Mientras esperás la vacuna, entrenate
Aunque lo vengo repitiendo hace rato, la publicación reciente de un estudio vuelve a traerlo a la luz: aquellos que hacen ejercicio tienen mayores posibilidades de salir bien parados frente al coronavirus. Según investigaciones realizadas en California, Estados Unidos, 20 minutos de ejercicios diarios podrían evitar el desarrollo de cuadros graves y prevenir internaciones y hasta la muerte.
El estudio fue realizado por los investigadores y médicos de la cobertura de salud Kaiser Permanente Southern California y publicado en la revista British Journal of Sports Medicine. Cruzando datos de casi 50.000 pacientes que incluían el ejercicio como una práctica común en sus vidas y de aquellos que en 2020 habían tenido covid-19, e incluyendo registros de factores de riesgo, descubrieron que quienes habían sido menos activos acabaron internados en una proporción que duplicaba a quienes solían ejercitarse. De hecho, la investigación cuenta que los más sedentarios tuvieron 2,5 veces más probabilidades de morir. Llegaron además a la conclusión de que solo la edad avanzada y los trasplantes de órganos aumentaban más la mortalidad que el hecho de ser inactivos. ¿Y cuál es la mayor diferencia? Que no se puede evitar cumplir años y en muchos casos tampoco necesitar un trasplante, pero sí se puede decidir si hacer ejercicio o no.
Estos datos me impresionaron. Me hicieron volver a tomar conciencia del enorme poder que tenemos en nuestras manos. De cómo cada mañana cuando nos levantamos somos capaces de avanzar un paso más allá en nuestra calidad de vida, fortaleciendo nuestro sistema inmunológico y su capacidad de respuesta. De cómo elegir salir a caminar frente a quedarse mirando una serie puede tener un impacto más allá de un cuerpo tonificado. De cómo, simplificando el asunto pero sin faltar a la verdad, al tomar estas decisiones estamos eligiendo entre la vida y la muerte.
Otro dato interesante refiere a la cantidad de ejercicio que recomienda: apenas 20 minutos diarios alcanzan para estar en el grupo de aquellos menos propensos a una variante grave de la enfermedad. Veinte minutos en los que podés caminar, correr, nadar, jugar al tenis o bailar, y que representan apenas el 1,39% de tu día y solo 150 minutos por semana. Realmente nada en comparación con el enorme beneficio que pueden reportar, ¿no?
Es importante aclarar que este estudio no plantea que el ejercicio prevenga de contagiarse. Tampoco que sirva de inmunización y por ende reemplace a la vacuna. Pero mientras esperamos nuestro turno para recibirla, ¿por qué no poner nuestro granito de arena? Quien dice que lo que termina picando no es en cambio el bichito del gusto por el entrenamiento, un hábito que puede acompañar el resto de la vida y mucho más allá de esta pandemia.
Libros
Para mantener la mente en forma
- Vivir en Paz. Morir en Paz, Suzanne Powell
- El papá imperfecto, Junior Zapata
- San Biblia. Nueva versión internacional, Letra grande
- Grandeza interior, Myles Munroe