Edipo: vibrantes actuaciones en esta versión de un clásico
Autor: Sófocles / Traducción y versión: Alberto Ure y Elisa Carnelli / Dramaturgia, adaptación y versión final: Cristina Banegas y Esteban Bieda / Intérpretes: Raquel Ameri, Guillermo Angelelli, Liza Casullo y Carlos Defeo, entre otros / Sala: Teatro Cervantes / Duración: 100 minutos / Nuestra opinión: muy buena
¿Quién es Edipo? Solo un hombre que no pudo modificar su destino y sucumbió a causa de su propia sentencia. Este personaje creado en el siglo V a.C. es el prototipo de la soberbia en el poder. Sófocles, su autor, representa una serie de conflictos humanos y valores sociales considerados arquetípicos psicológicos y sociológicos. Matará a su padre. Tamaño peso fue la sentencia de los dioses y la ciudad de Tebas padecerá la peste hasta que se revele este entramado, policial si se quiere, pues Edipo, ahora rey, deberá descubrir quién mató a su predecesor.
Metafóricamente ciego por el poder y la corona que ostenta, el protagonista decide averiguar quién es el asesino sin sospechar que es el responsable de tal ignominia, y por esta burla del destino se casará con su madre y engendrará hijos con ella. Los dioses han hablado. Para el pensamiento griego, era imposible que el hombre pudiera rebelarse contra la voluntad de los dioses, y esto es lo que trata de hacer Edipo, sin considerar las consecuencias.
Curiosamente, la pieza se basa en la exposición verbal de los hechos del pasado, que se revelan parcialmente y reconstruyen el hilo de la trama hasta el desenlace final. Dice el corifeo al final de la obra: "De modo que ningún mortal puede considerar a nadie feliz con la mira puesta en el último día, hasta que llegue al término de su vida sin haber sufrido nada doloroso". La adaptación, en esencia, es muy respetuosa del texto de Sófocles, lo mismo que sucede con la puesta en escena que realiza Cristina Banegas, con algunos apuntes muy originales. Recrea el atrio del palacio, ilustrado con proyecciones abstractas, para desarrollar las acciones, e instala un piano, con Carmen Baliero, que además de música ofrece una variedad de efectos sonoros que acompaña con pequeños instrumentos de percusión. Muy efectivo y elocuente.
La actuación tiene en Guillermo Angelelli y Elvira Onetto vibrantes intérpretes. El primero, Edipo, por la variedad de matices que le ofrece el personaje, que van desde la soberbia que emana de su posición real hasta el horror de la revelación. Una observación: el bajo volumen de la voz en momentos de introspección impide que el texto se escuche con nitidez. Elvira Onetto, como Yocasta, logra que su personaje pueda expresar con potencia la emoción de sus sentimientos. La solidez del resto del elenco se suma a esta propuesta.