
Magia coreana en danza
Integrantes de una institución milenaria se presentan hoy
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Hoy, como culminación de la Semana de Corea que se presenta en Buenos Aires, actuarán, a las 20.30, en el Teatro Cervantes, integrantes del Centro de Artes Interpretativas Tradicionales Coreanas. Jin Nakmung, ministro de Cultura y Turismo de ese país, explica: "Esta institución tiene una historia de más de 1400 años y es precursora en la conservación de las tradiciones de la música y la danza de Corea". El programa de esta función, con entrada libre y gratuita, se divide en dos partes y está compuesto por números de baile y musicales cortesanos y folklóricos, como también composiciones modernas.
En este último caso se ubica "Chimhyangmu", de Hawang Byung-ki, escrita para gayageum, una cítara de doce cuerdas, que representa el mundo del arte budista de Silla. De gran magnetismo es la danza "Buchaechum", en la que las mujeres utilizan abanicos como principal atractivo. Es una delicada combinación de movimientos chamánicos, la divinidad de los exorcismos y la moderación de las danzas cortesanas. En cambio, de este repertorio es la ancestral "Cheoyongmu", única representación con máscaras que se bailaba en festividades de la corte en honor de enviados extranjeros. Los colores de los trajes de los bailarines simbolizan cuatro direcciones, una noción fundamental de la filosofía coreana: azul (Este), blanco (Oeste), negro (Norte) y amarillo (Centro). Por su parte, "Sujecheon" se considera la música más elegante dentro de las nativas cortesanas. Sus orígenes se remontan al siglo VII.
Larga historia
La modalidad Sinawi tiene raíces en las canciones del reino de Silla (57 a.C.-935 d.C.). Es un conjunto de instrumentos que se ejecutan independientemente uno del otro, pero conservando el equilibrio en el todo. Acompaña a la danza salpuri, la más venerada de las antiguas por su perfección artística y la filosofía chamánica que representa. El nombre de este baile significa exorcizar espíritus diabólicos o hacer desaparecer calamidades. La intérprete, vestida con una túnica y bufanda blancas, expresa pesares del corazón por medio de graciosas cadencias, mientras la música progresa de tiempos lentos a rápidos. El final, con la danza "Pungmullori", es un compendio de tradiciones populares que cada región realiza de modo similar. La celebración es una suerte de ruego conjunto para obtener cosechas abundantes y atraer la buena fortuna. Se usa el sangmo, un sombrero donde gira un palito móvil con plumas o una larga serpentina, que será parte de una complicada y colorida coreografía.



