A tres decádas del orgasmo más famoso
Si están en Manhattan en los próximos días aprovechen para pasar por Kat’z, pedir un pastrami y sentarse en la misma mesa (si la consiguen libre) donde Meg Ryan fingió un orgasmo ante la mirada incrédula de su compañero (Billy Cristal).
Hace dos meses se cumplieron treinta años del estreno de Cuando Harry Conoció a Sally,quizá la película más romántica de todas las que hayamos visto. Para celebrar el aniversario, el restaurante donde tuvo lugar la mítica escena organizó un concurso de lo más original: los participantes debían ordenar el mismo menú que los personajes e imitar el gemido de Sally delante de una angurrienta concurrencia, como en la ficción. Mujeres y hombres, todos debían grabar sus interpretaciones, publicarlas online y esperar que un jurado compuesto por "influencers" de las redes sociales eligiera al mejor imitador. Quienes la vieron recordarán que aquel momento memorable en el que Meg deja a un lado el sándwich de pavo y se entrega a la actuación, tiene un remate todavía mejor: "tráigame lo que está comiendo ella", le dice al camarero una señora sentada en la mesa vecina.
Con qué frescura ambas generaciones dejaban entonces en evidencia una triste realidad! Para la mayoría de las mujeres de este planeta conseguir un orgasmo (dentro de una relación heterosexual, con otro humano) ha sido, es, y será, una empresa difícil. No en vano el mundo está lleno de Sallys.... Baste citar que en un reciente documental de Netflix (En pocas palabras) se admite que en la actualidad solo el 65% lo experimenta dentro de una "circunstancia romántica", contra el 95% de los hombres. Quizá aquellos personajes tan bien logrados no imaginaban que tres décadas más tarde el tema se volvería trendig topic en nuestras vidas, y que hasta conseguiríamos efeméride para defender su importancia (el próximo 8 de agosto, Día Internacional del Orgasmo). Su reivindicación alienta hoy las batallas que libran muchos de los movimientos femeninos y feministas. Entre los últimos testimonios que describen hasta donde ha llegado la situación destaca el documental de la cineasta alemana Barbara Miller (Zúrich, 1970), en el que la autora (ya hizo varios films sobre el tema, y ha publicado un libro) indaga en la epopeya de cinco mujeres de distintas religiones que enfrentaron las tradiciones y mandatos de sus comunidades en pos de su derecho al goce. Placer femenino, así se llama el filme, revela situaciones universales y muestra la lucha exitosa por el derecho a la autodeterminación y a una relación igualitaria del placer entre los sexos, anuncia el sitio de la productora. Deborah Feldman, escritora americana exiliada de la comunidad judía ortodoxa; Leyla Hussein – psicoterapeuta y activista social somalí víctima de la ablación; Rokudenashiko, artista japonesa condenada por obscenidad; Doris Wagner, ex monja abusada por un miembro del clero y Vithika Yadav, activista por los derechos sexuales y de género en la India, cuentan en primera persona el carísimo precio que debieron pagar para ejercer su libertad, en pleno siglo XXI. Difamación pública, amenazas y procesamientos; algunas fueron excomulgadas por la sociedad en la que crecieron e incluso recibieron amenazas de muerte por parte de líderes religiosos y fanáticos de todo el mundo, dice la sinopsis.
Asi estamos. El documental no tiene fecha de estreno en la Argentina, pero ojalá no haya que esperar hasta el próximo festival de cine independiente para verlo. Respecto a Cuando Sally conoció a Harry, bueno sería volver a verla, una y mil veces, antes del próximo 8 de agosto...