Estrenos de teatro. Cobra K mantiene viva la tradición de la auténtica revista porteña
La propuesta de Nito Artaza entretiene y agrega brillo a la cartelera actual, en un teatro que estaba casi silenciado
Libro: Nito Artaza, Adriana Chaumont y Javier Llada. Dirección: Adriana Chaumont. Intérpretes: Nito Artaza, Vicky Xipolitakis, Guillermo Fernández, Gladys Florimonte, Marcelo Toscano, Adriana Chaumont , Melody Toscano y muchos más. Coreografía: Ariel Pastochi. Vestuario: Marcelo Pendola, Luces: Fabio Cuello. Teatro: Premier, Corrientes 1565. Funciones: jueves, a las 21; viernes y sábados, a las 21.30; y domingos, a las 20. Duración: 120 minutos.
La avenida Corrientes sin un espectáculo revisteril no es la avenida Corrientes. Por eso es plausible que, después de años, haya vuelto a la mayor arteria teatral un ejemplo de revista porteña, con capocómico, vedette, atracción musical y escaleras. Tal vez no esté a la altura de los grandes éxitos de antaño, pero cumple con mantener viva la tradición del género, a la vez que entretiene y agrega brillo y glamour a la cartelera actual.
La columna vertebral de Cobra K es Nito Artaza, que se prodiga con varias rutinas de chistes y sketches, siendo su fuerte las parodias de políticos: de Carlos Menem (la más lograda) a Alberto Fernández, pasando por Fernando De La Rúa, Néstor Kirchner y Javier Milei. No obstante, lo mejor del show son las intervenciones de Gladys Florimonte, en especial cuando anima a una hilarante traductora de señas, todo un ejemplo de trabajo actoral serio al servicio del humor popular. Y la de Guillermo Fernández, que en dos segmentos musicales dedicados al tango –el tradicional y el moderno– deja bien en claro por qué es uno de los mejores cantantes de toda la historia del género.
Los cuadros bailados son vistosos, y están bien coreografiados, pero les falta producción. El de Vicky Xipolitakis, en cambio, cuenta con un fondo visual a tono con la tecnología actual (que podría utilizarse en el resto de los números) y es inteligente: realza las capacidades de la vedette y disimula sus falencias, en una danza étnica –llevada a cabo descalza– acorde con su ascendencia griega. Otro punto a destacar es la imitación de Cristina Kirchner a cargo de Adriana Chaumont.
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