Sandro de América: con Marco Antonio Caponi y Lali Espósito, la tira comenzó una nueva etapa

Un tiempo después de la separación, Daniela ( Isabel Macedo ), despechada, decide contar su historia en una entrevista televisiva. Y para corroborar que fue la mujer de Roberto Sánchez y que vivió junto a él en la misteriosa mansión, decide apoyar su relato con fotos que los muestran juntos.

Por su parte, Sandro (interpretado por primera vez en la tira por Marco Antonio Caponi , debido al salto en el tiempo) sigue disfrutando del amor y la devoción de sus fans, pero un pequeño accidente de una de ellas lo hace pensar en el lugar que ocupa en sus vidas y en lo poco que saben realmente sobre él. Oscar ( Luis Machín ), intenta convencerlo de que así es la fama, pero el astro de la canción siente que está cada vez más lejos de aquel muchacho de Valentín Alsina que alguna vez fue.

Nina (Paula Ransenberg), en tanto, instalada en la mansión de su hijo, le cuenta que soñó con él, volando. "Eras como un rey, que estaba por encima de todo"; le cuenta. Los interrumpe el teléfono. Es Pablo Pozzi, (Santiago Ríos) un antiguo amigo del barrio con el que hace rato no tiene contacto. El hombre le cuenta que se dedica a la producción de espectáculo y Sandro se compromete a ir a visitarlo a su casa de siempre. Al llegar se encuentra con Natalia (María Figueras), la hermana de Pablo con la que en algún momento tuvo una relación.

Durante la cena, Pozzi le cuenta sobre los espectáculos que estuvo produciendo y Sandro les dice que quiere volver a sus orígenes: el rock. Y le propone a su antiguo amigo que comiencen a trabajar juntos en una ópera rock "mejor que las de afuera". Oscar, por su parte, comienza a investigar sobre el pasado y el presente laboral del productor.

A pesar de que Oscar quiere contarle lo que averiguó, Roberto sigue con su idea de montar junto a su antiguo amigo el espectáculo. Y en una reunión en un restaurante, con él y otras personas que participan del proyecto, se encuentra con la vedette Reyna Russ ( Lali Espósito )

Esa misma noche, Sandro le envía flores al teatro y la pasa a buscar. Ella le agradece pero no acepta la invitación. Sin embargo, él insiste y termina convenciéndola de compartir una cena.

En el encuentro, ella le cuenta que está triste porque se acaba de terminar su relación con El Negro (¿Olmedo?) y le confiesa que él le da un poco de miedo. Él quiere besarla, pero ella lo rechaza, argumentando que no quiere que los vean. Ya en el remis que los llevó hasta el restaurante, se atreven a dar rienda suelta a su pasión.

Oscar, en tanto, se hace cargo de otro frente: Daniela. En un encuentro conjunto con un abogado, le informan que el casamiento en México y el concubinato no le dan derechos legales. Le ofrecen dinero a cambio de su silencio y ella se ofende.

Luego, el representante va a visitar a Pozzi a su casa para decirle que "Roberto es un buen tipo" y que no está viendo con claridad. "Vos querés colgarte de la espalda de Roberto y a Roberto le cuido la espalda yo", le dice, y le asegura que la sociedad con Sandro va a fracasar. Cuando finaliza la charla, Pozzi le muestra el arma que lleva en su cintura y le dice que se cuide.