Unión Argentina de Artistas de Variedades, sindicato que agrupa a los artistas del sector en todo el país.
Martínez asegura que el 80 por ciento de los artistas circences ha sido rechazado del IFE, el bono de ANSES de 10 mil pesos. "¿Por qué? Es muy difícil llegar a esa información. Estamos sentados en una mesa de diálogo en el Ministerio de Desarrollo y tenemos el compromiso de algunos funcionarios de que nos van a hacer la gestión con ANSES para saber por qué hemos sido excluidos y si podremos volver a integrar esa lista. Ellos tienen la orden del ministro Daniel Arroyo de asistirnos. La idea es reclamar un sueldo complementario y social para los artistas. La Argentina se caracteriza por ser solidaria, y hasta ahora muchos circos que hay en el interior no han tenido la asistencia del Estado y sí, en cambio, la solidaridad de la gente. Estamos en mesa de diálogo y negociación, pero sin soluciones a la vista", concluye.
Argentinos en el Cirque du Soleil
Por su parte, Toto Castiñeiras, el clown argentino que trabajó como payaso principal en el Cirque du Soleil, cuenta que al 20 de marzo la cuarentena lo sorprendió en plena gestación de su primer espectáculo de circo: "Es un proyecto que llamo Circo Chico, un proyecto cómico circense para una pista reducida y una variedad de números con actos acrobáticos, humorísticos y algunas curiosidades o rarezas, emulando al circo más antiguo. La idea es hacer unas audiciones muy grandes y activarlo en cuánto se pueda. Quizás haya una selección previa en modo on line", adelanta Toto. Y añade: "Del Cirque du Soleil no tengo novedades, más allá de lo que se publica en Internet. Sé que está todo muy parado, al igual que las creaciones, como una coproducción que se estaba armando con BerlínTodo eso se detuvo, pero no hay ninguna versión oficial".
Por su parte, los artistas argentinos Florencia Aracama y Nicolás Busso, quedaron varados en Tulum, México. "Nosotros estuvimos en el Cirque Du Soleil haciendo la creación y el tour de Sep7imo Día, Soda Stereo, y cuando el show terminó nos llamaron para trabajar en el Cirque du Soleil de la Ribera Maya. Ahora estamos haciendo nuestro dúo aéreo. Se llama Joya, es un dinner show que se hace en medio de la selva. Fue el último espectáculo del Cirque du Soleil que cerró en marzo. Si todo va bien, en teoría volveríamos en julio, obviamente con todas las precauciones del distanciamiento social. Esa es la situación de este espectáculo en particular. Ojalá podamos volver. Sabemos que los otros siguen cerrados", explicó Florencia Aracama.
Circo Rodas
El 15 de marzo la troupe del Circo Rodas presentó su última función en Mar del Plata y unos días después ya estaban armando la carpa en Berisso cuando se decretó la cuarentena. Desde ese momento, el circo está parado. Son 114 empleados, de los cuales 51 son artistas.
"Muchos se pudieron ir a su casa, porque vivían por la zona, pero hay gente que vive en diferentes ciudades del país, desde Formosa hasta Ushuaia, incluso algunos chilenos, colombianos, venezolanos que se vieron imposibilitados de viajar. En total quedaron 61 personas fijas en el circo, para los cuales la empresa armó un comedor y les brinda el alojamiento, comida, agua, luz y lo básico necesario", señala Marcelo López Lanza, productor general de esta compañía. A su vez, señala que gracias a gestiones de la agrupación 5 de Octubre consiguieron una parte de los alimentos para mantener el comedor y el acceso al bono de Anses. Al momento del cierre de esta nota, ya habían desarmado la carpa y cargado su estructura en camiones a la espera de la confirmación para viajar a Paraná, donde –debido a las características de la cuarentena en esa ciudad– próximamente podrían retomar las funciones.
Cada caso es diferente. Como la historia del payaso Cachipuchi, estrella del Circo Rodas, que aprovechó la llegada a Buenos Aires para una visita y ya no pudo regresar a la carpa. "Ahora estoy en San Justo, vine a visitar a mi novia y nos agarró la cuarentena acá. Así que me tuve que quedar aquí con ella y su familia, intentando aprovechar el tiempo para reinventar todo lo que voy a hacer cuando vuelva a abrir el circo", cuenta Cachipuchi, nacido y criado en una carpa, quinta generación de una troupe de trapecistas chilenos.
"A los tres años le dije a mi papá que quería trabajar con él, así que me maquilló y salí por primera vez a la pista. Desde entonces no paré nunca más. El nombre de mi payaso viene de un payaso ecuatoriano muy antiguo. Un día estaba trabajando con mi padre en América Central y le pidió que cuando tuviera un hijo le pusiera igual que él. Y así fue, apenas empecé a trabajar me pusieron Cachipuchi en su honor", recuerda.
El Circo de Los Hermanos Trivenchi
En los últimos años, Trivenchi se conformó como una cooperativa de trabajo que reúne unos 30 artistas. Al 20 de marzo estaban presentando funciones del circo los domingos por la tarde, más alguna varieté los sábados por la noche en su galpón de Av. Caseros al 1700, hasta que la cuarentena los hizo cerrar y ahora comenzaron a buscar una salida temporaria con funciones virtuales en vivo.
En medio del aislamiento, en una reunión virtual, surgió la idea de hacer un varieté online, que debutó exitosamente el 9 de mayo, a las 22, y eso los estimuló para presentar otra función para niños el domingo 17. "Fue rarísimo hacerla online, pero estuvo bueno porque cada artista se preparó en su casa, monto un escenario, puso sus luces, se maquilló; un rato antes hicimos un zoom camarin, y al final pasamos una gorra virtual, todo desde la cuenta de Instagram (@trivenchi). Lo loco fue que antes de la varieté nos empezaron a depositar dinero. Después, el ‘vivo’ estuvo bastante concurrido, la gente se entusiasmó y empezó a aportar a full. Lo positivo que veo de esta situación es que la gente está más solidaria y los rebusques de las personas siempre son interesantes", concluyó Victoria, acróbata aérea y vocera de los hermanos Trivenchi.
En estos momentos difíciles que atraviesa el mundo, sólo resta agradecer a todos los artistas de circo por seguir trabajando y luchar para ser reconocidos como un arte escénico fundamental en la vida cultural de cada país.
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