Cada vez más aplicaciones ofrecen la posibilidad de consultar y contestar, muchas veces con un sentido lúdico y sin necesidad de dar la cara.
SARAHAH
iOS, Android y Windows Phone
Instalaciones: De 5.000.000 10.000.000
Quiere decir “honestidad”, en árabe. Fue creada en 2016 para empresas, con el fin de que los empleados expresaran quejas o incomodidades. A inicios de 2017, Zain al-Abidin Tawfiq, su creador, decidió expandirla al mundo, y a usuarios en general. Hay que registrarse, se genera un link y se reciben los mensajes, que no se pueden responder. Muchos comparten sus capturas de pantalla en redes sociales, sobre todo en Instagram y Facebook. Desde julio también funciona como una app.
CURIOUS CAT
iOS y Android
Instalaciones: De 100.000 a 500.000
Es una herramienta social española, desarrollada en abril de 2016 por Nuno y Marco Balbona –unos primos de menos de 20 años–, que se instaló rápido entre jóvenes de todo el mundo, y que desde diciembre de 2016 funciona también como una app. Para loguearse hay que tener usuario de Facebook o Twitter, aunque su éxito es en la red de microblogging, que es donde comenzó. Se hacen y/o reciben preguntas y/o confesiones de manera anónima. Y a quien le guste puede compartirlas en alguna de sus redes.
ASK.FM
iOS, Android y Windows Phone
Instalaciones: De 50.000.000 a 100.000.000
Comenzó en 2010, fue fundada en Letonia como web para hacer preguntas a otros usuarios y pronto se extendió al mundo. Tiene más de 70 millones de usuarios. Se puede dar “Me gusta” a las respuestas y hacer comentarios de forma anónima. Al crear la cuenta da la opción de registrar un nombre (falso o real) o simplemente usar el botón “Anon” (Anónimo). Desde 2014, cuando fue adquirida por IAC, conglomerado estadounidense que está detrás de servicios como Tinder, funciona también como app.
TUSECRETO
iOS y Android
Instalaciones: De 500.000 a 1.000.000
El club de las confesiones. Fue una página mítica, la primera en su especie y génesis de todas estas aplicaciones tan en boga. “Hago el amor con mi pareja haciéndome los ratones con la hija”, o anécdotas más largas, pero igual o peor de intrincadas, o hilarantes. Empezó en 2005 y terminó en 2011, pero cuando el duelo estaba aún vivo volvió en 2014 en forma de app. No pide registro ni se asocia con ninguna cuenta. Se entra, se envía el secreto y/o se leen los que hay disponibles. ¡Son muchísimos!
KIWI
iOS y Android
Instalaciones: De 10.000.000 a 50.000.000
Funciona a través de mensajería instantánea y permite realizar preguntas anónimas a otros usuarios. Pero se usa, más que nada, para hacer consultas. Se pueden seguir temas de interés, para leer sin participar, o responder sobre tópicos específicos. Pide registro, que puede ser, o no, con el nombre real, y es posible crear la cuenta desde un correo electrónico o vía el perfil de Facebook. El método es sencillo: busca usuarios cercanos y luego se puede compartir (y viralizar) bastante en Twitter.
¿UN REGRESO MÍTICO?
Secret se lanzó en 2014 y fue un boom, sobre todo porque el mundo de las startups hizo uso (“Trabajo en Evernote y estamos a punto de ser adquiridos”) y caldeó el ambiente en Silicon Valley. Cerró en 2015 después de enfrentarse a críticas porque su sistema de privacidad falible favorecía el cyberbullying. A fines del año pasado, David Byttow, uno de sus creadores, anunció que relanzarían una segunda versión. En una entrevista, dijo que se decidió tras la elección de Donald Trump. “Estamos en una burbuja. A la mierda la burbuja”, arengó, pero no precisó fechas.
POLÉMICA EN LA WEB
Los sitios de preguntas y respuestas que permiten el anonimato son un arma de doble filo. Permiten el amparo mal usado de esconderse y amenazar, acosar a otros. Un informe de la Sociedad Nacional para la Prevención de la Crueldad hacia los Niños (NSPCC, sus siglas inglesas) indica que el acoso online se da en casi uno de cada cinco adolescentes que usan redes sociales en general. Este tipo de páginas favorecen el ciberbullyng y todas han tenido que enfrentarse a ese problema. Cuatro adolescentes en Reino Unido se suicidaron después de ser víctimas de bullying a través de Ask.fm y la app sobrevivió porque tomó medidas contra el acoso en internet. No le pasó lo mismo a FormSpring, que en 2010 quedó bajo la mira luego de que una chica de 17 años se quitara la vida en Nueva York después de recibir una cantidad de comentarios insultantes en su perfil.