7 reglas que deben seguir todos los entrenadores
Parece simple, pero no lo es tanto. Aunque cualquiera pueda mirar algunos videítos de YouTube e indicar cómo hacer ciertos ejercicios, ser un entrenador requiere toda otra faceta de disciplina y contención. Con mis años de experiencia, me impuse ciertas reglas que hoy cumplo a rajatabla para asegurar un buen trato y servicio. Y me pareció interesante compartirlas, tanto para los que están de mi lado del mostrador como para los que son alumnos.
• Impecable de pies a cabeza: debo llegar prolijamente vestido, bien afeitado, perfumado y con las zapatillas limpias.
• Puntualidad: si llego tarde, me siento mal aunque mi alumno no se enoje. Me parece una falta de respeto, y a la larga siempre se paga. ¿O creés que algún cliente recomendaría a un profesor que llega tarde?
• Discreción: no lleves ni traigas información entre alumnos ni colegas. Cuando entrás en una casa particular, sabés cómo vive esa persona, qué tiene. Toda esa información es delicada.
• No entrenar matrimonios: hay muchos alumnos que luego me recomiendan a sus mujeres y, si bien es un elogio, me parece complicado. Es que hay una clara tendencia a que haya información cruzada. Lo viví con un matrimonio muy poderoso, al que tuve que dejar de dar clases luego de 15 años porque se dijo algo que nunca existió. Sí puedo entrenarlos juntos si hablamos el mismo código y quieren hacer actividades relativamente similares, pero no por separado.
•Ser un poco psicólogo: puedo escucharte si te veo preocupado; tengo alumnas que se han llorado en una clase porque les agarra un ataque de angustia, pero no es lo ideal porque se pierde el foco. He hecho cursos de psicología del deporte que me ayudan en esas situaciones y se los recomiendo a los entrenadores. Pero cuando pasa, mi propuesta siempre es entrenar sus 40 minutos y luego sí, sentarnos a tomar un café y charlar de lo que les está pasando.
• No somos amigos: estoy muy en contra de hacerse amigo de los alumnos. Así se mantienen los límites y la relación. Cuando se mezcla amistad y trabajo se puede perder el trabajo.
• Seguí entrenando: finalmente, sabé que esta carrera no termina nunca. Cuando sos entrenador personal, tenés un título que te avala (en mi caso, del National Council of Strength and Fitness), pero si realmente querés mantener el prestigio, lo que sigue es certificarte, ir a congresos y ferias de fitness. En síntesis, sumar todo aquello que te guste y amplíe el campo de tu disciplina.
El autor es personal trainer certificado por el National Council on Strength and Fitness y autor del libro Las excusas engordan