Ojos que no ven, un ciclo que apuesta al amor y no puede evitar los engaños

Nunca sabremos si todos los señores que le juraban a Roberto Galán ser libres y propietarios realmente lo eran. Tampoco si las señoras que aseguraban ser fieles y desinteresadas decían la verdad. Y si algún televidente se sorprendía al ver en el "living del amor" a algún vecino o familiar mintiendo, no tenía manera de desenmascararlo. El tiempo pasó y con el celular y las redes sociales al alcance de la mano, alertar sobre potenciales engaños es tan sencillo como encender la tele.

Cuando ElTrece y la productora Mandarina decidieron poner al aire un nuevo programa en el que una persona le declara su amor a otra, seguramente tuvieron en cuenta esta situación. Y tal vez confiaron en que aquellos que se anotaran en el ciclo también lo tendrían en cuenta. Sin embargo, los engaños resultaron moneda corriente.

Ojos que no ven, con la conducción de la versátil y empática Andrea Politti llegó a las tardes del canal en enero. El formato mostró algunas variantes con respecto a sus predecesores: un hombre o una mujer iban a declararle su amor a alguien que, con los ojos tapados, deberá pasar por varias instancias para intentar descubrir quién es su pretendiente. Al final, cuando se le descubren los ojos, debe decidir entre darle un beso en la mejilla o uno en los labios, de acuerdo a cuál es su respuesta.

El primer escándalo llegó pronto. Al segundo programa, se presentó Alejandro con la intención de declararle el amor que desde hace décadas decía sentir por Gabriela, una excompañera de secundario. El problema es que, desde las redes, cientos de usuarios demostraron que lejos de ser viejos amigos, Alejandro y Gabriela eran pareja desde hace 8 años.

Pocos días después, se presentó el ciclo Melany. Supuestamente, la chica de 19 años quería contarle a su amigo Axel que lo ama desde que lo conoció a los 7 años. "Me impactó con su mirada y sus hoyuelos. Fue amor a primera vista", le contó la chica a Politti a la hora de presentar su historia. Sin embargo, un usuario de Twitter desenmascaró a los dos "farsantes". al subir varias capturas del muro de Facebook de la muchacha.

"Nuestra relación va más allá de nuestra amistad en Facebook, pero es hermoso recordar cuándo y cómo comenzó todo. Con el tiempo aprendí a amar a tu hijo, apreciarte, admirarte y, por sobre todas las cosas, a encariñarme con tu familia. Quienes me abrieron las puertas de su casa y de su vida con una sonrisa enorme y dándome calidez y espacio para poder formar parte. Te lo he dicho más de una vez pero lo vuelvo a repetir, porque nunca voy a poder terminar de agradecerles", le había escrito Melany a Silvia, la mamá de Axel, dejando en claro que desde hace un tiempo forma parte de aquella familia en carácter de novia del chico.

Las críticas al programa, entonces, se convirtieron en un alud imparable. Por eso, la producción decidió publicar un comunicado en el que aclaraban que ellos actuaban de buena fe y que a partir de ese momento quienes se anotaran en el ciclo deberían firmar una declaración jurada aclarando que lo que dicen es cierto. También, por supuesto, anunciaban que ante el descubrimiento de un posible engaño, iniciarían acciones legales.

Todo pareció encaminarse. Pero cuando julio estaba a punto de terminar, desembarcaron en la pantalla de ElTrece los youtubbers Bárbara y Lino. Todo parecía trascurrir normalmente hasta que la misma conductora puso en evidencia que algo extraño pasaba en esta clásica historia de la amiga secretamente enamorada.

"La verdad que este programa siempre ha sido muy cuestionado, y hoy nos estamos enfrentando a una mentira. Queremos aclarar esta situación y cuánto tiene de mentira", sorprendió Politti a sus televidentes. Y aunque el programa siguió adelante, Politti contó al aire una y otra vez que los mensajes a la producción y en las redes sociales alertando sobre la mentira no dejaban de sucederse. Ante la acusación, Lino se ofendió y Bárbara se enredó en un intento de explicación. Finalmente hubo beso en los labios, pero eso no necesariamente indicaba que el final había sido feliz.

Al otro día, Lino salió a defenderse y a tratar de "viejita maleducada" a Politti en su popular canal de YouTube. "Bueno, gente, la verdad es que estoy muy sorprendido por la falta de respeto de esta persona. Una persona grande, tratarme de mentiroso, acusarme de muchas cosas en vivo", dijo el joven.

También denunció a la producción de negarse a devolverle su teléfono celular una vez que terminó el programa. "Me pidieron la clave para desbloquearlo así veían si yo había filmado algo para perjudicar al programa. Yo no quise y no me lo querían devolver. Yo, de buena fe, se los destrabé y vieron que no había nada", aseguró el muchacho que, el día anterior, al culminar el programa, había aprovechado para promocionar su canal.

Según confirmó Politti, el ciclo seguirá al aire hasta septiembre (será reemplazado por El gran premio de la cocina). ¿Habrá nuevos engaños en estos próximos dos meses?