Eichelbaum, un autor con espíritu introspectivo
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Con algunas de sus obras, escritas durante cuatro décadas, Samuel Eichelbaum dejó su impronta en la dramaturgia nacional, en una época en que nacía el germen del teatro independiente. Son aquellas en que se dedica a indagar en sus personajes para exponer un peculiar análisis, una búsqueda psicológica y armar una fuerte tensión dramática.
El autor nació en Villa Gobernador Domínguez, Entre Ríos, el 14 de noviembre de 1894, en el seno de una familia inmigrante judía. Desde temprana edad se volcó a la literatura en un período en que el teatro mostraba un nivel de plena madurez, alcanzado por Francisco Defilippis Novoa y Armando Discépolo, entre otros.
Con títulos como La mala sed , El dogma , Nadie la conoció nunca , N. N. homicida , Señorita , Soledad es tu nombre , Dos brasas , Las aguas del mundo , Subsuelo , por nombrar sólo algunas, Eichelbaum impuso un estilo particular, quizá por influencias de Strindberg e Ibsen, pero sin escapar del entorno social y económico propio del Buenos Aires de las primeras décadas del siglo XX. Su análisis profundo de los caracteres sobresalen de la trama, al definir a sus personajes como seres que más allá de las adversidades son capaces de luchar por su honor y dignidad. Son individuos íntegros, introvertidos, solitarios, con férreos códigos éticos, que luchan contra sus propios demonios internos para sofrenar el orgullo de ser lo que son, sin doblegar su espíritu ante la menor tentación y fieles a sí mismos hasta las últimas instancias.
Basten como ejemplo algunas piezas paradigmáticas como Pájaro de barro , Un tal Servando Gómez y Un guapo del 900 , una de sus obras más representadas.
Tanto Felipa Guzmán ( Pájaro de barro ) como Ecuménico López ( Un guapo del 900 ) desafían al destino y enfrentan un futuro incierto y agónico para sobrevivir con nobleza y sin deudas de favores recibidos.
Muchas de sus obras fueron estrenadas por grandes compañías argentinas: Francisco Petrone, Paulina Singerman, Eva Franco, Milagros de la Vega, Angelina Pagano, Elías Alippi, Enrique Muiño, Lola Membrives, Luisa Vehil, Tita Merello y Santiago Gómez Cou. A su vez, movilizaron el interés de prestigiosos directores de cine como Lucas Demare, Leopoldo Torre Nilsson, Lautaro Murúa, Tulio Demicheli.
El 4 de mayo de 1967, a los 72 años, murió Samuel Eichelbaum, "un maniático de la instrospección", como solía definirse, un autor que les dio voz propia y emoción a prototipos del suburbio porteño y a personajes conflictivos, más allá de la condición social, con un espíritu fortalecido por los desafíos existenciales, que les permitió proyectarse en una universalidad que escapa de todo tiempo y lugar.




