Elecciones 2021: aguantar todo lo posible a la espera de los números oficiales, la nueva consigna de la TV electoral

A aguantar la llegada de los resultados oficiales. Esa es la nueva consigna de la televisión electoral, que todavía no se saca de encima sus antiguas mañas pero parece encaminarse de a poco a un cambio de perspectiva que empezó a configurarse en la noche de las PASO. Aquel resultado de septiembre funcionó como espejo anticipatorio de la cobertura mediática del voto en este domingo. Y a la vez empezó a poner en en discusión, por primera vez, el modelo tradicional que la pantalla viene aplicando en estas jornadas excepcionales: descargar a las 18 toda la artillería de números, éxitos, derrotas, ganadores y perdedores, y afirmarse desde allí hasta el final en esas especulaciones presentadas como certezas.

De esa vieja costumbre quedaron anoche algunos reflejos. Como cuando Crónica TV y el tándem El Trece-TN una vez más plantearon algunos resultados apenas cerrado el comicio, aunque siempre de manera condicional. “¿Todo igual?” decía la imagen dominante (con fondo azul) en el canal histórico de las placas rojas. Fue el pálido reflejo de aquel torbellino de cifras, promesas y adelantos (luego desmentidos por la realidad) que casi todos los canales planteaban con estridencia en cada elección apenas daban las 18, inclusive manipulando el reloj para sacarle algún segundo de ventaja a la competencia.

Con la memoria reciente de lo ocurrido en las PASO, la pantalla prefirió en esta oportunidad un poco más de cautela. En septiembre muchos habían aventurado resultados que las primeras cifras oficiales desmintieron muy rápido y no quisieron quedar marcados de nuevo con esa gaffe. Fue el caso de C5N, que desde su mirada muy cercana al oficialismo optó por una larga catarsis de tres horas sin pausas. Sus principales voces arrancaron antes de las 18 con un “disparen contra Mauricio Macri” y mantuvieron en los siguientes 180 minutos una extensa sucesión de interpretaciones sobre el presente y el futuro en línea con el pensamiento oficial, en la que no faltaron reproches a los “medios hegemónicos” y a “Comodoro PRO” (por los jueces de Comodoro Py), a supuestas traiciones dentro del peronismo, a un voto cada vez más ligado “a la mentira y al odio” (según Gustavo Sylvestre) y a la sensación, desde la mirada de Víctor Hugo Morales, que si al Gobierno le tocase perder por poco sobre todo en la provincia de Buenos Aires igual “debería sentirse orgulloso”.

Una vez conocidos los números oficiales, C5N instaló con algo más de entusiasmo otro tipo de graph (“La noticia del día es la recuperación del Frente de Todos”) y cerró la jornada con una entrevista vía Zoom con el ex vicepresidente Amado Boudou. Ese cambio de ánimo fue todavía más notable en la agitada pantalla de Crónica TV, que se entusiasmaba ante la llegada de cifras favorables al oficialismo en el Gran Buenos Aires y las analizaba junto al ultrakirchnerista Roberto Navarro, para quien este resultado posiciona al Gobierno muy bien de cara a 2023 porque a su juicio hay además un crecimiento notable de la economía que la gente de a pie todavía no percibió.

Toda esa corriente, a la que hay que sumar con menos estridencia a la TV Pública, hizo mucho énfasis en la necesidad de que la oposición se sume a un debate político al que desde el lunes estaría convocando el Gobierno y a un nuevo enfoque oficial en las negociaciones con el FMI. Como si conociese de antemano la letra y el sentido del mensaje grabado por el Presidente que se difundió a las 22. Del resto de los resultados adversos para el oficialismo, y sobre todo de la nueva configuración del Senado, allí se dijo poco y nada.

El resto, más cerca de la realidad, tomó como eje la realidad de la derrota electoral del Gobierno en casi todo el país. La confirmación llegó con los cómputos oficiales, pero en las tres horas previas (entre las 18 y las 21) casi toda la TV electoral se dedicó a evaluar posibles escenarios políticos y económicos a partir de hoy, con especial atención en lo que pase con el dólar y en las alternativas de un posible acuerdo con el FMI. Nada demasiado diferente del análisis político cotidiano que proponen las señales de noticias, sobre todo en el horario central.

A la vez, como para marcar más diferencias todavía respecto de otras jornadas electorales, hubo menos espacio que nunca para las conexiones con las sedes de cada partido, los mal llamados búnkeres. Solo las necesarias, que se emitían casi en cadena cuando algún dirigente o candidato salía a hablar. La excepción fue el Luna Park, ocupado por la presencia y el festejo de Javier Milei y sus adherentes, que brindó a los canales el espacio para las escasas notas de color de la jornada. Una placa de Crónica TV llegó a decir: “Milei ya es de la casta política”. En esta línea, la breve aparición de Ariel Tarico (TN-El Trece) aportó el único genuino toque humorístico.

Cuando se supo, a eso de las 19.15, que Cristina Kirchner había desistido de concurrir al comando de campaña del oficialismo, el análisis viró hacia los efectos de los riesgos que ella enfrentaría ante la pérdida del quorum en la Cámara de Senadores. “La ausencia de CFK genera más tensión política”, decía un graph de un segundo tándem, el integrado por Canal 9 y la señal IP. El tercero, como siempre, lo integraron América y A24.

LN+, con una mesa integrada por Eduardo Feinmann, Jonatan Viale, Pablo Rossi, José del Río, Francisco Olivera y Eleonora Cole, hizo punta en el análisis de las tendencias y los posibles escenarios en cada una de las provincias, con la atención especial puesta en los casos de Córdoba, La Pampa, Formosa y Chubut, así como la futura conformación del Senado, un tema político clave a partir de hoy. Después de las 21 esa tendencia siguió con la incorporación de Luis Majul y Alfredo Leuco durante un segmento que tuvo, además, una charla mano a mano con el ex presidente Macri.

En jornadas electorales, la televisión suele entusiasmarse con el uso de distintos elementos tecnológicos. Queda a la vista un espíritu innovador que, a pesar de los intentos, nunca consigue superar el umbral de lo accesorio. La TV Pública y C5N, por ejemplo, usaron al principio de la cobertura hologramas con figuras de los candidatos en tamaño real, pero nunca quedó en claro su utilidad y pronto desaparecieron de la imagen. También la TV Pública, al igual que El Trece-TN, instaló varias veces en pantalla un código QR para que el espectador pueda seguir desde allí de modo interactivo tendencias y resultados. Se repitió el uso de la pantalla partida y algunos canales recurrieron a vistosos diseños que proyectaban sobre la pantalla cifras y tendencias. Nada que superara el valor de la palabra y del análisis certero.

La verdadera transformación estuvo en otro lado. La TV electoral por primera vez pareció reconocer por fin que el verdadero foco de interés, en información y análisis, se relaciona directamente con la aparición de los números oficiales. Habrá que ver si de aquí en más adapta las coberturas a esa realidad en vez de negarla, como hacía hasta ahora.

Por ahora, el único que lo viene entendiendo es Telefé, que volvió a su esquema tradicional de abrir la cobertura a las 18 con un breve flash en medio de una película, seguir con una emisión especial de Trato hecho y dedicarle la atención completa a las elecciones solo a partir de las 20.45. Ya es costumbre, casi una humorada, que a las 18, hora de cierre del comicio, el canal programe una película de cine catástrofe. En este caso fue El día en que la Tierra se detuvo.

Le convendría de aquí en más a la TV electoral detenerse, en vez de seguir desgastándose antes de la llegada de lo único que tiene sentido analizar: los números reales de la votación.