Benito Fernández. La boda de su hija, con precauciones por el coronavirus
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LA NACIONLucila Olivera
A tono con los tiempos que vivimos, hubo pocos besos, faltaron abrazos y sobró alcohol en gel. Sin embargo, nada opacó la alegría de Marina Fernández Durand (27) -hija de Benito Fernández y Victoria Durand Cordero- y de su novio, el empresario Gonzalo Zimmermann (32), que la semana pasada, después de casi seis años de noviazgo, se dijeron un "sí, quiero" en el Registro Civil de la calle Uruguay.
"Me lloré todo. En el momento en que me tocó hablar sólo pude decir dos palabras", le cuenta a ¡Hola! la diseñadora que, siguiendo las recomendaciones del Gobierno, durante la firma sólo estuvo acompañada en el recinto por los testigos de casamiento, María Eugenia Zimmermann, María Pía González Fabricó, Julia Macci, Matías Zimmermann y Lucas Löbel. Sus padres, su hermano Lucas y la mamá de Gonzalo, María Eugenia García del Río, esperaron afuera.
La ceremonia religiosa y el festejo estaban previstos con bombos y platillos para el 21, en un campo de Baradero, pero se pospuso hasta diciembre. "Dolió hacerlo porque lo habíamos organizado con mucho amor, pero fue lo correcto. El vestido que me hizo papá es soñado, así que ya le avisé que si por algún motivo no se puede concretar lo de diciembre, lo voy a usar hasta para ir al supermercado", concluye con humor Marina.
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